Colombiana ya no tan perdida en el DF, habitante de la Condesa, disfruto caminar entre la gente.
Suelo viajar con una maleta donde invariablemente hay más libros que camisetas. La única razón por la cual puedo ahorrar es para viajar y en este momento estoy soñando mi siguiente viaje largo. Creo en el poder de la escritura como método de salvación personal y tengo una gata que no sabe expresar su cariño.
Independiente, me gusta ir a cine sola y ya no me da pena aceptar que cuando no quiero cocinar como alverjas (chícharos) directamente de la lata. Nunca me he pintado las uñas de los pies, no como nada que nade o flote en el agua y odio a los que me juzgan por el tema.
Desde hace meses emprendí una cruzada por vivir la vida que quiero y hasta ahora me ha dado muy buenos resultados. Estoy aprendiendo a vivir en una relación abstracta donde tenemos la libertad de hacer nuestras propias reglas.
He pasado la mitad de mi vida en terapia y aún sueño con lo que quiero ser de grande.
Este blog es un espacio para pensar sin editarme. Para escribir sin tener un lector en la cabeza. No recibo críticas destructivas ni comentarios antipáticos. Este es un espacio para mí.
Son bienvenidos y anhelados los consejos, ideas, sugerencias y abrazos virtuales.
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