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viernes, 7 de diciembre de 2012

Mínimo común denominador

Ok, vamos por pasos. Esta no es una entrada sobre matemáticas, porque para empezar no sé sumar. Mucho menos escribir sobre matemáticas. 

Ahora... esta tiene que ser la entrada más patética que haya escrito. La más reveladora, y miren que este año escribí sobre desnudarme en público y lo que uso cuando me llega la regla.

Ya en varias ocasiones he aceptado que mi verdadero talento en la vida es el cyberstalkeo. Estoy segura de que algún día esto será un trabajo y entonces yo me ganaré millones. Seré la detective privada del futuro. Y sí... es un poco patético andar averiguando la vida de gente que ya no esta con uno. Pero quiero que alguien me diga que jamás lo ha hecho. Para rematar, yo de tanto en tanto me encuentro cyberstalkeando a las nuevas chicas de mis ex's. 

Y de eso es que se trata esta entrada. 

Resulta que ayer descubrí que la ex de un ex, es conocida de Gabidearest . Se siguen en Twitter y por Instagram. El ex en común fue un tipo con el que yo salí hace muchos años, que no fue nada memorable en mi historia personal y del que jamás llegué a enamorarme. Por la época en que terminamos, el tipo empezó a salir con la niña y yo a verle su Facebook (era la época antes de Twitter). Entonces ayer la reconocí cuando algo le comentó a Gabidearest (ya sé... soy una psicópata). 

Aparentemente la niña es bastante chévere, "buena papa" en las palabras de Gabidearest. Al volver a ver sus fotos en Facebook (gente aprendan... cierren sus perfiles si no quieren que alguien como yo termine enterándose de en dónde pasaron sus vacaciones y que el fin de semana pasado fueron a cine) pensé que efectivamente esta niña y yo tenemos cosas en común. Toma fotos que a mí me gustan, ha viajado a lugares donde yo he estado y pone cosas que me interesan. Al menos por lo que se ve, podríamos ser amigas. 

Y entonces me puse a pensar cómo es que esta niña y yo, tenemos de común denominador a un tipo con el que yo jamás me conecté del todo y con el que en realidad salí porque estaba sufriendo del mal de vereda

La cosa me genera curiosidad especialmente porque en mi rampante patetismo el otro día descubrí el Twitter de la chica del Ex. Ese al que amé con todo mi corazón, que me tomó años de terapia superar, con el que casi no terminamos de terminar... Ese que durante tantos años fue el hombre al que más había amado en mi vida. Y ese Ex esta con una vieja que es totalmente opuesta a mí. De la que nunca sería amiga y que en realidad ya me cae mal por todo lo que dice. Al menos en Twitter la niña es una hater intensa, que pelea contra el mundo y que básicamente está en contra de todo lo que yo estoy a favor. 

Ahora... es cierto que ese Ex era absolutamente distinto a mí. Y que en realidad estaba en contra de todo lo que yo estoy a favor. Teníamos visiones opuestas del mundo. Siempre pensé que él necesitaba una niña como con la que está. De pelo perfecto, aretico de perla y que vaya a misa con él. Pero no deja de sorprenderme que a ella y a mí nos una algo. Y que ese algo sea algo que fue tan importante como el Ex. 

Es cierto que han pasado muchos años desde que yo me enamoré de este hombre. Que yo era distinta. Pero jamás fui como ella. Jamás hubiera escrito lo que ella twittea. Jamás lo habría pensado. Y eso lo sabía el Ex. Finalmente la mayoría de las peleas eran por eso. 

Tal vez la cosa es que yo he cambiado mucho más de lo que pude imaginar. Tal vez es que él se ha radicalizado aún más y necesita a alguien mucho más radical. O tal vez es que solo alguien muy radical puede estar con él. 

Lo que sí es que no deja de sorprenderme que entre esa mujer y yo, haya tanto en común. 







miércoles, 3 de octubre de 2012

Ese ex ya expiró...

Llevo varios días pensando en las fechas de expiración de los ex's. 

 
Y es que yo creo firmemente que con los ex's hay un momento donde pueden dejar de calificarse como ex novios. 

Pongamos a mi mamá como ejemplo. Uno de sus mejores amigos en la vida fue su primer novio. Por allá cuando ella tenía 17 años y estaba en el colegio. Desde entonces ha habido muchos novios, un esposo y años y años de que no pase nada entre ellos. Yo estoy convencida de que ya dejaron de ser ex's y que lo que define su relación es la amistad de cuarenta y tantos años. 

Pero para que la fecha de expiración funcione se requiere de algo muy básico: la relación tiene que haberse superado completamente. Claramente si el ex es ese personaje en el que uno sigue pensando, que le genera conflicto, en el que uno piensa cuando no tiene en quién pensar... pues el tipo no ha dejado de ser ex novio. Ni siquiera se trata de que uno siga muy enganchado, pero si el tipo sigue generando algún tipo de conflicto, la cosa no ha expirado. Sigue siendo ex novio y punto.

Pero hay un bonito momento en la vida en que uno no solo ya olvidó al ex novio, sino que ya realmente todo se desvaneció y no dan ganas de nada. Para mí, ahí ya el ex-noviazgo expiró. A veces eso significa que uno puede ser amigos y a veces significa que ya uno no tiene ningún tipo de contacto y vive tranquilo con el tema. 

La parte extraña surge cuando de repente, uno se da cuenta que ese ex-noviazgo que uno consideraba absolutamente expirado... no esta superado del otro lado. Y que cada uno estaba actuando bajo lógicas diferentes. Ahí entonces, como bien diría ese amigo de mi mamá, que carga con 4 matrimonios encima... ahí la cosa se pone complicada porque se le daña a uno el divorcio. 

Y ese sí no se puede arreglar. 






 


miércoles, 4 de enero de 2012

Lo divertido de lo light

Esta ha sido una visita diferente a Colombia. Navidad en Cartagena con mi papá y luego días en Bogotá, los cuales han sido distintos. Adri no esta, mis amigas en su mayoría tampoco, mi tía se fue de viaje al igual que mis primitos así que de repente me encontré con el espacio para hacer otro tipo de planes, hacer otras cosas y ver gente que no veía desde que me fui.

Y en esos reencuentros, reapareció una buena amiga con quién en algún momento de la vida salía mucho en plan de rumba y quién en su momento me presentó a JC con quién siempre me divertí pero con quién la cosa nunca terminó de cuajar. Salimos un tiempito pero la cosa al final no funcionó. A JC lo quiero porque me trae recuerdos muy chéveres y aunque nunca encajamos, es alguien con quien pasé muy rico y es una buena historia para recordar. Así que una noche en esta visita, de repente estuve rumbeando con ellos, reviviendo una muy buena época de mi vida. Y claro, la química seguía ahí y la atracción también. Así que dejé que las cosas fluyeran y recordé lo divertido que es tener un romance light.

Con JC nada va a ser serio. No vamos a sentir grandes cosas el uno por el otro, no nos vamos a enamorar ni sentiremos una enorme conexión que genere fuertes sentimientos y me haga terminar en conversaciones hartísimas como las que tuve con Possibility-Boy. No lo haremos porque no es lo que somos y porque además, no tenemos el tiempo de que pase nada distinto a un par de salidas divertidas, coquetas y absolutamente lights.

Luego de un año donde una vez se abrió mi corazón, los personajes que aparecieron, generaron profundas e intensas emociones, las cuales estoy feliz de saber que puedo sentir... es maravilloso también tener unas vacaciones de tanta intensidad y simplemente encontrar a alguien con quién me río, a quién puedo molestar en español (y aún mejor... en colombiano!), rumbear como hace mucho no hacia, quedarme hasta las 4 de la mañana echando lora (de nuevo, soy feliz de hablar en colombiano) y tener un romance veraniego, sin dramas, y sobre todo, sin conversaciones sobre lo que somos y no somos ni reflexiones sobre lo que pasará más adelante. Aquí todo es light, chévere y extremadamente divertido.

Y por eso, esta noche, estoy muy feliz.


*** El universo no deja de querer demostrarme que la vida es irónica, que Bogotá es un pueblo donde todo el mundo conoce a todo el mundo y me encontré sabiendo cosas fuertes sobre el Ex... quién se lo hubiera imaginado.



sábado, 1 de mayo de 2010

Nostalgia de los 90's

Esta fue una semana MUY intensa. Tan intensa que ni siquiera acepté que estaba incapacitada. Y en medio de las carreras y el estrés, me llegó un mail de Novio-número-dos, diciendo que viene a México por 10 semanas a un summer job.

V habla del ex-novio trauma y ese en mi caso claramente es el Ex. Pero Novio-número-dos fue el novio que definió el estándar de qué era estar enamorada, que era querer a alguien con todas mis fuerzas y que fue sentir que jamás lo superaría. Al día de hoy sigue siendo el novio más parecido a mí. Después de terminar con él dejamos de hablarnos por 5 años. Y aún cuando dejé de pensar en él, de recordar su exisstencia y dejó de dolerme, nunca dejé de extrañar un poco su presencia en mi vida. La verdad es que antes de ser Novio-número-dos, él fue mi primer mejor amigo. Nos gustaba el mismo cine, los mismos planes, libros, etc. Y aunque él era fan total de Metallica y yo no, en el resto de la música coincidíamos. Y ahora pienso que eso era lo que más extrañaba de él. Más que el novio, yo extrañaba al amigo.

Cuando terminamos pensé que jamás dejaría de doler. Y por cinco años no nos hablamos. Y luego, un día, mi mejor amiga logró que habláramos. Y la química seguía intacta. La misma conexión profunda que tuvimos desde el día que nos sentamos en un café a contarnos nuestras historias de dolor. Así que él volvió a estar en mi vida. Y por un momento en la historia, hubo algo parecido a un dating. Pero el daño que yo le hice cuando terminamos no se había ido y a él le daba pánico acercarse. Yo recuerdo tener mis propios issues al respecto pero hoy ya no sé cuáles eran. Así que nos volvimos a alejar. Pero ya no fu tanta distancia, a veces comíamos, a veces hablábamos y era tenerlo en mi vida de alguna forma y eso esta bien.

Y entonces esta semana me entero que viene a vivir a mi ciudad. Y la verdad es que me da emoción. Y estando en esta emoción ahora veo muchas cosas que me recuerdan nuestro pasado. Han empezado a dar Dawson's Creek y hoy dieron la lista de las mejores canciones de los 90's en VH1... y el 90% de las que yo conocía, me recordaban momentos con él. Así que mientras descanso en mi cama.... recuerdo mi adolescencia y me pregunto cómo será ver al Novio-número-dos en México.

martes, 8 de diciembre de 2009

Home?


"There are 3 things you just can't do in life. You can't beat the phone company, you can't make a waiter see you unitl he's ready to see you, and you can't go home again". Bill Bryson.

Y si. Uno no puede volver a la casa. Hoy al final de mi jornada laboral tuve un ataque de pánico respecto a la idea de ir a Colombia. V me invitó a una lechona. Y es tonto y es estúpido pero eso trajo de vuelta todos los fantasmas de ya no vivir en Colombia. Fantasmas que tengo bien escondidos y guardados en un cajón.

Pero la verdad es que de tanto en tanto me entra el ataque de... ya no pertenezco, ya no soy parte de nada de lo que un día fui parte, "I can't go home again". Y en términos prácticos es cierto. Mi casa la vendieron. La casa de mi tía donde fui tan feliz tantas veces... también la vendieron. La casa de mi otra tía donde no fui tan feliz pero donde hay recuerdos... vendida. Y eso es sólo en mi familia.

Mis amigos... mi grupo de amigos ha pasado por toda clase de cambios desde que yo me fui. Dejaron de hablarse, volvieron a hablarse, se quisieron, no se quisieron, se quisieron de vuelta. Durante mis últimos meses en Colombia encontré a alguien con quien mi mundo se amplió y salíamos constantemente por temas laborales. Y aunque quiero a ese alguien con todo mi corazón, las últimas veces que fui a Colombia fue casi imposible verlo. Entonces tengo la sensación de que si hoy volviera... no podría salir con él como antes.

Y esta un tema aún más tonto y más ridículo pero que simplemente no he podido superar. El año antes de venirme tuve un pequeñísimo romance con alguien que tristemente significó muy poco en mi historia personal. Sin embargo, al poco tiempo de terminar él decidió hacerse un lugar en mi grupo de amigos. Y lo logró. Lo logró tanto que empezó a hacer planes donde yo no estaba invitada. Y eso me dolió profundamente. Eran mis amigos, era la casa de mi mejor amiga, eran los planes que usualmente hacíamos... y de repente, yo ya no podía ir. Y unos meses más tarde... me vine a México. Y mientras mi ausencia se consolidó... su presencia también lo hizo. Hace un año fui, era la época en que mi grupo de amigos no se hablaba. Y aún así, era claro que mi ex no estaba listo ni dispuesto a darme un espacio.

V dice que el tiempo ha pasado. Y es cierto. Lo que él no se da cuenta es que para mí las cosas no han avanzado porque yo no he vuelto. Y sé que en lo que han cambiado es que se han acercado a él. Y el grupo ahora es con él. Siento que él me reemplazó. Y que yo ahí no tengo un lugar.

Pasa el tiempo y yo cada vez siento más que no pertenezco al mundo de allá. Que ese ya no es mi home. Y sé que empiezo a consolidar mi vida aquí. Trabajo, amigos, corazón. Pero alguna vez llegará a ser home? O es algo que ya perdí para siempre?



sábado, 26 de septiembre de 2009

Historia 3: Voldemort

Antes de empezar con la tercera historia, es necesario mencionar un incidente muy extraño. Algo que además, me recordó la historia de Voldemort. El jueves fui a ahogar mi tristeza a Coyoacán con mi mejor amiga. Estabamos tomándonos una ginebra muy tranquilas cuando de pronto lo vi. En la calle del frente estaba Psycho-Jesus. No lo veía desde aquella fatídica segunda cita y ahora ahí estaba. En la ciudad de 20 millones de personas y yo me lo encuentro. Y me lo encuentro justo después de escribir sobre él.

Como pasaba con Voldemort.

Así que para continuar invocando mi mala suerte, hoy escribiré la historia de Voldemort.

Voldemort por supuesto no se llamaba Lord Voldemort, tenía un nombre, un nombre bonito incluso, pero dado que cada vez que contaba su historia, en menos de una semana me lo encontraba, mi mejor amiga de la universidad lo rebautizó Voldemor, El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado.

Pero este es el final de la historia. A Voldemort lo conocí en mi segundo semestre de universidad. Un semestre fatídico en el que terminé con mi novio y lloré todos los días. Todavía estaba en ese período, cuando un viernes asistí a una reunión del periódico universitario del que hacia parte. Como invitado especial estaba Voldemort quién era un estudiante de noveno semestre de otra universidad. Diseñador gráfico o algo así. No era bonito. Yo no me fijé en él porque desde que había terminado con Novio-número-dos, yo no me fijaba en nadie. Yo sólo lloraba.

Pero aparentemente él si se fijó en mi. Y ese día me invitó casualmente a ir a cine con él y otros del periódico. Yo decliné la oferta sin pensarlo porque ya tenía plan. Una semana más tarde me encontré con él en frente de un ascensor de la universidad. Me dijo que le alegraba verme y que me estaba buscando. Que si quería salir con él. Yo había hecho planes con un amigo pero no eran definitivos. Así que quedamos en que me llamaría más tarde y cuadrabamos para vernos. Mi amigo llamó un rato más tarde y propuso que cambiaramos la salida para el día siguiente. Yo acepté feliz pensando que tendría mi date tranquila.

Voldemort llegó ese viernes a mi casa y me llevó a uno de los sitios a los que mi ex solía llevarme. Pero esto no me generó tristeza. Yo estaba tan contenta con Voldemort que ni me acordé del ex. Hablamos y hablamos. Era inteligente y había hecho muchas cosas. Había sido locutor de radio, hacia el diseño gráfico de la revista Shock y yo ya no me acuerdo que más cosas. Yo que tengo mi delirio por los pilos quedé matada. Salimos del bar y volvimos a mi casa donde nos quedamos hablando hasta las 4 de la mañana. Hubo un abrazo largo a la despedida y yo esa noche me dormí con una sonrisa.

El sábado amanecí contenta. Me llamó pero sabía que yo estaba ocupada así que me invitó a tomar onces el domingo. Acordamos mi casa y yo quede contenta. El domingo me cambié varias veces y ni me acordé de mi ex. Hablamos largamente. Recuerdo que hizo una analogía entre el portero de fútbol y la red que yo no entendí del todo pero era sobre como nos estabamos enredando el uno en el otro (súper porno barato... que oso). Y entonces nos dimos un beso, que pasaría a mi historia personal como uno de los peores de mi vida.

Además de un evidente falta de química y de la pésima técnica de su parte, yo contribuí a dañar el beso ya que me acordé de mi ex y me sentí culpable (siempre he sido estúpidamente fiel). Le di un abrazo y lo despaché de mi casa entendiendo que había ido demasiado rápido. Le lloré a mi mamá quién me tranquilizó diciendome que era un date casual, que no tenía que preocuparme y que además, no tenía motivos para sentirme culpable ya que yo estaba soltera.

Al día siguiente con un fuerte sentimiento de culpabilidad decidí evitar toda la situación escondiéndome en la casa de mi mejor amiga de la universidad. Rentamos un par de películas y me quedé en su casa hasta las 9 y media de la noche. Llegué a mi casa mucho más tranquila y sintiéndome menos culpable. En el momento en que abrí la puerta oí a mi mamá decir que yo todavía no había llegado pero que en cuanto llegara me avisaba. Subí y le pregunté quién era: Voldemort, quién ha llamado 4 veces desde que yo llegué y otras 5 a lo largo del día. Nueve veces en un día???? No tenía mucho sentido.

Así que marqué el número que mi mamá, mi abuelo y mi empleada habían anotado en diferentes papelitos. Contestó una voz femenina:

- Buenas noches, Voldemort por favor?
- De parte de quién?
- De Lina
- Ay Hola Lina, habla la mamá de Voldemort, que rico oirte. Mira él se acaba de sentar a cenar pero apenas termine yo le digo que te marque.
- Ehh este, bueno si. Gracias.
- No te preocupes, Voldemortcito (efectivamente ella añadió un cito al nombre de su hijito) seguro te llama, de todas formas espero verte por aquí muy pronto porque tengo muchas ganas de conocerte. Que rico oirte.
- Ehh ahh si, lo mismo. gracias. Hasta luego.

Ah?? En nuestras únicas dos dates, Voldemort y yo jamás habíamos tocado el tema de la mamá. Por todo lo que yo sabía, a él lo habían criado los lobos. Y ahora su mamá sabía todo de mí, le parecía rico oirme y esperaba verme pronto en la casa. Colgué absolutamente espantada y llamé a una amiga. Mientras tratábamos de descifrar a este personaje que aparentemente llevaba tanto tiempo solo que bastaba un beso para que la mamá fuera feliz, sonó la otra línea.

Era él. Le colgué a mi amiga y empecé a hablar con Voldemortcito. Su primera pregunta fue que en dónde estaba yo a las 10 de la mañana. Pues en la universidad (tenía 18 años, en dónde más iba a estar un lunes a las 10 am?). Ahh, es que quería verte y fui por los lados de tu casa, pero me dijeron que no estabas. La conversación siguió con más o menos normalidad hasta que dijo algo sobre como tenía muchas ganas de darme besos como si fuera un vámpirito (si... dijo vámpirito, a lo mejor es el hijo perdido de Uribe). Y yo ahí no pude. Yo que seguía sintiéndome culpable y espantada por tan mal beso, decidí que había que frenar las cosas.

- Mira Voldemort, yo te dije que acabo de terminar una relación muy seria y que este no es mi mejor momento. Yo quisiera que fueramos un poco más despacio.
- ¿Más despacio?
- Si, yo no quiero hacerte daño y siento que tu vas muy rápido.
- Ay... yo no quería que lo nuestro se acabara tan pronto!

Lo nuestro??? Acaso Voldemort era una niña de la era Victoriana? Un beso no es una relación, no es un lo nuestro!

Colgamos, él triste, yo aterrorizada de pensar que este era el mundo del dating. Como siempre, muy pronto estaba riendome de tan bizarro encuentro y contándolo. Y así se construyó el mito de Voldemort. Cada vez que lo conté, en el plazo de una semana me lo encontré. Esta vez no sé qué sucederá. Ya no estoy en Colombia. Pero juro que si luego de publicar esto, me encuentro con él en México le pongo una orden de caución.