Mostrando entradas con la etiqueta dates. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta dates. Mostrar todas las entradas

miércoles, 24 de octubre de 2012

El Potencial desaprovechado Vol. 2

Hace más de dos años escribí una entrada sobre el potencial desaprovechado donde me quejaba de lo que pasa cuando conozco a alguien que me gusta, me parece chévere, la cosa parece fluir y de repente desaparece. Caen en esos hoyos negros que estoy segura abundan en esta ciudad. 



Dos años más tarde vuelvo a tener la misma sensación. Y vuelvo a acordarme de M que tan bonito me parecía y con quién se coqueteaba tan chévere. O del Rasta que aunque hoy pienso que no hubiera sido tan buena idea (muy hippie para mí) me generaba emoción y con quién teníamos una química increíble. 

Hoy siento la frustración por alguien distinto. Alguien que en el papel se ve increíble, con quién hubo química y con quién me reí. Pero que antes de que hubiera espacio para nada, desapareció en el horrible silencio de los mensajes no respondidos.

Ayer le decía a una gran amiga, que el problema no es que se desaparezca. Finalmente shit happens y no hay nada que hacer. Lo que me molesta y frustra, es la sensación de hubiera podido ser algo chévere. Incluso si al final resultaba que no lo era, como pasó con Mr. M, yo prefiero la certeza de que solo fue una chispa inicial sin un sustento en la realidad, a la sensación de if only. Al menos con Mr. M no tengo la más mínima duda de que las cosas fueron como debían ser, que no había opción entre los dos y que todo terminó como debía terminar. Pero en este caso... no dejo de preguntarme qué hubiera pasado si me llamaba, si nos volvieramos a ver, si... 

Pero no tiene sentido hacerme esas preguntas.

Supongo que puedo decirme a mí misma que la prueba de que el tipo no es para mí, es que finalmente se desapareció. Y para qué voy a querer a alguien que se desaparece?

Pero incluso cuando me digo eso... la sensación del could have been... ahí se me queda. Y me jode la cabeza. 




viernes, 3 de febrero de 2012

Eight ways to win your heart.

Sigo con el ejercicio. Esto será de mucha utilidad para cuando el universo decida mandarme a alguien decente con quien salir.

Day Three: Eight ways to win your heart.

  1. Ser inteligente, muy inteligente.
  2. Entender el sarcasmo, la ironía y manejar un humor negro te harán llegar muy lejos conmigo.
  3. Tener intereses variados (y preferiblemente de cosas que yo no conozca) es clave ya que me gusta cuando me enseñan cosas nuevas, pero es necesario que les guste la política y el cine.
  4. Eso sí tienen que disfrutar de las cosas light, donde se me ofendan porque quiero ir a ver una película donde las cosas explotan y a cambio exijan ir al documental mudo en blanco y negro iraní, les pego.
  5. Ser detallistas pero no cursis. Medio oso de peluche y salgo corriendo.
  6. Ayuda tener un buen rabo, ser flaco y tener el pelo en desorden.
  7. ¡Ni un yo-yo más en mi vida! Sentimientos claros, ganas de estar conmigo y nada de andar apanicándose porque sintieron algo.
  8. Tattoo-boy dice que a las niñas siempre se les debe mantener fed, warm and dry... y es una buena forma de garantizar que yo este de buen genio. Solo añadiría un corolario y es descansada, meaning nada de despertarme, ni andar jodiendo la vida cuando estoy recién levantada.

Ahora... ¿quién se anima?


miércoles, 4 de enero de 2012

Lo divertido de lo light

Esta ha sido una visita diferente a Colombia. Navidad en Cartagena con mi papá y luego días en Bogotá, los cuales han sido distintos. Adri no esta, mis amigas en su mayoría tampoco, mi tía se fue de viaje al igual que mis primitos así que de repente me encontré con el espacio para hacer otro tipo de planes, hacer otras cosas y ver gente que no veía desde que me fui.

Y en esos reencuentros, reapareció una buena amiga con quién en algún momento de la vida salía mucho en plan de rumba y quién en su momento me presentó a JC con quién siempre me divertí pero con quién la cosa nunca terminó de cuajar. Salimos un tiempito pero la cosa al final no funcionó. A JC lo quiero porque me trae recuerdos muy chéveres y aunque nunca encajamos, es alguien con quien pasé muy rico y es una buena historia para recordar. Así que una noche en esta visita, de repente estuve rumbeando con ellos, reviviendo una muy buena época de mi vida. Y claro, la química seguía ahí y la atracción también. Así que dejé que las cosas fluyeran y recordé lo divertido que es tener un romance light.

Con JC nada va a ser serio. No vamos a sentir grandes cosas el uno por el otro, no nos vamos a enamorar ni sentiremos una enorme conexión que genere fuertes sentimientos y me haga terminar en conversaciones hartísimas como las que tuve con Possibility-Boy. No lo haremos porque no es lo que somos y porque además, no tenemos el tiempo de que pase nada distinto a un par de salidas divertidas, coquetas y absolutamente lights.

Luego de un año donde una vez se abrió mi corazón, los personajes que aparecieron, generaron profundas e intensas emociones, las cuales estoy feliz de saber que puedo sentir... es maravilloso también tener unas vacaciones de tanta intensidad y simplemente encontrar a alguien con quién me río, a quién puedo molestar en español (y aún mejor... en colombiano!), rumbear como hace mucho no hacia, quedarme hasta las 4 de la mañana echando lora (de nuevo, soy feliz de hablar en colombiano) y tener un romance veraniego, sin dramas, y sobre todo, sin conversaciones sobre lo que somos y no somos ni reflexiones sobre lo que pasará más adelante. Aquí todo es light, chévere y extremadamente divertido.

Y por eso, esta noche, estoy muy feliz.


*** El universo no deja de querer demostrarme que la vida es irónica, que Bogotá es un pueblo donde todo el mundo conoce a todo el mundo y me encontré sabiendo cosas fuertes sobre el Ex... quién se lo hubiera imaginado.



miércoles, 21 de diciembre de 2011

Por el derecho a la incoherencia

Ayer escribí sobre cómo creía que ante todo entre Possibility-Boy y yo había una gran amistad. Pero también acepté que no sabía muy bien cómo incorporar la parte física en la definición que estaba creando.

Porque como diría alguien con quien trabajé hace mucho tiempo "las cosas de piel son fuertes".

Y hoy la piel me pesa.

(Probablemente pesa aún más por mis bonitas hormonas, pero qué le hacemos, es parte de lo que soy).

Me pesa porque sé leer las señales y desde ayer sabía que él estaba en un date. Y aunque nunca ni siquiera se contempló hablar de exclusividad y, bajo esa lógica yo he actuado con libertad, yo soy, lo que siempre he sido: una loba herida.

Y entonces estoy triste, frustrada, enojada y con la malparidez alborotada porque hoy me contó de su date. Y si, fui yo la que pregunté, porque no importa cuanta terapia haya hecho en mi vida, sigo siendo la que pregunta lo que no quiere oir. La que no se aguanta la incertidumbre y es una masoquista que busca que le digan "the date was good".

Y no puedo decirle nada. Porque no somos nada, porque él me ve como una gran sorpresa y una bonita amiga, y porque probablemente a él la piel le pese menos. Pero a mi sí. Así ayer haya dicho que simplemente tomaré su amistad y veré a ver qué pasa.

Trato de pensar en lo que he aprendido este año. En cómo todo al final se ha relacionado con poner límites. Y de nuevo siento que estoy en una situación donde no los hay. Y donde para rematar, yo ayudo a que no los haya y voy hiriéndome por el camino. ¿Cómo va él a no responder lo que le pregunto fingiendo que soy muy casual? Si yo no digo nada, él no puede saber lo que siento. Y es fácil querer hacer lo mismo de siempre, enfurruscarme, no decir nada y fingir que las cosas no me duelen. Pero ya vi que eso no me sirve y eso no me hace bien.

Así que hoy, cuando vaya a comer con él, haré el intento por hacer las cosas de manera diferente y decir que aunque soy una sola contradicción, lo que pasó, me dolió.

“Sometimes I wish I could walk around with a HANDLE WITH CARE sign stuck to my forehead."

Ahora... que tal vez sería mejor escribir el letrero en un lugar donde YO pudiera verlo y así me obligara a recordar constantemente, que debo cuidarme y hacer las cosas como tocan para así estar bien.

lunes, 14 de noviembre de 2011

No a la futurología

Hoy siento que estoy haciendo el examen sobre lo aprendido en el año.

Solo que no tengo las respuestas a las preguntas.

De nuevo estoy frente a una situación donde conozco a alguien con quién me puedo conectar pero con quien las circunstancias están en contra.

Una parte de mí, dice que lo mejor es no arriesgarme a otro desastre emocional, que todo esta muy reciente y que para qué abrirle la puerta a tanto dolor. Esa es la misma parte que se cerró durante tanto tiempo y que llegó a convencerse de que no había chance de encontrar a alguien. Y yo ya no quiero hacerle caso a esa parte de mí.

La otra dice que hay que ir con cuidado pero sigue sin saber cómo es que uno se cuida emocionalmente, sin cerrar el corazón. Esa parte quiere seguir fluyendo y dejando que las cosas tomen su rumbo pero también esta asustada. Esa es la parte que sabe que tiene que dejar de pensar en el futuro, de preguntarse qué pasará y concentrarse en esa sonrisa que tiene hoy.

Possibility-boy sugirió que no se trata de tomar decisiones radicales. Es lo mismo que dice mi psicóloga. Dejar que las cosas fluyan. Y es lo que haré. Tan solo espero haber aprendido de todo lo que pasó y no quedar peor que antes.

Y seguiré disfrutando los instantes, de esos momentos en que descubro a alguien increíblemente similar a mí, que al tiempo es sumamente distinto, que se ríe de mis cometnarios tontos y sabe dejarme en mis silencios cuando lo necesito.




miércoles, 24 de agosto de 2011

Frustrada

De repente, de la nada, había alguien por ahí. Y ha sido una enorme sorpresa en mi vida. Ha significado un cambio en la forma en que usualmente hago las cosas. Y siguiendo mi objetivo de aprender de todo lo que sucedió, dejé que mi adolorido corazón se quedara abierto para lo que viniera.

Y muchas sonrisas vinieron. Grandes conversaciones. Muchas reflexiones. Buenos abrazos y momentos fantásticos de sentirme tranquila. De saber que estoy en la cabeza de alguien más y que en la medida en que he ido curando mis heridas, ese alguien ha empezado a ser parte importante de mi vida.

Pero no es fácil. Nuevamente estoy en una situación donde los horarios no nos simplifican la vida y donde verse requiere de una logística digna de un jefe de protocolo presidencial. Y yo me canso. Hoy me canso. Hoy quería hacer algo rico, pasar un rato amable, desconectarme de la oficina, del estres y la ansiedad. Así que lo busqué. Y tras un "sí, vamos a cenar", llegó un "no la logro, mejor mañana o si prefieres el fin de semana". Pero mañana yo no puedo y este fin de semana tengo planeado salir de la ciudad. Originalmente el plan era con él y había sido un gran motivo de ilusión... pero no puede y aunque entiendo sus motivos, quisiera que las cosas fueran diferentes. Así, mi primer impulso fue cancelar los planes de mañana, cancelar el viaje y quedarme con él.

Pero no puedo hacer eso.

Necesito irme de viaje, necesito desconectarme y tener espacio para leer, escribir, pensar y relajarme. Últimamente estoy ansiosa, me cuesta trabajo dormir y la ida a Colombia me tiene nerviosa. Así que necesito pensar primero en mí. Y sé que lo que me hace bien es viajar. Irme. Como siempre el viaje me curará más que cualquier otra cosa.

Y aún así tengo el hueco de saber que no lo veré. Que las siguientes semanas serán complicadas, pronto me iré a Colombia y siento que la fluidez inicial, lentamente se pierde.

Hoy no tengo ganas de cosas complicadas, de sentirme frustrada, de este sentimiento de "y para qué?" Y surge entonces, aquel viejo impulso de volver a cerrar mi corazón y regresar a donde estaba.

Pero tampoco puedo hacer eso.

Lo único que puedo hacer es respirar, esperar a ver cómo se dan las cosas, seguir planeando mi viaje y tener la confianza de que de alguna forma, las cosas se resolverán. Las cosas en mi vida, se resolverán.

I need to believe that.


viernes, 4 de junio de 2010

¿Estaré alucinando?

Insisto. Las señales son confusas. La comunicación entre las personas nunca es clara y como bien me enseñó mi profesor de semiótica, uno ve lo que quiere ver.

Entonces no sé si estoy viendo lo que quiero ver y e alucinado que algo pasa entre Abercrombie y yo. Los hechos son estos: hemos salido 3 veces + el día que nos conocimos. Desde la primera vez que salimos hemos estado en contacto, todos los días. Muchos mensajitos. Todos los días.

Ayer fue la tercera salida. Me rehúso a poner date porque ya ni sé si es un date. Fuimos a cine. Súper rico. Nos reimos y la conversación fluyo.

PERO NADA PASA. Ni siquiera me agarra la mano. Y a la despedida me toca un simple beso en el cachete.

Y la próxima semana se va de vacaciones. Entonces el poco momentum que traemos, se perderá. Entonces yo ya estoy frustrada. Porque el chico me gusta y de nuevo siento potencial.

Entonces ¿cómo hago para saber si hay algo o todo esta en mi cabeza? ¿Si estoy viendo lo que quiero ver y ya?

sábado, 13 de marzo de 2010

Otra diatraba en contra de las reglas del juego...

Siento que este post ya lo escribí. Y lo siento así porque primero, estoy casi segura que ya escribí sobre esto... y segundo, porque ya he estado en esta situación más veces de las que considero, es sano estar.

M apareció la semana pasada. Tuvimos un gran date. Lo vi guapo, lo vi interesante y me hizo reir. Quiso conocer a mis amigos. Caminamos en mano-araña por la Condesa. Y en los días siguientes hablamos por msn.

Pero...

(porque siempre hay un pero)

A veces siento que él es el reencauche de Pandro. Igual de ocupado, con la misma maldita maña de no poder decir que si a nada. Me parece rico ir a cine pero te confirmo mañana. Vayamos a comer hoy pero te defino en una hora. A ver... YO SOY LA QUE TIENE COMMITMENT ISSUES y aún así puedo hacer planes para mañana sin sentir que mi independencia y esencia se están viendo afectadas. Y yo sé lo que es estar ocupada en el trabajo y no tener tiempo ni para respirar y pasar las horas eternas en juntas que no se terminan. Pero sigo siendo una convencida de que el trabajo no lo es todo. Se lo peleé al Ex hace 8 años antes de tener un trabajo real y lo sigo argumentando hoy. Uno tiene que poder hacer espacio para el resto de las cosas.

Y el mundo dice que en esos casos hay que ser less available, pero tiene sentido hacerlo cuando a duras penas lo veo? Qué gano diciéndole que no y desaprovechando las poquisimas oportunidades de ver si él es alguien que realmente vale la pena? De por si que casi no podemos vernos y además me toca decir que no??

"Don't play hard to get with a guy who is hard to get" Le dijo Samantha a Carrie en Sex and The City y a mí me pareció absolutamente sensato...

Entonces ando sintiendo que no tiene mucho sentido meterme en lo que me estoy metiendo. Pensar en alguien que no tiene un minuto para devolver un mensaje de texto. En alguien que a veces ni siquiera creo que este tan "into me". Y me desespera que no tengo claridad de nada. No sé si le gusto, si sólo me quiere para una cosa, si sus palabras son reales y después del 15 aparecerá, si tiene otras 3 viejas como a veces intuyo.

Y no puedo hacer nada. Porque las malditas reglas sociales contra las cuales tantas veces he escrito en este espacio me impiden ser honesta. Llamarlo y decirle que si me interesa, que quiero conocerlo pero que me aburre su modus operanti. Pero no puedo. Me toca quedarme callada, jugar juegos que detesto y jugar a la niña que detesto. Con la esperanza de que eventualmente, lleguemos al punto que quiero. Y entonces pueda volver a ser yo misma.

domingo, 28 de febrero de 2010

El Potencial desaprovechado.


Hace poco me escribió R-Boy. En su momento me daba miedo explicar la R qué significaba (rasta) porque tenía la esperanza de que él eventualmente fuera parte de mi vida y por tanto, me daba un poco de pena que él supiera que yo escribía sobre él. Ahora que lo pienso es un acto un poco tonto y un poco inmaduro.

Pero ese no es el punto. Rasta-Boy ha sido probablemente el chico que más frustración me ha generado. Salimos poquísimas veces. Pero esas salidas bastaron para que yo sintiera un inmenso potencial entre los dos. Y muy pronto él se desapareció. Luego entendería que había decidido volver con la novia y que por cobarde no me dijo nada a mí. Sigue con la novia. Viven juntos. Y el potencial que hubo entre los dos se desperdició.

Y me genera frustración porque es muy difícil que a mí me guste alguien de verdad. Es increíblemente inusual que alguien realmente me parezca atractivo, inteligente y divertido. La verdad no sé porqué. Pero así es. Entonces cuando conozco a alguien que me gusta... me frustra profundamente que las circunstancias y la vida se interpongan.

Hace poco salí con alguien que me aburrió infinitamente. Y claro, ese no vuelve con la novia. Por el contrario ese sigue llamando de tanto en tanto. Con él, con quien no hay potencial de nada... la vida me lo deja en bandeja de plata.

Y hoy... hoy amanecí pensando en el último caso de Potencial desaprovechado. M. M fue un chico con el que me conecté. Quién me hizo reir y me dio mariposas en el estómago. Con quien cometí el error de pensar que existía el potencial de algo más. De volvernos a ver. Y él como buen mexicano hablo de planes futuros. Ver cierta película ochentera juntos. Y luego mandó un par de mensajes coquetos. Muy coquetos. Y yo reafirmé mi creencia en el potencial que había.

Y luego NADA. Silencio. Mensajes cortos y cortantes. Llamadas que se caen y nunca se devuelven. El potencial desaprovechado.

Y no hay nada que hacer. Probablemente M se reencontró con su ex-novia y volvió con ella. O simplemente tiene una dosis industrial de traumas y problemas emocionales como Pandro. O simplemente yo vi Potencial donde sólo había una noche.


domingo, 21 de febrero de 2010

Historia 4: El señor Palin o el mal de vereda.


El mal de vereda es un concepto colombiano que se refiere al fenómeno que se presenta cuando una persona lleva sola un buen tiempo y se la pasa con la misma gente (como si viviera en una vereda / pueblo chico) Ante la imposibilildad de conocer gente nueva, termina andando con alguien que en condiciones normales jamás hubiera considerado siquiera aceptable ni se hubiera ajustado a sus exigencias diarias.

Y eso fue lo que me pasó con el Sr. Palin. Llevaba un largo tiempo de solteria. Y más que de solteria de no conocer a nadie. De pasarmela con los mismos y las mismas. Y en una fiesta me tomé más tragos de los aconsejables y terminé dándome besos con un niño de la maestria al que jamás había determinado antes. El chico era amigo de una de mis amigas y sólo le hablaba a ella. Para mí era el amigo de E y punto.

Nos dimos besos y yo me divertí. Y unos días después me invitó a cine. Y antes de que me diera cuenta estábamos saliendo. Al principio, como todos mis psicópatas, parecía normal. Dos carreras, inteligente y con un buen trabajo. Y claro, eso hacia que me gustara. Algún día tendré que empezar a salir con brutos a ver si la cosa mejora, porque los inteligentes son peligrosisimos.



Lentamente empecé a descubrir que este personaje es el hijo perdido de Sarah Palin. Un mexicano que si hubiera podido habría votado por Bush las dos veces. Uno que hubiera votado por McCain y que en México es Panista. Del ala más radical claramente. Lo primero que me molestó era su homofobia permanente. Para él, cualquier hombre que se mostrara como sensible o tuviera alguna característica distinta a la de los machos alfa, debía ser homosexual. Pero él jamás se referia a éstos como homosexuales o gays, les decía Jotos. Que en México es una expresión fuerte.

Yo estoy convencida de que las palabras crean realidades y que el denigrar verbalmente de manera permanente a cualquier grupo de población, esta mal. Así que terminabamos en eternas discusiones, donde yo terminaba histérica. Claramente el personaje estaba en contra del matrimonio gay "porque es contra la naturaleza, porque los jotos no pueden reproducirse y el matrimonio es para tener hijos". Y cuando yo argumenté alguna vez, que todos debemos tener los mismos derechos y no hay razón para que haya ciudadanos de segunda clase, me respondió: "ellos tienen derechos, no digo que no. Pueden tener derechos humanos, pero no deberían tener derechos civiles". Sarah Palin no lo hubiera dicho mejor.


Pero el mal de vereda era fuerte y en el fondo me gustaba tener a alguien que me llamara, mandara mensajitos y llevara a cine. Un fin de semana, nos encontramos en Cuernavaca y me llevó a disparar. Porque como buen republicano wannabe este personaje amaba disparar. Tenía colección de armas y hacia caceria. No voy a decir que no me divertí, porque me gusta hacer cosas distintas e intentar cosas nuevas. No repetiría la experiencia, pero fue divertido. Y en la medida en que sólo le disparamos a palomas de cerámica, no hubo ningún herido.

Los días pasaron y yo cada vez tenía más dudas. Pronto descubrí que según él la educación sexual en los colegios es lo peor que ha podido pasarle a la humanidad porque el sexo es pecado, que la teoría de la evolución es mentira porque Dios hizo al universo en 7 días y que el calentamiento global es una mentira que dicen los abortistas para que los ricos puedan mantener su status quo. (Jamás entendí esta última teoría y todavía estoy tratando de descifrarla.)

Un día salimos y yo andaba pucherosa. Acepto que hice todas las cosas de las mujeres que me molestan. Dije que no me pasaba nada cuando claramente me pasaba algo. Negué estar brava pero me dediqué a hacer mala cara un buen rato de la noche. El Sr. Palin decidió portarse bien y en vez de llevarme a la fiesta a la que estábamos invitados me llevó a su casa para que yo me relajara un poco. Una buena idea. Pero una vez en su casa procedió a mostrarme una de sus fotos favoritas: él frente a un venado muerto. Yo sólo pensé que estaba en la casa del asesino de la mamá de Bambi. Ante mi cara de angustia y pánico, este personaje decidió que lo mejor para animarme era sacar una de sus armas. De su closet sacó un revólver y cuando le dije que por favor no lo hiciera, que a mí no me gustaban las armas, me dijo que tranquila y procedió a dispararse varias veces. A mí casi se me para el corazón con cada uno de los tiros vacíos. Ignorando mi pánico, el Sr. Palin procedió a limpiar el revólver mientras me explicaba que ésta era una de sus actividades favoritas para relajarse. Yo no podía respirar. Le rogué que nos fueramos a la fiesta.

Necesitaba salir de esa casa.

Acepto con total vergüenza, que me tardé un poco más en comprender la realidad de lo nefasto del Sr. Palin. Incluso acepto que me dolió cuando dejamos de salir. Pero un par de días de soledad me permitieron ver lo bajo que había caído. Lo profundo que me había internado en la vereda. Y claro, lo mucho que se me había dañado el gusto.

Una vez logré ver eso, jamás volví a pensar en el Sr. Palin.

De M y el argentino.

Hace rato no escribo.

Desde siempre ese ha sido un mal indicador en mi vida. Si no escribo no estoy contenta. Pero no estoy deprimida. Simplemente estoy en "desgana emocional".

Últimamente paso todo el día frente al computador. Llegó a mi casa y no quiero escribir. Y los días pasan y es difícil obligarme a hacer las cosas que más quiero.

Así que hoy me siento de nuevo a escribir con la esperanza de reactivar esa parte de mí que es la que más me gusta.

Ayer salí con un argentino. Fuimos a tomar un café. Hablamos. Estuvo rico. Pero no me gusta. Porque como siempre es casi imposible que a mí alguien me guste. Este argentino es interesante, es inteligente y sabe quién es Modigliani. Pero algo no encaja. Algo no termina de entusiasmarme. Y en cambio él habla de mis ojos y me pide que no lo mire fijo porque se pone nervioso. Y eso... en vez de gustarme, me aburre. Me hace sentir que me está hablando lora, que está diciendo un discurso repetido mil veces antes. Así que no le creo y no lo siento sincero. Y mientras me habla una parte de mí sigue pensado en el chico M.

M salió de dónde menos lo esperaba y me gustó. Mucho. Y como ya dije, eso casi nunca pasa. A M quiero volverlo a ver. Por M reviso mi celular cada 10 minutos con la esperanza de que haya alguna noticia de él. Pero a diferencia del argentino, M no aparece. M primero mostró entusiasmo y luego nada. Como buen mexicano se desapareció. Y yo me frustro. Yo no entiendo. Y mientras pienso en él acepto ir a cine ccon el argentino. Y la niña boba que siempre ha existido en mí cree que soy una mala persona. Pero este fin de semana he decidido no hacerle caso a esa niña. E ir a cine. Y tratar de no pensar en M, tratar de no revisar el teléfono y tratar de creer en ese gran consuelo de tontos que nos decimos cuando las cosas no funcionan: por algo será.

Entonces mi banda sonora del fin de semana es Bonka con El Problemón. Y lo digo sin pena. Acepto que el tropipop hoy me ayuda a definir mi estado anímico.

"De qué me sirve quién no quiero que me quiera si quien quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera".



***
Hoy Vianey Esquinca, escribió en su columna de Excélsior: "La piel delgada de los mexicanos sólo se da cuando las declaraciones provienen de extranjeros o mexicanos que viven en el extranjero, los de casa sí pueden actuar contra México como les venga en gana, porque total 'a mi perro sólo le pego yo'”. Creo que tiene toda la razón... y no puedo dejar de preguntarme si alguna vez llega el día en que uno como extranjero pueda opinar sobre este país en el que vive, en el que paga impuestos, trabaja y cree, sin recibir la común respuesta de: pues si no te gusta, vete a tu país.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Historia 2: Psycho Jesus

La semana pasada inicié esta serie sobre los personajes con los que he salido. Hoy vamos con el segundo personaje, mejor conocido como Psycho Jesus.



Como todos mis personajes, este empezó pareciendo lo más de normal. Lo conocí en la cineteca en una de esas coincidencias que a veces me hacen creer que el destino existe y todo esta escrito en una piedra cósmica. Los dos ibamos solos, nos sentamos cerca, pronto nos encontramos hablando y al terminar la película fuimos por un largo café. (Para mayores detalles aquí esta la entrada que escribí aquel día antes de ser conciente de lo freak que era el personaje: http://divagacionesextras.blogspot.com/2009/06/happy-go-lucky.html). Ese día noté la tendencia a analizarme pero en su momento me pareció chévere: "se le nota que es filósofo. cuestionó cada frase y me puso a pensar". El personaje ante todo me pareció normal y por eso le di mi teléfono con la esperanza de volver a saber de él.

Unos días más tarde llegó a mí el mensaje de texto más miedoso de mi historia:

"Ay, Lina!... Pasa el tiempo y yo conservo vivo tu recuerdo! Pienso en tu voz, en tu acento y tu sonrisa! Te recuerdo soltandote el cabello o llevandote los dedos a la boca para limpiar de ellos los restos de chocolate, y yo deseando que tu boca fuera la mía para prestarte ese mismo servicio!.. Me gustas, Lina, y tengo ganas de volver a verte!"

Fue a las 11 de la noche de un domingo y yo quedé paniqueada. Así que le respondí (grannnnn error) que a mí me había gustado conocerlo, que podíamos algún día tomar un café pero que yo prefería ir despacio. Pensé que así se relajaría un poco y dejaría de mandar mensajes porno. De nuevo me equivoqué:

"Yo digo que sí, por supuesto! Dime cuando y en donde sugieres! Y de lo otro, bonita, vayamos despacio entonces, pero eso no impide que te diga que quiero colmarte de besos y caricias!"

En realidad lo que significaba mi mensaje era exáctamente eso, que por favor no me mandara mensajes con las palabras besos, caricias ni aluciones a mis dedos y boca. Yo no respondí nada. Pero al día siguiente cuando le conté a mi mamá pensando que se escandalizaría, recibí una respuesta aún más sorprendente: "bueno, es claro que el personaje tiene intenciones sexuales evidentes... pero eso no esta mal... a lo mejor es muy directo pero no dices que te aburre que los mexicanos no son directos?".

Ante esta evidente pérdida de confianza en mis futuros prospectos por parte de mi señora madre decidí preguntarle a mi mejor amigo mexicano a ver si opinaba que los mensajes de texto eran tan miedosos (y un poco lobos) como me parecían a mí. De nuevo para mi sorpresa, a él no le parecieron tan graves y me dijo que tal vez debería perdirle el mail para medir un poco qué tan psicópata era el personaje. Como el niño se llamaba Jesus y yo andaba encarretada viendo la cuarta temporada de One Tree Hill donde Peyton habla de Psycho-Derek, empecé a hablar de Psyco-Jesus.

Y la verdad es que estaba en una de esas épocas en donde no tenía prospectos en el horizonte. Mi amigo erótico me tenía abandonada y no había nadie más en quién pensar. Así que decidí intentar comunicarme con él a punta de mails. La excusa era perfecta: a la semana yo me iba 3 semanas a Estados Unidos y sólo podríamos escribirnos. Con muy poco entusiasmo Psycho-Jesus aceptó y empezamos a escribirnos.

Los mails eran chéveres. No lo niego. Pero seguía siendo increíblemente intenso. Hablaba de "nosotros", mandaba besos, caricias y demás. Y yo no sabía muy bien cómo explicarle que no había un "nosotros", que nos habíamos visto dos horas y que francamente yo no me acordaba muy bien de cómo es que era. Pero de nuevo... era un buen distractor en el estres de mi curso de verano, eran mails entretenidos y yo no tenía nadie más en quién pensar. Él argumentaba que su intención no era asustarme sino por el contrario hacerme claro que yo realmente le gustaba y quería tener algo serio conmigo.

Dejando de lado mis profundos issues con el compromiso... seamos sinceros, el tipo me había visto dos horas. Y yo seré chévere y todo pero en dos horas uno no conoce nada de la otra persona. Pero ahí iba él diciendo como yo le encantaba y fascinaba. Hablando de mi cabello (let's not go there) y de lo mucho que anhelaba verme.

Y finalmente volví a mi casa. Me pidió mi teléfono y hablamos un par de veces. Una noche quiso tener phonesex conmigo. Lo frené y le dije que estaba loco. 1. no soy fan del phonesex, no me entusiasma. 2. uno no puede tener phonesex con alguien a quien ni siquiera le ha dado un beso. Pero esto no fue el único problema, al hablar descubrimos lo que yo ya intuía: que eramos totalmente distintos. A él le encantaba levantarse temprano a hacer ejercicio, no le gusta salir, prefiere las cosas serias (qué cosa con los serios y su atracción hacia mi que soy tan poco seria) y cuando le pregunté su trago favorito respondió que los jugos boing (que además, son feos). Y para rematar él se había convencido que yo era alguien que no soy (seria, madrugadora, aburrida y trascendental).

Pero había que confirmar las impresiones saliendo. Acordamos vernos un sábado y el propuso vernos a las 10 de la mañana. Me rehusé y le expliqué que no hay posibilidad en el mundo de que yo vaya a un second date cuando el reloj todavía no ha puesto el pm. Conciliamos en las 5pm (seguía incomodándome el tema de que fuera de día pero por lo menos no tenía que levantarme temprano para el evento). Y él decidió que debíamos repetir exáctamente nuestra primera salida: película en la cineteca, café caminando. ahhh la cursilería.

Yo tenía miedo de cómo sería ese primer encuentro. Llevaba un mes diciendo lo mucho que me deseaba y lo mucho que anhelaba estar conmigo. Como le dije a mi mejor amiga: "I don't want him to say hello to me stucking his tongue down my throat". Afortunadamente se limitó a darme un abrazo.

Y a la salida de la película pasó de ser Pyscho-Jesus a Freud-Jesus. Un bonito recuerdo de mi psicoanalista y del gringo (ver entrada anterior): "eso es un punto interesante el que tocas, ahondemos por favor", "por qué te sientes inclinada a decir eso?", "qué te hace manifestar eso?" (además hablaba como un profesor de principios del siglo pasado). Arghh. No sé. No sé porque digo ciertas cosas que digo. No soy una tesis doctoral, no tengo por qué justificar cada frase que digo. Así que lo frené y le dije que no soportaba más el tema.


Ante esto, encontré que mi negativa de ser analizada en cada frase era precisamente su deal-breaker. Me miró con seriedad y me dijo que él no podía renunciar a eso. Nos despedimos con un abrazo y jamás volví a saber de él.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Deal-breakers

Define el Urban Dictionary un Deal-breaker como:

An issue within a relationship that constitutes one partner breaking up with the other. Note that they do not need to be a "good" reason by society's standards, but are specific and individual to each relationship.

Example:
I can't believe he broke up with her because she didn't put out after 10 dates. I guess to him, that was a "deal breaker".

Básicamente un deal-breaker es lo que con mis amigas definimos como los mínimos de una relación. Cada persona tienen mínimos diferentes, esos puntos que no se negocian y que son motivo para no seguir en una relación. O para no intentar siquiera una relación.

Pero ahí el punto se vuelve complejo. Una cosa es estar en una relación y terminarla por un deal-breaker (él quiere tener hijos, ella no) y otra cosa es no empezarla por un deal-breaker. En principio suena lógico. Para qué me meto con este tipo si sé que quiere tener hijos y yo no? (o al revés) Si las cosas funcionan, el deal-breaker estará al final del camino esperando tranquilamente. En este punto, ya sabemos que la gente NO cambia. Así que si en la primera cita le dicen a uno que quieren tener hijos, 3 años más tarde van a seguir queriéndolos. Así uno los lleve a ver la huérfana, damian y los ponga luego a ver Barney. Eso no va a cambiar. Entonces en principio uno se esta ahorrando tiempo y sufrimiento.

El problema es cuando algunos de esos deal-breakers vienen de malas experiencias del pasado. Me explico. Hay límites que uno tiene porque son cosas mínimas para uno: tener o no tener hijos, ser o no ser de una religión, ser o no ser cuidadoso con la $. Pero hay otros límites que uno pone porque en el pasado se ha dado cuenta que es importante ponerlos. Un ejemplo. Durante tres años de mi vida yo salí con un católico efervecente que creía que el aborto en cualquier caso era pecado (no importa si te violó un elefante, debes tener al pequeño elefante... es la voluntad de Dios), que el matrimonio entre homosexuales era una infamia, etc. Y durante tres años fueron temas sobre los que no podíamos hablar sin terminar peleados. Al final resolvimos no hablar del tema. Y yo sabía que el día que tuvieramos hijos el tema volvería a aparecer. Por fortuna nunca me reproduje con el personaje y no fue un issue. Pero hoy, cuando salgo con un personaje que tiene una línea de pensamiento similar... me parece que lo lógico es salir corriendo. DEAL-BREAKER. Ya aprendí que esa clase de temas se convierten en conflicto. Entonces para qué meterme con alguien con quién voy a terminar en conflicto?

Pero realmente son deal-breakers o simple trauma por el pasado? Miedo a repetir peleas? Cómo se distingue entre una cosa y la otra? Cuándo se esta siendo sensato y racional y cuando se esta huyendo, una vez más, de algo que potencialmente puede ser bueno?

Creo que tantos años de relaciones extrañas, amorfas y sin nombre me han vuelto prevenida. Y me cuesta trabajo soltarme. Veo señales de alarma y doy un paso atrás. Y no sé hasta dónde esto es realmente sano para mi. Pero tampoco sé como no dar el paso atrás.


****

PD. El mejor deal-breaker con el que me he encontrado lo puso Psycho-Jesus cuando en nuestra segunda cita le dije que no soportaba que me estuviera psicoanalizando cada frase qué yo decía (qué te hace decir eso? por qué crees que te sientes así? detengamonos un instante a analizar ese último punto que planteas, etc) y él me dijo que entonces a él no le interesaba salir conmigo.

FREAK.

y después me pregunto de dónde me salen tantas prevenciones...


viernes, 6 de febrero de 2009

Epiphany

Estaba viendo Sex and the city por 80tava vez cuando comprendí todo. No es Barney de How i met your mother... es Jack Berger the Sex and the city. De un momento a otro todo fue claro. Misma conexión, misma capacidad de hablar y de reirnos... mismo final de mierda. Bueno se le agradece que me lo dijo de frente y no en un post-it, pero al final del día... la cosa no mejora mucho.

Muchos de los problemas de Carrie y Berger son los mismos, él se cierra, él no dice las cosas y ella reacciona mal. Porque ella también tiene su parte, lo que pasa es que esta reaccionando a un montón de cosas que no entiende. él no le dice que le cancelaron su libro y obviamente sigue enamorado de la ex y traumado por la terminada... en mi vida la cosa no es muy distinta... él tampoco me contó las cosas importantes y tampoco ha soltado su pasado. no sé si sigue enamorado de la ex pero si claramente no ha dejado atrás un montón de cosas, razón por la cual no había la posibilidad de un presente o un futuro conmigo. y yo tan acostumbrada a que mis parejas se abran conmigo, tan acostumbrada a que con él podía hablar... reaccioné mal ante su encierro y su silencio.

Ahora que lo escribo y pienso, tal vez él nunca se abrió conmigo... pero la sensación de que yo podía hacerlo era tan increíblemente fuerte que tal vez tuve la falsa imagen de que la cosa era recíproca. y por un momento pareció que él si me decía las cosas... la realidad era que me decía sólo una parte, solo lo bonito, pero las cosas de verdad, lo que le pasaba, lo que le pasó... eso nunca me lo contó. y yo no me di cuenta. solo hasta que fue completamente obvio. y entonces ninguno de los dos actuó bien. yo no supe ser pareja de alguien que se cerraba ante mi, tuve muchos flashes de mi pasado y me puse mal. y él... bueno, él ya sabemos qué hizo. cómo actuó. y al igual que berger se fue antes de decirme adiós.

y yo... al igual que carrie pensé que las cosas se podían solucionar, la ilusión era fuerte, el cariño también. yo también creí que tal vez... y al igual que carrie, no vi the big picture. ahora... ahora quiero pensar que de pronto, que tal vez... me esperan cosas buenas este año. necesito creerlo. necesito pensar que a pesar de tanta ilusión rota y tanto corazón triste, hay algo bueno para mí. así como carrie. ella al final se quedó con mr. big, y auqnue yo no quiero estar con mi mr. big, tal vez, hay otro mr.big por ahí para mí.

http://www.youtube.com/watch?v=Q9n5znzsL_I