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viernes, 29 de junio de 2012

One week Volumen 2

Ayer leí mi entrada One Week. Que diferencia entre esa primera semana y esta primera semana. Alguna vez conoci a alguien que decía "edificios más altos se han caído" y si... la verdad es que todo se resume en que edificios más altos se han caído en mi vida y sé que este ni a duplex llegó. Y eso, me genera una tranquilidad que nunca había tenido.

Pero como en todo hay subidas y bajadas. Hay momentos donde me acuerdo y me pesa. Donde me da rabia que las cosas no continuaran fluyendo. Ya no sé si es que él se mostró como algo que no era o si cómo sugirió mi psicóloga, aunque se mostró como realmente es la presión de sus líos sin resolverse lo hizo poner una máscara que logró que los dos nos desencantaramos. Eso no importa. Lo que fue en las últimas semanas es lo que iba a seguir siendo y lo único que podía ser. Y los dealbreakers solo iban a seguir haciendo ruido.... Pero de tanto en tanto, lo extraño.

Y entonces me pesa sentir que él no me piensa. Que él no me extraña. Y sé que da lo mismo. Si me extraña o no. Pero me duele sentir que ese que se abrió, que me mostró lo que había en su interior y que me quiso... hoy ni se acuerda.

Eso suele pesar más cuando recuerdo lo bonito. Acepto que pasa menos seguido de lo que hubiera creído. A veces como hoy, es en medio de una comida, donde la gente habla de cosas sin importancia y algo me recuerda un buen momento con él, cuando me sonreía con cariño o buscaba mi mirada en medio de la conversación de grupo. 

No debo ir ahí. Me debo quedar donde he estado tranquila. Donde sé y siento que lo mejor fue desprendernos y aceptar que en realidad juntos no podíamos.


viernes, 22 de junio de 2012

C'est fini

¿Qué es lo que estoy sintiendo?

Hoy he pasado de un sentimiento al otro. Extrañamente en mí... no he llorado. 

Tengo tristeza de sentir que pudimos haber sido algo grande... Me duele sentir que él se mostró como alguien que en realidad no era. Y aunque sé que no lo hizo para herirme, esto también me genera rabia. Pollo me preguntó si fue una sorpresa que terminaramos. La verdad no. Y aunque ayer fue una conversación extremadamente triste donde me dijeron algunas de las cosas más dolorosas que haya oído... tuve que aceptar que eran ciertas. Que somos muy distintos, que vemos la vida de forma diferente, que cada día aparece un nuevo muro entre nosotros y que para qué seguir dándonos contra las paredes. 

Él ve ciertos muros que para mí no son graves. Pero yo me había negado a ver los que para mí sí son complicados... que a él no le gusta viajar, que un fin de semana de paseo no es motivo de felicidad, que no contempla su vida por fuera de esta ciudad... Que no habla y que se abruma y termina explotando sin decir nada. Que dejó de ser (o nunca fue) el niño que a la semana y media me dijo que me quería, que me llamaba a decirme que le hacia falta y que quería compartir su mundo conmigo, para convertirse en ese que es distante, que no dice las cosas, ese con quien la vida se convirtió en un drama, donde yo me sentía insegura, needy y confundida.

So of course I miss you and miss you bad 
But I also felt this way when I was still with you

Y entonces hoy me desperté sabiendo que vuelvo a lo mismo de siempre. Sola. A lo largo del día me he dado cuenta que  me pesa profundamente perder la compañía, el tener planes para los fines de semana y ese a quién contarle mi día. ¿Cómo es que eso es lo que más me pesa? Eso que tan poco tiene que ver con lo que él es como persona. ¿Lo quiero a él o la compañía que él me daba? ¿Por eso no estoy tan triste? 

¿Al final el tema es que me dio en el ego porque yo lo quise más de lo que él me quiso a mí? Porque no voy a negar que me duele saber que probablemente él tiene menos sentimientos que yo respecto a esta situación. Que él no tiene el hueco en el estómago que tengo yo. Y entonces me acuerdo de esa entrada de Solterica donde dice

Siempre que termino con un tipo y empiezo mi proceso de esperar a que el sistema procese la solicitud de baja, me siento un poco estúpida de ver que para el otro fue una cuestión de 30 segundos. Más que estúpida me hace sentir psicótica. Me pregunto si no habrá sido todo un delirio mío, si la relación estaba solo en mi imaginación y si en realidad esas conversaciones que creí haber tenido con el tipo las tuve con las voces de mi cabeza esquizofrénica, o esos recuerdos son parte de la alucinación.  Si no, ¿cómo más se puede explicar que el tipo que hace dos semanas era supuestamente feliz conmigo ahora se porte como si acá no hubiera pasado nada?

Y sí. Eso es un poco lo que siento. Que al final, le vale huevo. Y que por qué a mí no. Porque aunque este tranquila, aunque me pregunte si lo que voy a extrañar es la compañía y no a la persona, aunque mi cabeza me diga que maybe it was for the best... no voy a negar que lo quiero y que me duele perderlo. Y que me hubiera gustado que todo fuera diferente, que nuestros muros no fueran tan pesados y que el hombre del que yo empecé a enamorarme... siguiera por ahí, cerca de mí. 

lunes, 4 de junio de 2012

The moment just passes you by

Michael O'Neill: Kimmy says if you love someone you say it, you say it right then, out loud. Otherwise, the moment just...
Julianne Potter
: Passes you by. 

Y así uno crece creyendo que las palabras son importantes, que las cosas que se callan pesan cuando la vida se encarga de que uno ya no las pueda decir jamás. Sin darme cuenta a qué horas, en mi cerebro se creó una unión la idea de silencio y la de informalidad. Tantos días de no decir lo que siento, quiero o espero, por esa maldita lógica de "y a cuenta de qué le voy a decir eso" o peor aún por el espantoso miedo de "si le digo eso, se va a ir y yo me quedaré sola".

Y ahora debo enfrentar un silencio distinto. Hacer un leap of faith para creer que las acciones son palabras, que no hay informalidad y que aún cuando no tengo los indicadores para saber cuándo algo es importante... las cosas son importantes y los sentimientos están ahí. Pero no sé si pueda o deba hacerlo.  Y no sé cuál es el punto intermedio donde los dos nos sintamos cómodos y las cosas continúen fluyendo.






Y lo que menos quiero es que the moment just passes us by.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Historia 2: Psycho Jesus

La semana pasada inicié esta serie sobre los personajes con los que he salido. Hoy vamos con el segundo personaje, mejor conocido como Psycho Jesus.



Como todos mis personajes, este empezó pareciendo lo más de normal. Lo conocí en la cineteca en una de esas coincidencias que a veces me hacen creer que el destino existe y todo esta escrito en una piedra cósmica. Los dos ibamos solos, nos sentamos cerca, pronto nos encontramos hablando y al terminar la película fuimos por un largo café. (Para mayores detalles aquí esta la entrada que escribí aquel día antes de ser conciente de lo freak que era el personaje: http://divagacionesextras.blogspot.com/2009/06/happy-go-lucky.html). Ese día noté la tendencia a analizarme pero en su momento me pareció chévere: "se le nota que es filósofo. cuestionó cada frase y me puso a pensar". El personaje ante todo me pareció normal y por eso le di mi teléfono con la esperanza de volver a saber de él.

Unos días más tarde llegó a mí el mensaje de texto más miedoso de mi historia:

"Ay, Lina!... Pasa el tiempo y yo conservo vivo tu recuerdo! Pienso en tu voz, en tu acento y tu sonrisa! Te recuerdo soltandote el cabello o llevandote los dedos a la boca para limpiar de ellos los restos de chocolate, y yo deseando que tu boca fuera la mía para prestarte ese mismo servicio!.. Me gustas, Lina, y tengo ganas de volver a verte!"

Fue a las 11 de la noche de un domingo y yo quedé paniqueada. Así que le respondí (grannnnn error) que a mí me había gustado conocerlo, que podíamos algún día tomar un café pero que yo prefería ir despacio. Pensé que así se relajaría un poco y dejaría de mandar mensajes porno. De nuevo me equivoqué:

"Yo digo que sí, por supuesto! Dime cuando y en donde sugieres! Y de lo otro, bonita, vayamos despacio entonces, pero eso no impide que te diga que quiero colmarte de besos y caricias!"

En realidad lo que significaba mi mensaje era exáctamente eso, que por favor no me mandara mensajes con las palabras besos, caricias ni aluciones a mis dedos y boca. Yo no respondí nada. Pero al día siguiente cuando le conté a mi mamá pensando que se escandalizaría, recibí una respuesta aún más sorprendente: "bueno, es claro que el personaje tiene intenciones sexuales evidentes... pero eso no esta mal... a lo mejor es muy directo pero no dices que te aburre que los mexicanos no son directos?".

Ante esta evidente pérdida de confianza en mis futuros prospectos por parte de mi señora madre decidí preguntarle a mi mejor amigo mexicano a ver si opinaba que los mensajes de texto eran tan miedosos (y un poco lobos) como me parecían a mí. De nuevo para mi sorpresa, a él no le parecieron tan graves y me dijo que tal vez debería perdirle el mail para medir un poco qué tan psicópata era el personaje. Como el niño se llamaba Jesus y yo andaba encarretada viendo la cuarta temporada de One Tree Hill donde Peyton habla de Psycho-Derek, empecé a hablar de Psyco-Jesus.

Y la verdad es que estaba en una de esas épocas en donde no tenía prospectos en el horizonte. Mi amigo erótico me tenía abandonada y no había nadie más en quién pensar. Así que decidí intentar comunicarme con él a punta de mails. La excusa era perfecta: a la semana yo me iba 3 semanas a Estados Unidos y sólo podríamos escribirnos. Con muy poco entusiasmo Psycho-Jesus aceptó y empezamos a escribirnos.

Los mails eran chéveres. No lo niego. Pero seguía siendo increíblemente intenso. Hablaba de "nosotros", mandaba besos, caricias y demás. Y yo no sabía muy bien cómo explicarle que no había un "nosotros", que nos habíamos visto dos horas y que francamente yo no me acordaba muy bien de cómo es que era. Pero de nuevo... era un buen distractor en el estres de mi curso de verano, eran mails entretenidos y yo no tenía nadie más en quién pensar. Él argumentaba que su intención no era asustarme sino por el contrario hacerme claro que yo realmente le gustaba y quería tener algo serio conmigo.

Dejando de lado mis profundos issues con el compromiso... seamos sinceros, el tipo me había visto dos horas. Y yo seré chévere y todo pero en dos horas uno no conoce nada de la otra persona. Pero ahí iba él diciendo como yo le encantaba y fascinaba. Hablando de mi cabello (let's not go there) y de lo mucho que anhelaba verme.

Y finalmente volví a mi casa. Me pidió mi teléfono y hablamos un par de veces. Una noche quiso tener phonesex conmigo. Lo frené y le dije que estaba loco. 1. no soy fan del phonesex, no me entusiasma. 2. uno no puede tener phonesex con alguien a quien ni siquiera le ha dado un beso. Pero esto no fue el único problema, al hablar descubrimos lo que yo ya intuía: que eramos totalmente distintos. A él le encantaba levantarse temprano a hacer ejercicio, no le gusta salir, prefiere las cosas serias (qué cosa con los serios y su atracción hacia mi que soy tan poco seria) y cuando le pregunté su trago favorito respondió que los jugos boing (que además, son feos). Y para rematar él se había convencido que yo era alguien que no soy (seria, madrugadora, aburrida y trascendental).

Pero había que confirmar las impresiones saliendo. Acordamos vernos un sábado y el propuso vernos a las 10 de la mañana. Me rehusé y le expliqué que no hay posibilidad en el mundo de que yo vaya a un second date cuando el reloj todavía no ha puesto el pm. Conciliamos en las 5pm (seguía incomodándome el tema de que fuera de día pero por lo menos no tenía que levantarme temprano para el evento). Y él decidió que debíamos repetir exáctamente nuestra primera salida: película en la cineteca, café caminando. ahhh la cursilería.

Yo tenía miedo de cómo sería ese primer encuentro. Llevaba un mes diciendo lo mucho que me deseaba y lo mucho que anhelaba estar conmigo. Como le dije a mi mejor amiga: "I don't want him to say hello to me stucking his tongue down my throat". Afortunadamente se limitó a darme un abrazo.

Y a la salida de la película pasó de ser Pyscho-Jesus a Freud-Jesus. Un bonito recuerdo de mi psicoanalista y del gringo (ver entrada anterior): "eso es un punto interesante el que tocas, ahondemos por favor", "por qué te sientes inclinada a decir eso?", "qué te hace manifestar eso?" (además hablaba como un profesor de principios del siglo pasado). Arghh. No sé. No sé porque digo ciertas cosas que digo. No soy una tesis doctoral, no tengo por qué justificar cada frase que digo. Así que lo frené y le dije que no soportaba más el tema.


Ante esto, encontré que mi negativa de ser analizada en cada frase era precisamente su deal-breaker. Me miró con seriedad y me dijo que él no podía renunciar a eso. Nos despedimos con un abrazo y jamás volví a saber de él.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Deal-breakers

Define el Urban Dictionary un Deal-breaker como:

An issue within a relationship that constitutes one partner breaking up with the other. Note that they do not need to be a "good" reason by society's standards, but are specific and individual to each relationship.

Example:
I can't believe he broke up with her because she didn't put out after 10 dates. I guess to him, that was a "deal breaker".

Básicamente un deal-breaker es lo que con mis amigas definimos como los mínimos de una relación. Cada persona tienen mínimos diferentes, esos puntos que no se negocian y que son motivo para no seguir en una relación. O para no intentar siquiera una relación.

Pero ahí el punto se vuelve complejo. Una cosa es estar en una relación y terminarla por un deal-breaker (él quiere tener hijos, ella no) y otra cosa es no empezarla por un deal-breaker. En principio suena lógico. Para qué me meto con este tipo si sé que quiere tener hijos y yo no? (o al revés) Si las cosas funcionan, el deal-breaker estará al final del camino esperando tranquilamente. En este punto, ya sabemos que la gente NO cambia. Así que si en la primera cita le dicen a uno que quieren tener hijos, 3 años más tarde van a seguir queriéndolos. Así uno los lleve a ver la huérfana, damian y los ponga luego a ver Barney. Eso no va a cambiar. Entonces en principio uno se esta ahorrando tiempo y sufrimiento.

El problema es cuando algunos de esos deal-breakers vienen de malas experiencias del pasado. Me explico. Hay límites que uno tiene porque son cosas mínimas para uno: tener o no tener hijos, ser o no ser de una religión, ser o no ser cuidadoso con la $. Pero hay otros límites que uno pone porque en el pasado se ha dado cuenta que es importante ponerlos. Un ejemplo. Durante tres años de mi vida yo salí con un católico efervecente que creía que el aborto en cualquier caso era pecado (no importa si te violó un elefante, debes tener al pequeño elefante... es la voluntad de Dios), que el matrimonio entre homosexuales era una infamia, etc. Y durante tres años fueron temas sobre los que no podíamos hablar sin terminar peleados. Al final resolvimos no hablar del tema. Y yo sabía que el día que tuvieramos hijos el tema volvería a aparecer. Por fortuna nunca me reproduje con el personaje y no fue un issue. Pero hoy, cuando salgo con un personaje que tiene una línea de pensamiento similar... me parece que lo lógico es salir corriendo. DEAL-BREAKER. Ya aprendí que esa clase de temas se convierten en conflicto. Entonces para qué meterme con alguien con quién voy a terminar en conflicto?

Pero realmente son deal-breakers o simple trauma por el pasado? Miedo a repetir peleas? Cómo se distingue entre una cosa y la otra? Cuándo se esta siendo sensato y racional y cuando se esta huyendo, una vez más, de algo que potencialmente puede ser bueno?

Creo que tantos años de relaciones extrañas, amorfas y sin nombre me han vuelto prevenida. Y me cuesta trabajo soltarme. Veo señales de alarma y doy un paso atrás. Y no sé hasta dónde esto es realmente sano para mi. Pero tampoco sé como no dar el paso atrás.


****

PD. El mejor deal-breaker con el que me he encontrado lo puso Psycho-Jesus cuando en nuestra segunda cita le dije que no soportaba que me estuviera psicoanalizando cada frase qué yo decía (qué te hace decir eso? por qué crees que te sientes así? detengamonos un instante a analizar ese último punto que planteas, etc) y él me dijo que entonces a él no le interesaba salir conmigo.

FREAK.

y después me pregunto de dónde me salen tantas prevenciones...