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lunes, 14 de abril de 2014

Ponerse histéricos y no históricos

Hace miles de años, tenía yo un novio muy sabio (y más para la edad que tenía) que cuando nos peleábamos decía que uno tiene que ponerse histérico y no histórico. Es una gran frase y pasará a la historia como una de las grandes enseñanzas. 

La cosa es que miles de años después, yo sigo tratando de aplicarla en mi vida diaria. Digamos, por ejemplo, ayer cuando Don Gelatina tuvo a bien tener una de sus reacciones en automático que me hacen sentir que ni yo ni mis cosas no le importan. Alguien más, alguien que supiera ponerse histérico solamente, le habría dicho que hiciera el favor de fijarse que le estaba diciendo algo que era importante y que no jodiera. 

Pero yo todavía me pongo histórica. Entonces me emputé, puse mis barreras y usé las palabras que uno no debe usar en las peleas: "nunca" y "siempre", que lo único que hacen es agrandar la pelea. Al final lo arreglamos, porque los dos queremos que las cosas funcionen, el tema en cuestión realmente no era algo grave y tenía una solución. 



Yo sé que he mejorado a la hora de lidiar con ciertas cosas de él que me molestan. Pero es difícil dejar ir el pasado y lograr que no sea un motivo más en la pelea. Es difícil borrar los días en que sentí que aún cuando todo había cambiado entre nosotros, yo era poquito. Que yo no tenía voto en la relación y que él en realidad prefería hacer las cosas sin mí. 

Hoy no siento nada de eso. Hoy sé que esas no son ciertas. Hoy sé que soy importante en su vida. Que mi voz tiene un peso. Que él quiere que yo esté en su vida y se está esforzando para que eso pase todos los días. Y aún cuando hay ciertos No contra lo que siento que no puedo luchar y que el único argumento que recibo es "porque no", he ganado muchas batallas y él ha descubierto que se puede ser feliz abriendo un espacio en su vida para mí. 

¿Entonces cómo carajos hago para que eso sea lo que esta en mi cabeza cuando él activa el botón de "hagámosla sentir como si no valiera nada"? 

Y en una segunda pregunta de investigación por si alguien se anima a ayudarme, ¿cómo hago para que él termine de entender que él es lo que yo quiero? Resulta que empiezo a creer que para él también es difícil no ser histórico y soltar sus creencias de que yo estoy buscando "un novio normal", que para rematar yo ni siquiera sé qué es lo que significa para él. Ya no sé cómo explicarle que lo que tenemos: una vida donde nos divertimos profundamente, donde compartimos nuestras pasiones, donde me siento oída, querida y valorada, donde no me aburro y donde sé que soy valorada por lo que soy... es lo que quiero y lo que me hace bien.

Así que para los que andan contando los minutos para que empiece semana santa y nos podamos ir a descansar, bien pueden usar su tiempo ayudándome a resolver mis preguntas.  


sábado, 1 de marzo de 2014

Hoy me doy permiso...

Cuenta mi mamá, que un día cuando yo tenía como 12 o 13 años, me oyó hablando por teléfono con una amiga. Al parecer la niña en cuestión estaba frustrada porque su mamá no era cómo ella quería. Y yo siendo una buena amiga la estaba aconsejando. Dice mi mamá que lo que yo dije fue algo cómo: "Tienes que entender que uno tiene que aceptar a los papás cómo son, yo por ejemplo ya acepté que mi mamá nunca va a ser una señora de sastre, ella solo es un desastre". 

Sospecho que para mí mamá no fue tan chévere oír eso. Pero hoy, muchos años después, acepto que soy muy feliz de tener a la mamá que tengo y que en efecto, no sea una señora de sastre. Y claramente, siendo yo soy hija, tampoco lo soy. Es cierto que me disfrazo más que ella. Que de tanto en tanto, puedo irme a la oficina con tacones, peinada y con ropa de mujer seria. 

Pero se siente un disfraz. Y luego, cuando veo a esas otras mujeres, las de pelo perfecto, maquillaje impecable, con ropa que les combina, que no se arruga ni se mancha, de aretes que yo jamás consideraré ponerme... me acuerdo que yo no soy una de esas mujeres. 

Yo soy la que se disfraza ocasionalmente; la que se va a Playa del Carmen en un colectivo de 30 pesos y luego se queda dormida en la playa para despertarse como un camarón cruzado con dálmata porque el bloqueador se cayó a pedazos. Ya no soy la que se queda en hoteles de menos de un dólar la noche pero sigo siendo la que después de una semana difícil necesita quedarse todo el día entre su cama sin hablar con nadie. 

Y ya en este punto, acepto que jamás seré la mujer de pelo perfecto, uña pintada, aretico-de-perla y marido que le combina con los zapatos de tacón. Y casi todos los días, sé que soy feliz sin ser eso. Que de hecho, no podría ser feliz siendo eso. Porque a mí lo normal no me funciona. Ahora he estado viendo Scandal y hay ese análisis. Cómo hay personas que son normales y pueden vivir en su casa en los suburbios, tener un jardín, un perro y ser felices. 

Pero hay otros que no pueden. Que necesitan trabajos intensos, retos permanentes, disparos de adrenalina cuando uno menos se lo espera. Y amores diferentes. Relaciones que no se pueden encuadrar en la casa con jardín, el perro y la cena familiar cada noche.

Y sí, en efecto, yo soy de ese último grupo. Claramente sería más divertido si además yo trabajara con Olivia Pope y tuviera que resolver escándalos de la Casa Blanca. Pero en términos prácticos, soy de su grupo. Soy la que necesita retos, la que busca hacer las cosas a su manera así el mundo entero le diga que es mejor si sigue a los demás, la que se enamoró y terminó en una relación abstracta y única que le demostró que hay una felicidad profunda que viene de sentirse aceptada tal y cómo es.

Y entonces todo está bien, y en ese momento entiendo que lo que me resta es simplemente ir afinando los detalles, buscar retos que me obliguen a crecer, salir de la maldita zona de confort y seguir aceptando que soy feliz en la Gelatina.

Pero hay noches como hoy… luego de una semana difícil, donde sentí que el universo conspiraba en mi contra; donde cuestioné los motivos por los cuales estoy en donde estoy; donde odié ser la que siempre estará pensando si su vida sería mejor si estuviera en otro lado… donde lo extrañé todos los días y me odié por entenderlo y comprender que su vida es su trabajo y que ahí es dónde quiere estar… hoy me doy permiso para por una noche querer ser normal.

Hoy me doy permiso de querer no cuestionar la forma en que los otros hacen las cosas. Hoy quiero ser a la que no le duele sentir que el barco se hunde por falta de interés del capitán. Hoy me doy permiso de querer una vida más simple. Con un amor más simple, más estable y con quién no tenga que luchar tanto para que se den los espacios para poder estar. Hoy me dormiré queriendo ser la que es feliz con una vida normal y simple.


sábado, 17 de agosto de 2013

Atreverse a aceptar la felicidad o el drama de tener una monja interior

"Yo lo que creo es que a ti te da miedo aceptar que eres feliz en algo que no es en lo que el mundo nos enseñó que era lo normal". 

Así, en una frase, Adri logró desenredar mi cabeza. Y es que esa es la verdad. Yo solita me pongo la presión de ¿cómo es que puedo ser feliz en algo que no cabe dentro de la norma? ¿cómo es que me importan más ciertas cosas que otras que en teoría son las importantes? ¿por qué no me jode más la cabeza que él no sea mi novio? 

Una y otra vez sale la realidad. Y la realidad es que yo soy feliz. Muy feliz. Y sí, el personaje en cuestión no es mi novio. No estamos en una relación formal, definida y definible con un término que salga en el diccionario. No caminamos hacia un lugar donde hay una casa, un par de niños María José y José María diría el Ex–, un golden retriever y una mamivan. De hecho, hay días donde incluso cuestiono si estamos caminando. 

El problema es que yo siempre fui la más liberal entre mis amigos, fui la que se pintó el pelo de colores a los 17 y que desde niña quería irse YA de la casa para ver ese mundo que hay ahí afuera... Y a mis 31 años vengo a descubrir, que resulta que tengo una monja metida entre la cabeza. Y esa monja, se estresa y angustia de que a mí no me estrese y no me angustie que no somos exclusivos. La maldita monja es tan poderosa, que logra hacerme sentir mal, por no sentirme mal. 




Para fortuna mía, tengo una mejor amiga, que en vez de darle voz a la monja, me hace ver que desde hace tiempo soy muy feliz. Que más allá de los términos, yo me siento acompañada, me siento aceptada, valorada y comprendida. Me siento retada intelectualmente y me siento querida. Que me divierto infinitamente y que no tengo problema de tener mis espacios donde él no cabe. 

Claro, hay una parte que a veces duda qué tan especial soy para él y cómo se cuenta él mismo nuestra historia, pero resulta que también me han hecho ver... que eso va a pasar en cualquier relación que tenga. Incluso si es exclusiva y bien normalita. Todo el mundo en algún momento cuestiona las cosas y se pregunta cómo las ve el otro. 

Lo que es cierto, lo que yo sé... es que la que ha armado dramas soy yo y el que se ha quedado cerca, es él. La que ha contemplado mandarlo a la mierda soy yo y él que me ha dicho que no quiere eso, es él. 

Entonces, lo que necesito es aceptar que soy feliz, muy feliz, en algo que no importa nunca haya contemplado como posible en el mundo de limitadas opciones en el que crecí.


domingo, 4 de agosto de 2013

They were going to be fine... but couldn´t possibly believe it

Hoy fui a ver Before Midnight. Una de esas películas que sabía me iba a dejar blandita. Tanto que en preparación, compré boletos para ver Los ilusionistas después. Algo así como anestesia post trauma. 

Y es que es la clase de historia que yo sé que me va a dejar blandita. Porque claro, uno siempre quiere ser Celine y volver a encontrarse con el amor de mi vida, de preferencia una tarde en París, para luego descubrir que al final si terminaron juntos. Uno quiere tener la certeza de que al final todo salió bien. Que al final encontró al que quería y se quedó con ese. Aún si en la mitad de la historia, uno estaba seguro de que jamás lo volvería a ver. 



La película es un golpe de realidad. Una larga pelea un poco más larga y dolorosa de lo que yo hubiera querido ver en domingo. Pero una pelea real. Con sentimientos atorados y cosas no dichas que salen cuando ya no se debe. Y un amor profundo por debajo de todo que a veces no es suficiente. Una forma de decirle a uno: Después del final feliz, quedan muchos días de realidad. Y además, siempre hay futuro sobre el cual preguntarse. 

Salí entonces haciéndome las preguntas que por orden de la psicóloga he puesto en hold. Preguntas sobre mi futuro, sobre la capacidad de mantenerme feliz en esta gelatina que se me ocurrió meterme. Preguntas sobre mi futuro. 

Durante el break entre una película y otra fui a comer. Necesitaba silencio y espacio para procesar lo que había visto. Abrí mi libro y encontré las sabías palabras de Tina Fey: 

They were going to be fine... but couldn´t possibly believe it

Y entonces me acordé... me acordé que en efecto esta persona me hace feliz y que así las últimas dos semanas hayan sido a trial-by-fire laboral, a mí me gusta mi vida. Me gusta lo que hago y cómo me relaciono. Me gusta saber que hay una persona que me hace muy feliz, así sea mientras intento ponerme de pie en medio de la gelatina. Y me acordé, que esta es la mitad del camino... I will be fine, even when I can't possibly believe it. 

***
A veces cuando uno intenta ayudar a otros, se ayuda a sí mismo... hoy le dije las palabras que aquí escribo a la bonita Gabidearest, que hoy también necesita recordar, que estamos a la mitad del camino y no sabemos en qué vamos a terminar. Pero yo estoy segura, that she will also be fine. 



domingo, 14 de julio de 2013

Lo difícil es que sea mutuo...


"The greatest thing you'll ever learn is just to love and be loved in return". 

El problema es el return. Y no porque no me quieran. 

Ha sido una mala semana, en el trabajo me he sentido cansada, desgastada y así suene a telenovela... traicionada. Pero esas semanas pasan y sé pronto estaré de nuevo contenta, animada y con proyectos que me ilusionan en puerta. 

Pero el problema es mi corazón. Resulta que un día, sin darme cuenta, las cosas cambiaron, las reglas se rompieron y me encontré estando feliz con alguien que en teoría no debía ser. Han sido meses de ser muy feliz, de descubrir un lado distinto de alguien a quien ya conocía muy bien... ante todo, han sido meses de sentir por primera vez que estoy con alguien que me conoce profundamente, me quiere como soy y con quién estoy completamente cómoda de hacer y decir lo que pienso. 

Tras tantos encuentros con personajes que querían cambiar hasta mi acento, de repente fue fantástico encontrar a alguien con quien me siento tan cómoda de ser quién soy. Si a eso le sumamos que es un personaje con el que me divierto como con nadie más, con quién me río hasta llorar y con quién comparto los gustos de la vida diaria (cine, política, literatura)... casi que es la receta para una comedia romántica. 

Pero resulta que es un personaje que no quiere ser querido. Y creo que para él también ha sido una sorpresa encontrarse siendo feliz conmigo tan cerca. Pero 40 años de muros no se derrumban en unos meses - empiezo a creer que no se derrumban nunca. 

Así que pasé de la felicidad al desespero. A la frustración de encontrar a la persona con la que soy feliz pero con la que no puede haber nada más. Solo cuando me sentí realmente feliz, cómoda de ser quién soy y a gusto con la cercanía, salieron los sueños y las necesidades de más. Y como ya le he dicho miles de veces, no es que yo quiera mucho más. 

Yo no quiero ser de las parejas que hablan en plural hasta para lo que no toca - a nosotros nos gusta cagar por las mañanas y a nosotros nos sienta mal el té por las tardes - ni quiero perder la independencia de mis espacios donde él no esta. Pero hoy ya tengo claro que quiero: 

Quiero eventualmente convivir en la misma casa, quiero poder irme un fin de semana de paseo con él. Quiero llevarlo a Colombia y mostrarle lo que por más de 5 años llevo contándole. Quiero que de vez en cuando pueda llevarlo a mis planes. 

Al final además queda un quiero más que hace que sea difícil dormir por las noches. Ya sé que él me quiere y que soy importante en su vida. Que si me muero mañana le voy a hacer falta y le va a doler mi ausencia. Pero quiero saber qué soy para él. En qué me diferencio del resto de niñas, si conmigo se divierte más que con las otras, si él también siente esa comodidad de ser quién es sabiendo que no lo voy a juzgar. 

Según yo eso no es mucho. Al menos para mí. 

Pero para él si es mucho. 

Y aparentemente no hay punto intermedio entre los adicionales que yo quiero y lo que él esta dispuesto a ofrecer. Entonces estoy jodida. 

Él me ha sorprendido en su forma de acercarse, me ha enseñado sobre mí, sobre cómo estoy dispuesta a muchas cosas... pero no a otras. 

Una noche, en la que le lloraba mis quieros, él me hizo la pregunta para la que no tengo respuesta y que concentra mis dudas... "Yo no soy lo que tu quieres. Pero ¿te has preguntado si tal vez soy lo que necesitas para ser feliz?" 

Y claro, no tengo la respuesta. Y es la pregunta que me jode la existencia. ¿Y si lo que realmente yo necesito para ser feliz no es vivir con alguien, no es irme de paseo con esa persona sino tener a alguien que me da la libertad de ser lo que quiero ser, que me anima a hacerlo, que cree en mi, me conoce y quiere por lo que soy y esta ahí, cerca de mí, sin alejarse por los dramas que le armo, riéndose conmigo y logrando que yo me divierta como con nadie más? 

Pero si es así... ¿podré algún día dejar de soñar con pasear una tarde por San Francisco, llegar a un apartamento donde están las cosas de los dos y donde duermo a su lado? 

Una parte de mí se odia por no poder simplemente feliz con la inmensa felicidad que él le genera. ¿Por qué carajos quiero más? Después de tantos años de no encontrar a alguien que me quiera por lo que soy y a quién yo quiera por lo que es, ¿por qué no puedo simplemente aceptar que así son las cosas y que ya es mucho? 

Otra parte de mí, se emputa con él por cerrarse a la posibilidad de algo más. ¿Cómo es que si me quiere y yo lo hago feliz no quiere nada más? ¿Por qué se niega a intentar algo que tiene todo el potencial de ser bueno para los dos? ¿Por qué putas no ve que realmente nos adaptamos muy bien el uno al otro? 

A veces, cuando las preguntas, la frustración y los quieros se convierten en mucho, decido alejarme, mandarlo a la mierda y darme el chance de encontrar a alguien con quien lo que quiero sí se pueda. Pero entonces él aparece, me hace reír, me da el espacio para contarle mi vida... y no me alejo. 

Así que voy a volver a la terapia. Para adquirir la suficiente perspectiva y ver qué es lo mejor para mí. Porque ahorita, lo único que veo es lo confundida que estoy. 



miércoles, 3 de abril de 2013

¿Cuál es tu sueño?

Me fui 5 días a la playa. Necesitaba recargar baterías, darme un poco de espacio en esta vida que se está sintiendo un poco crowded en estos días y quería profundamente ver a mis amigos. 


En particular me fui a ver a mi querido Tattoo-boy, quién esta haciendo su sueño. Como diría la canción "with a little help from his friends" ha creado un lugar en el mundo para él y todos quiénes quieran unirse. Me sentí orgullosa y me emocionó ver lo lejos que ha llegado a la hora de crear New Ruins.  

Tattoo-boy es una persona que hace amigos con una facilidad que envidio. Y es un buen amigo. Y tuvo una idea brillante el día que se le ocurrió que para lograr su sueño, bastaba pedir ayuda de quiénes lo queremos. Se ha sabido rodear bien, de personas inteligentes, con diversos intereses y capacidades y ahora pudo recibir la ayuda que necesita. Desde quiénes van y cargan piedras hasta Video-Girl que hace documentales sobre la forma en que él crea su mundo... sus amigos son determinantes a la hora de hacer su sueño realidad. 

Yo lo ayudé como mejor pude, leí sus documentos, puse a su disposición mi conocimiento de las comunicaciones, los asuntos públicos y todas esas cosas de las que nunca habíamos hablado a profundidad pero que veo pueden ser un ladrillito en lo que él construye. 

Y mientras pasaba mis días admirando lo que está haciendo, una tarde Video-Girl, Tattoo-Boy y yo hablamos sobre el proceso, sobre cómo él estaba haciendo sus sueños... y entonces Tattoo-Boy pregunto "y  cuál es tu sueño"... la pregunta era para Video-Girl pero yo me quedé el resto de la tarde pensando...

¿Cuál es mi sueño?

Últimamente siento que ando haciendo muchas cosas, que ha habido proyectos que me emocionan y cambios positivos en la oficina... pero yo sé cuáles son mis sueños y no sé si necesariamente estoy trabajando para lograrlos.  

Y es momento de hacerlo. Como bien dijo Video-Girl... de dejar de tener miedo a las cosas que quiero y dar los pasos para vivir la vida que quiero como quiero. 

Claro... la lección de todo eso, es que la mejor manera de lograrlo es abriéndome, así como las tortugas que liberamos, que caminan solas hacia el mar pero luego de haber sido incubadas y llevadas entre todos hasta la arena... necesito confiar en los que quiero para que con su ayuda, yo pueda hacer mis sueños realidad. 


viernes, 30 de noviembre de 2012

You Jump, I jump, Jack

Should I jump? Did we jumped already? Or is it just a fluke?


 

At the end... I'll stick with my decision and let things flow.

miércoles, 24 de octubre de 2012

El Potencial desaprovechado Vol. 2

Hace más de dos años escribí una entrada sobre el potencial desaprovechado donde me quejaba de lo que pasa cuando conozco a alguien que me gusta, me parece chévere, la cosa parece fluir y de repente desaparece. Caen en esos hoyos negros que estoy segura abundan en esta ciudad. 



Dos años más tarde vuelvo a tener la misma sensación. Y vuelvo a acordarme de M que tan bonito me parecía y con quién se coqueteaba tan chévere. O del Rasta que aunque hoy pienso que no hubiera sido tan buena idea (muy hippie para mí) me generaba emoción y con quién teníamos una química increíble. 

Hoy siento la frustración por alguien distinto. Alguien que en el papel se ve increíble, con quién hubo química y con quién me reí. Pero que antes de que hubiera espacio para nada, desapareció en el horrible silencio de los mensajes no respondidos.

Ayer le decía a una gran amiga, que el problema no es que se desaparezca. Finalmente shit happens y no hay nada que hacer. Lo que me molesta y frustra, es la sensación de hubiera podido ser algo chévere. Incluso si al final resultaba que no lo era, como pasó con Mr. M, yo prefiero la certeza de que solo fue una chispa inicial sin un sustento en la realidad, a la sensación de if only. Al menos con Mr. M no tengo la más mínima duda de que las cosas fueron como debían ser, que no había opción entre los dos y que todo terminó como debía terminar. Pero en este caso... no dejo de preguntarme qué hubiera pasado si me llamaba, si nos volvieramos a ver, si... 

Pero no tiene sentido hacerme esas preguntas.

Supongo que puedo decirme a mí misma que la prueba de que el tipo no es para mí, es que finalmente se desapareció. Y para qué voy a querer a alguien que se desaparece?

Pero incluso cuando me digo eso... la sensación del could have been... ahí se me queda. Y me jode la cabeza. 




viernes, 22 de junio de 2012

C'est fini

¿Qué es lo que estoy sintiendo?

Hoy he pasado de un sentimiento al otro. Extrañamente en mí... no he llorado. 

Tengo tristeza de sentir que pudimos haber sido algo grande... Me duele sentir que él se mostró como alguien que en realidad no era. Y aunque sé que no lo hizo para herirme, esto también me genera rabia. Pollo me preguntó si fue una sorpresa que terminaramos. La verdad no. Y aunque ayer fue una conversación extremadamente triste donde me dijeron algunas de las cosas más dolorosas que haya oído... tuve que aceptar que eran ciertas. Que somos muy distintos, que vemos la vida de forma diferente, que cada día aparece un nuevo muro entre nosotros y que para qué seguir dándonos contra las paredes. 

Él ve ciertos muros que para mí no son graves. Pero yo me había negado a ver los que para mí sí son complicados... que a él no le gusta viajar, que un fin de semana de paseo no es motivo de felicidad, que no contempla su vida por fuera de esta ciudad... Que no habla y que se abruma y termina explotando sin decir nada. Que dejó de ser (o nunca fue) el niño que a la semana y media me dijo que me quería, que me llamaba a decirme que le hacia falta y que quería compartir su mundo conmigo, para convertirse en ese que es distante, que no dice las cosas, ese con quien la vida se convirtió en un drama, donde yo me sentía insegura, needy y confundida.

So of course I miss you and miss you bad 
But I also felt this way when I was still with you

Y entonces hoy me desperté sabiendo que vuelvo a lo mismo de siempre. Sola. A lo largo del día me he dado cuenta que  me pesa profundamente perder la compañía, el tener planes para los fines de semana y ese a quién contarle mi día. ¿Cómo es que eso es lo que más me pesa? Eso que tan poco tiene que ver con lo que él es como persona. ¿Lo quiero a él o la compañía que él me daba? ¿Por eso no estoy tan triste? 

¿Al final el tema es que me dio en el ego porque yo lo quise más de lo que él me quiso a mí? Porque no voy a negar que me duele saber que probablemente él tiene menos sentimientos que yo respecto a esta situación. Que él no tiene el hueco en el estómago que tengo yo. Y entonces me acuerdo de esa entrada de Solterica donde dice

Siempre que termino con un tipo y empiezo mi proceso de esperar a que el sistema procese la solicitud de baja, me siento un poco estúpida de ver que para el otro fue una cuestión de 30 segundos. Más que estúpida me hace sentir psicótica. Me pregunto si no habrá sido todo un delirio mío, si la relación estaba solo en mi imaginación y si en realidad esas conversaciones que creí haber tenido con el tipo las tuve con las voces de mi cabeza esquizofrénica, o esos recuerdos son parte de la alucinación.  Si no, ¿cómo más se puede explicar que el tipo que hace dos semanas era supuestamente feliz conmigo ahora se porte como si acá no hubiera pasado nada?

Y sí. Eso es un poco lo que siento. Que al final, le vale huevo. Y que por qué a mí no. Porque aunque este tranquila, aunque me pregunte si lo que voy a extrañar es la compañía y no a la persona, aunque mi cabeza me diga que maybe it was for the best... no voy a negar que lo quiero y que me duele perderlo. Y que me hubiera gustado que todo fuera diferente, que nuestros muros no fueran tan pesados y que el hombre del que yo empecé a enamorarme... siguiera por ahí, cerca de mí. 

domingo, 12 de febrero de 2012

Lo que quita las ganas

La mejor forma de terminar este fin de semana de muchas emociones, tristezas, esperanzas y una larguísima jornada de trabajo es pensando en algo light. Y qué más light que la lista de los 4 turn-offs.

Day Seven: Four turn-offs.

  1. Enrique. O por dios cosa para quitarme las ganas.
  2. Mal aliento.
  3. Exceso de preguntas. Amigo, si necesitas preguntar cada 3 segundos si algo me gusta es porque no lo estás haciendo bien.
  4. La falta de creatividad. Amigo... aunque sea inspírate en el porno.

jueves, 26 de enero de 2012

Pensando en su silencio

"El Universo no gira a tu alrededor".

Es una de esas cosas que uno sabe. Pero que en la práctica, uno no aplica. Porque es muy difícil no tomarse las cosas de forma personal. Sobre todo, cuando las acciones de personas cercanas lo afectan a uno.

En la terapia he podido ver cómo la gran mayoría de las veces las acciones (y reacciones) de los otros responden a sus propias historias y momentos. Que entonces, nada, o muy poco, tienen que ver con uno.

Entonces hoy ando con la duda de si el silencio de Possibility-Boy es conmigo o no. Las cosas no terminaron como yo quería pero él una y otra vez insistió que yo era alguien muy importante para él, que nuestra amistad (y sí... no fui tan feliz de que eligiera esa palabra para definir lo que éramos) era fuerte y que superaríamos lo que pasó en sus últimos días en el DF. También me dijo que él no era bueno para mantenerse en contacto y que eso era algo que quería cambiar, así que si yo veía que se estaba distanciando que por favor le dijera. Y yo estuve tranquila.

Pero los días han pasado y no volvimos a hablar. Pasamos de una rutina donde yo abría el chat y casi de forma inmediata me encontraba con su Buenos días, a un silencio donde yo a veces lo saludo y no hay respuesta. Así que hice mis intentos... mandé un mail, el cual por supuesto nunca me respondieron. Espacie mis saludos para que no me acusara de intensa... y nada.

Y hoy fue mi último intento. Intenté ser lo más clara y directa posible. Decir las cosas como las pienso y siento. Hasta ahora solo ha habido silencio de su lado y tengo la sensación de que será lo único que habrá.

Y estoy molesta. Porque siento que esto tiene muy poco que ver conmigo, pero eso no significa que una respuesta no sea necesaria. También siento que esto muestra que para él, las cosas no eran tan simples como alegó en su momento.

Al final... en estos días he podido depurar todo lo que pasó y ver que al final mis sentimientos eran lo que creía: un cariño muy grande. Y por eso me duele. Porque extraño conversar con mi amigo, hablar de mil temas y tener cerca a alguien que ampliaba mi mundo. Pero si él no quiere o puede, no hay nada que hacer. Lo intenté y traté de hacer las cosas como mejor pude. Eso me da tranquilidad, aunque no me quita el dolor de sentir la pérdida de alguien que es importante.

jueves, 22 de diciembre de 2011

A big mess

Ha sido un día increíblemente largo. Mientras espero subirme al avión para irme a Colombia, espero poder soltar la tristeza y confusión que tengo.

Siento que como le dije a S, I'm a big mess.

Y aunque hubo una gran sorpresa que me demostró que puedo tener esperanza... el sentimiento de no hacer las cosas bien y de haber enredado todo, me pesa.

Quiero pensar que mis vacaciones me darán espacio para pensar, sanar y reorganizar lo que pienso y siento. Y que cómo efectivamente me dijeron, habrá oportunidad de hablar las cosas cuando sea el momento indicado.




jueves, 3 de noviembre de 2011

Posibles respuestas

He seguido con los para qué rondando mi cabeza. Tratando con todo mi corazón de no pensar en por qué de la nada aparece otro personaje que no solo me recuerda al que me esfuerzo en dejar atrás, sino que además, consolida el patrón de encontrar hombres que me encantan, con quienes me conecto pero que por supuesto, no viven aquí y son imposibles.

Entonces me concentro en para qué. Para qué apareció Possibility-boy.

Aún no lo tengo del todo claro, estoy en la mitad de la historia y no puedo ver the big picture...

Pero hoy me aventuro a pensar que es para crear nuevos recuerdos.

Y hoy, eso se siente increíblemente bien.

sábado, 22 de octubre de 2011

Y entonces uno descubre

En una semana atravese una puerta que ni siquiera sabía que existía en mí. Y entonces me asusté. Encontrar a los 29 años que hay cosas completamente desconocidas en mi interior, fue un poco aterrador, al tiempo que me emocionó saber que nada es definitivo, ya que todo puede cambiar en un instante.

Para aclarar mis dudas y angustias fui a una de las sesiones más productivas de terapia hasta ahora. De repente ya no me sentí tan mal por lo que he descubierto de mí y al contrario pude ver the big picture. Y es clara. Estoy en un momento de mi vida donde quiero a alguien serio, alguien que se pueda comprometer y que no le tenga miedo a sentir. Alguien que no sea un yo-yo.

Ahora es momento de dejar la fascinación, reflexionar en el para qué y continuar enfocándome en mí, en mi proyecto personal y mi historia. Tal vez no sea fácil, pero es lo mejor para mí.


*** Is all this the result of you breaking me?

jueves, 6 de octubre de 2011

Preguntas

Sé que ante todo lo que tengo es cansancio. Y que por eso todo se siente más intenso.

Pero se siente.

Hoy fue un día largo. Muy. Largo. Y al final caí en la tentación de preguntar algo a sabiendas de que la respuesta no sería satisfactoria. Y tal vez sea que la terapia si ha servido, porque en este momento mi frustración no es con la respuesta ni con la persona de quién vino. Es conmigo misma.

Todo el tema es que pedí una validación y entonces todo el trayecto del taxi de regreso a mi casa me pregunté: ¿para qué necesito yo esa validación? ¿por qué la necesito? ¿por qué necesito que alguien más me defina?

Lentamente me he dado cuenta que me es más fácil verme en los ojos del otro que por mis propios medios. He tenido que preguntarme por qué le tengo tanto miedo a verme a mí misma. En teoría sé quién soy y eso me gusta... pero en la práctica, me encuentro a mí misma buscando validación de alguien que sé que no me la va a dar y que para mi tristeza, no es la amiga que yo creía que era.

Aún no sé la respuesta. Pero es algo que necesito cambiar. Necesito estar tranquila con lo que soy, lo que hago y cómo vivo mi vida. Esto no significa que no quiera oir a los otros, conocer su opinión... pero es eso. Una opinión. No una definición.

Hoy hubo tres definiciones. La de alguien que dijo que todo era grandioso, me abrazó y me hizo sentir muy bien. La mía, donde yo me sentí bien, me sentí tranquila (a pesar de que no paré de correr en todo el día) y me sentí orgullosa de mi propio crecimiento. Y la otra, que cuando la pregunté, recibí un frío "bien" cuyo subtexto era exáctamente lo contrario. Me hubiera podido quedar con la primera y/o la segunda y volver a mi casa contenta, sintiéndome satisfecha y tranquila. Pero la que pesó fue la tercera. Se clavó en mi interior y me llevó al punto de preguntarme, ¿por qué es precisamente esa la que decido tomar? ¿por qué es la que resuena en mi cabeza? ¿Por qué es tan difícil que me oiga a mí misma y me quede con lo que me hace bien?

No esta bien. No es lo que quiero para mí. Es algo que necesito cambiar. Y sé que la terapia esta para eso. Pero aún no sé exáctamente cómo hacer esa transformación en mi interior.


viernes, 2 de septiembre de 2011

Preguntas que rondan mi cabeza

Como ya he dicho muchas veces, las palabras siempre tienen un efecto grande en mi vida. Ciertas frases se quedan clavadas en mi alma y resuenan en mi cabeza durante años. Uno de los ejemplos más recientes es de la canción Fuckin' Perfect de Pink:

Made a wrong turn
Once or twice
Dug my way out
Blood and fire
Bad decisions
That's alright
Welcome to my silly life

Hay días en que siento que en realidad mi vida es "Silly" que doy vueltas sin sentido. Que me muevo en círculos, llegando siempre al mismo lugar. Hoy me pregunto si me es posible reinventarse, soltar la comodidad de la estabilidad y arriesgarme.

Ayer me entregaron mi documento migratorio donde me dicen que tengo derecho a un año más en México... Esto me ha generado la incomodidad de sentir que estoy echando raíces sin estar realmente convencida que éste es el lugar donde quiero hacerlo. Es cierto que en los últimos meses me he sentido mucho más contenta con mi vida (incluso con el post-drama de Open-boy), la terapia me ha servido, me gusta mi trabajo, estoy aprendiendo, tengo retos nuevos y he comprobado que si hay posibilidades de conocer a alguien, así no esté segura de que los que he conocido permanecerán cerca.
Sin embargo, a veces me pregunto si ésta es realmente la vida que quiero vivir.

Y cuando pienso en todas las posibilidades por haber... no dejo de preguntarme ¿Cómo?


miércoles, 20 de julio de 2011

Las preguntas del momento

El lunes fui a la segunda sesión con la psicóloga y hablamos de las preguntas que deben hacerse y aquellas que no tienen sentido. No se trata de preguntar "por qué"... sino "para qué".

Y me gustó la idea. Los por qué duelen mucho: ¿por qué apareció para no quedarse? ¿por qué su silencio? ¿por qué sus palabras? ¿por qué hace lo que hace? ¿por qué no podemos explorar el potencial que teníamos? ¿por qué no tengo derecho a ser feliz con él? ¿por qué elige lo que elige? ¿por qué no puedo quedarme con el hombre que encontré y que tanto ha significado? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? No hay respuesta para estos por qué y por eso duelen tanto.

En cambio cuando pienso en el para qué, las cosas dejan de relacionarse con él y la historia se vuelve mí historia. ¿Para qué abrí mi corazón? ¿Para qué me arriesgué a amar? ¿Para qué quiero usar lo que sucedió?

Aún no tengo claras las respuestas a estas preguntas... Intuyo que para crecer, para ser mejor persona, para recordar que no puedo darme por vencida.

Con lágrimas le acepté a la psicóloga que antes de que Open-boy apareciera yo me había dado por vencida, cansada de sentir que no se podía, dejé de intentarlo y me convencí que no había chance de amar. ¿En qué momento dejé de creer en mí? Años de soledad, de tristeza, de sentirme incorrecta y complicada sirvieron para convencerme que no había futuro y que mi corazón estaba mejor si permanecía cerrado.

Pero no quiero seguir así. Por fin entiendo que todo lo que Open-Boy me hizo sentir acerca de mí misma: atractiva, inteligente, interesante, divertida, bonita y valiosa, realmente existe en mí. Y que si él lo vio es porque es.

Aún no comprendo muchas cosas... y de tanto en tanto mi corazón se llena de los por qués que tanto duelen. Pero también he entendido que la gran respuesta al para qué es simple:

Para que me atreviera a preguntarme ¿quién soy? y solo así eligiera vivir la vida que quiero.