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sábado, 9 de noviembre de 2013

El peso de la distancia

Hoy es día de locha, de ver tele, leer un rato y consentir a Ginebra. Y claro, de perder el tiempo en internet. 

Y mientras hacía eso encontré la foto de una amiga. La ya consabida foto de la mano con el anillo de compromiso. Mi amiga lleva años con el novio así que era algo que se esperaba que pasara. Lo que yo no esperaba era enterarme así. Mi amiga es alguien a quién quiero mucho pero a la que no veo hace años y con quién cometí una cagada de la que todavía me arrepiento. Así que no esperaba que me contara. La cosa es el novio. 

El novio durante muchos años fue mi mejor amigo. V. Algunos de mis recuerdos más felices están asociados a él. Algunas de las cosas más divertidas que he hecho en mi vida, las hice con él. Lo conozco desde que tengo 16 años. Pero con él la relación ha cambiado. Desde hace mucho nos alejemos. Él dejó de estar en mi vida en un momento en el que yo realmente lo necesitaba y algo se nos rompió. Pero ahí fuimos intentando recomponer las cosas y logramos lo suficiente para que yo lo considere alguien muy importante en mi vida. 

Hace unos meses vino, se quedó en mi casa y yo sentí que nos acercábamos. Pero hoy me enteré por Facebook que se casa. Así que tal vez no somos tan cercanos. Y hoy siento que es culpa de la distancia física que yo solita he puesto. Sé que hubo muchas cosas, que hubo discusiones, que él es él y él puso una enorme distancia. 

Pero hoy... una parte de mi se pregunta qué hubiera pasado si yo hubiera seguido en Bogotá. Si a fuerza de tener los mismos amigos nos hubiéramos seguido topando. A lo mejor hubiéramos vuelto a estar cerca, a realmente arreglar nuestra amistad. V era alguien a quién yo acompañaba a comprar ropa interior y condones en un momento de la vida... y hoy... hoy es alguien que esta muy lejos. 

Y me duele. Creo que siendo muy sincera conmigo misma, el peso de la distancia duele mucho más hoy porque hoy tengo esa duda de qué estoy haciendo con mi vida. Para dónde voy y qué quiero. Esa terrible sensación de que no estoy en el camino correcto para lograr lo que quiero. Y que después de 6 años, no estoy tan segura de qué es lo que tengo en México. Sí, tengo los logros profesionales; el haber hecho una vida... algunas amistades (algunas muy profundas); haber superado cosas muy difíciles, que a veces me parece solo he vivido porque estaba aquí... y un montón de gelatina que de nada me sirve. 

Entonces hoy me pregunto qué he ganado yéndome, dejando la vida que tenía, los amigos que más quería... he perdido amigos, he puesto distancia, he dejado de ir a cosas que realmente eran importantes... y hoy, hoy no siento que lo que hoy tengo a cambio, sea suficiente. 

Y a lo mejor siento todo eso porque es un día de hormonas, porque estoy cansada, porque llevo meses de trabajo intenso, de no ir a mis clases de escritura y no hacer las cosas bien. 

Pero a lo mejor no es solo eso.

martes, 8 de enero de 2013

¿Adulta?

El domingo en el vuelo de regreso al DF me vi Liberal Arts y tiene una gran cita:

"Nobody feels like an adult. That’s the world’s dirty secret" 

¿Será cierto?

Cuando lo pienso la verdad es que no me siento muy adulta que digamos. 

He conocido gente que realmente parece encajar perfecto en su rol de adulto. Incluso antes de que lo sean. Tuve una amiga que cuando teníamos como 22 años decidió empezar a hablar de cómo "ya no estamos en edad de emborracharnos y hacer boberías". Me acuerdo de pensar que yo si me sentía en edad de hacerlo. 

Y la cosa es que hoy a mis 30 años, hay días en que quiero emborracharme y hacer tonterías. De hecho hay días donde lo hago. Y no sé si eso signifique que soy inmadura como creía esa amiga o que simplemente ella era la inmadura. 

Veo mi Facebook lleno de niñas de mi colegio, niñas de mi edad, casadas y con hijos. Adultas todas ellas. Más allá de mis eternas dudas sobre la posibilidad de reproducirme, yo no me siento ni remotamente cerca de la estabilidad necesaria para tener un hijo. ¿Eso significa que aún no soy adulta?

Si me encontrara con mi yo de 8 años, ella probablemente pensaría que soy muy adulta. Vivo sola, soy responsable de una gata (y de una planta, pero dado que a esa la estoy matando lentamente no vamos a ahondar en el tema), pago mis cuentas, me mantengo con mi sueldo, el cual me gano yendo todos los días a trabajar y hoy hasta ando de tacones. 

Pero a veces siento como si estuviera jugando a la casita y a la oficina. Cuando estuve en Colombia me encontré con mi anuario de colegio y al leerme me di cuenta que aún siento que me queda mucha vida para hacer muchas cosas, para lograr muchos sueños y vivir muchas cosas. Tal vez por eso no me siento tan adulta. Una parte de mí todavía se siente chiquita, siente que falta mucho para el momento en que haya que tomar decisiones más serias, como definir lo de los hijos o comprar un apartamento y así decidir que cierto lugar del mundo es donde quiero estar por muchos años... cosas de grande. 

Y tal vez es cierto que nadie más se siente realmente adulto. O tal vez soy yo que me niego a ver la realidad. 








viernes, 7 de diciembre de 2012

Mínimo común denominador

Ok, vamos por pasos. Esta no es una entrada sobre matemáticas, porque para empezar no sé sumar. Mucho menos escribir sobre matemáticas. 

Ahora... esta tiene que ser la entrada más patética que haya escrito. La más reveladora, y miren que este año escribí sobre desnudarme en público y lo que uso cuando me llega la regla.

Ya en varias ocasiones he aceptado que mi verdadero talento en la vida es el cyberstalkeo. Estoy segura de que algún día esto será un trabajo y entonces yo me ganaré millones. Seré la detective privada del futuro. Y sí... es un poco patético andar averiguando la vida de gente que ya no esta con uno. Pero quiero que alguien me diga que jamás lo ha hecho. Para rematar, yo de tanto en tanto me encuentro cyberstalkeando a las nuevas chicas de mis ex's. 

Y de eso es que se trata esta entrada. 

Resulta que ayer descubrí que la ex de un ex, es conocida de Gabidearest . Se siguen en Twitter y por Instagram. El ex en común fue un tipo con el que yo salí hace muchos años, que no fue nada memorable en mi historia personal y del que jamás llegué a enamorarme. Por la época en que terminamos, el tipo empezó a salir con la niña y yo a verle su Facebook (era la época antes de Twitter). Entonces ayer la reconocí cuando algo le comentó a Gabidearest (ya sé... soy una psicópata). 

Aparentemente la niña es bastante chévere, "buena papa" en las palabras de Gabidearest. Al volver a ver sus fotos en Facebook (gente aprendan... cierren sus perfiles si no quieren que alguien como yo termine enterándose de en dónde pasaron sus vacaciones y que el fin de semana pasado fueron a cine) pensé que efectivamente esta niña y yo tenemos cosas en común. Toma fotos que a mí me gustan, ha viajado a lugares donde yo he estado y pone cosas que me interesan. Al menos por lo que se ve, podríamos ser amigas. 

Y entonces me puse a pensar cómo es que esta niña y yo, tenemos de común denominador a un tipo con el que yo jamás me conecté del todo y con el que en realidad salí porque estaba sufriendo del mal de vereda

La cosa me genera curiosidad especialmente porque en mi rampante patetismo el otro día descubrí el Twitter de la chica del Ex. Ese al que amé con todo mi corazón, que me tomó años de terapia superar, con el que casi no terminamos de terminar... Ese que durante tantos años fue el hombre al que más había amado en mi vida. Y ese Ex esta con una vieja que es totalmente opuesta a mí. De la que nunca sería amiga y que en realidad ya me cae mal por todo lo que dice. Al menos en Twitter la niña es una hater intensa, que pelea contra el mundo y que básicamente está en contra de todo lo que yo estoy a favor. 

Ahora... es cierto que ese Ex era absolutamente distinto a mí. Y que en realidad estaba en contra de todo lo que yo estoy a favor. Teníamos visiones opuestas del mundo. Siempre pensé que él necesitaba una niña como con la que está. De pelo perfecto, aretico de perla y que vaya a misa con él. Pero no deja de sorprenderme que a ella y a mí nos una algo. Y que ese algo sea algo que fue tan importante como el Ex. 

Es cierto que han pasado muchos años desde que yo me enamoré de este hombre. Que yo era distinta. Pero jamás fui como ella. Jamás hubiera escrito lo que ella twittea. Jamás lo habría pensado. Y eso lo sabía el Ex. Finalmente la mayoría de las peleas eran por eso. 

Tal vez la cosa es que yo he cambiado mucho más de lo que pude imaginar. Tal vez es que él se ha radicalizado aún más y necesita a alguien mucho más radical. O tal vez es que solo alguien muy radical puede estar con él. 

Lo que sí es que no deja de sorprenderme que entre esa mujer y yo, haya tanto en común. 







miércoles, 27 de junio de 2012

Silver Lining o por qué quiero tanto a mis amigos

La bonita GabiDearest escribió un hermoso post con sus reflexiones sobre mi terminada. Y yo en esta sensibilidad en la que ando, claro terminé llorando frente a la compu. Con unas ganas increíbles de irme a Bogotá, caerle de sorpresa y llevármela de paseo para cantar a gritos en el carro como cuando estábamos en la universidad (porque la verdad es que Gaby y yo no hemos crecido y en el fondo nos siguen gustando los mismos planes, nos reímos de los mismos chistes y hacemos los mismos dramas que cuando teníamos 20 años). 

Y entonces me quedé pensando. Que con todo y que siento que estoy muy sola, que lo que necesito es irme a emborrachar con mis amigas hasta que se me pase esta infelicidad.... en estos días he recibido muchísimo cariño. Me han oído, me han abrazado y me han recordado que voy a estar bien. No ha importado si ha sido a través del teléfono, del whatsapp o en persona, ahí han estado los que me quieren. Los que siempre están. 

A punta de teléfono, Adri me ha oído y consolado; con mensajes Linis y yo descubrimos que aún en la distancia, estamos juntas cuando el universo se coordina para que vivamos la misma situación al mismo tiempo; Pollo me ha conversado, ha hecho chistes y me ha escrito dándome su apoyo al momento de descubrir que en el fondo el man era un Lio; Sarah estuvo desde el comienzo lista para oírme como siempre; las de la oficina y las de la maestria se han encargado de distraerme, acompañarme y darme los abrazos que me han hecho falta. Tattoo-Boy me ha mandado canciones para animarme, V hizo un par de reflexiones importantes por bbchat y claro ahí ha estado el amigo-erótico para que a punta de humor negro yo me pueda reír en los momentos donde solo parecería que puedo llorar. Hasta los que me han escrito por Facebook y Twitter para decirme que qué cagada, pero que de esta se sale.

Y ahora pienso que la sensación de que lo más difícil a la hora de superar esto será el sentirme sola y perder la compañía... en realidad es cuestión de perspectiva. Porque en el fondo, sin importar la distancia, tengo un montón de gente que realmente me quiere y me ayuda a estar bien. En lo que hay que concentrarse es en aumentar el círculo para tener más planes y más actividades. Sabiendo siempre, que lo único que no me falta es cariño.



Deep down you knew that it was wrong
That little voice was telling you the truth
And now you hear it loud and clear
Screaming right in to your ear
Get up out of bed
Right foot, left foot moving
Get out of your head
Soon you'll be improving

 


sábado, 7 de enero de 2012

Pensando sobre la felicidad

A veces uno hace lo que no debe. Le escribí a Open-Boy y volví a los días en que su silencio pesa. Lo hice recordando que es un perder-perder, porque como siempre, cualquier información que venga de su parte dolerá. Pero extraño saber de él y a veces quisiera tener un minuto de saber cómo está, en qué anda, cómo van sus cosas. Así que le escribí. Todas las reflexiones de fin de año me generaron la necesidad de escribirle.

Pero claro, no ha respondido. Y su silencio pesa. Abro el Facebook y veo que hay un mensaje nuevo y aún cuando sé que no es suyo, se me alborota la esperanza. Y luego compruebo su silencio. Y entonces deseo que éste sea lo mejor para mí.

Pero entonces hago más cosas que no debo. Subo el cursor yno resisto la tentación de revisar lo que nos hemos escrito. Y me encuentro uno donde me dice "I hope happiness finds us both"....

Y entonces me puse a pensar en lo mucho que ha cambiado mi percepción al respecto. A través de la terapia entendí que mi felicidad, mi tranquilidad, mi bienestar, son míos y de nadie más. Que no es que la felicidad me encuentre un buen día. Es que mi necesidad de ser feliz la debo satisfacer yo y que por ningún motivo puedo entregarle esa responsabilidad a nadie más. En la medida en que he buscado llenar esos vacíos por mí misma, me he vuelto a sentir cómoda con lo que soy, con lo que quiero y he vuelto a sentirme bien.

Claramente a veces fallo y para eso esta Possibility-Boy de ejemplo perfecto. Pero al menos sé que fue un error y sé cual fue el error. Pero de igual forma sé que voy bien en el proceso. Esta venida a Colombia me ha servido para verme en los ojos de los que más me quieren y que no han dudado un minuto en decirme lo bien que me ven, lo mucho que les alegra sentirme feliz de nuevo, que les preocupaba saberme tan derrotada y que por tanto les encanta volverme a ver bien. Su visión de mí, junto a su cariño, me han recordado, una y otra vez, lo importante que es cuidarme y procurar mi bienestar.

Tras muchos años de buscar a alguien que me hiciera feliz y que llenara muchos huecos, que en su mayoría ni sabía que existían, en los últimos meses me he dedicado a buscar hacerme feliz yo misma, a cuidarme, a ver de frente los huecos y tratar de alguna forma de llenarlos y lidiar con ellos.

Y no es que no quiera a alguien. Eso es algo que sigo anhelando profundamente. Pero ahora entiendo que lo que yo realmente quiero es un compañero, alguien que este ahí acompañándome en la vida mientras yo soy feliz y estoy bien por mis propios medios.

Ya no quiero que la felicidad me encuentre como dijo Open-Boy, quiero crear mi felicidad, mantenerla y apropiarme de ella, al igual que de mi bienestar y mi tranquilidad. Y solo así, estaré lo suficientemente bien como para poder acompañar yo a ese alguien más que me acompañe a mí.

domingo, 19 de junio de 2011

Unfriend

Cansada. Ante todo lo que estoy es cansada. Cansada del dolor, de su ausencia, de extrañarlo todo el día todos los días, de sentir que todo es un esfuerzo. No duermo bien y no me siento yo misma.

Y llegué al punto donde dos botellas de vino, muchas cervezas, unos besos afortunados, su silencio y el apoyo de tres gringos fueron suficientes para darme el valor de sacarlo de Facebook. No quería, pero era necesario. No podía seguir viendo su perfil, paseando por sus fotos, esperando que algún día él volviera a conectarse. Y al hacerlo, comprendí que era lo que debía hacer. Las últimas conversaciones y reflexiones me permitieron entender lo que yo ya sabía: que él ha elegido no estar conmigo. Que de nada sirve que me envíe hermosas cartas diciendo que siente el mismo dolor que yo, porque él ha elegido ese dolor, él ha elegido no estar conmigo y no ser parte de mi vida. Y por más de que yo crea que él es correcto para mí, por más de que me haya amado por lo que soy y por más de que haya sacado lo mejor de mí, yo requiero alguien que elija estar conmigo todos los días. Así que, así sea solo por eso, él no es para mí. Porque al final, él decidió irse.

And I'll fight for my life. Porque es lo que hago, lo que soy y lo que he hecho desde que me comprometí a estar bien. Tan solo quisiera saber cómo derrotar la esperanza.

*** En una nota aparte pero relacionada, es extraño descubrir que sigo siendo la misma después de 10 años. Que sigo teniendo la misma idea de fidelidad, compromiso y permanencia. Pero al igual que hace 10 años, debo entender que él no esta y que por tanto, debo hacer mi vida lo mejor que pueda.


viernes, 17 de junio de 2011

¿Adiós?

Hoy fui por un café con Lu quién como siempre con una gran dosis de cariño e inteligencia me abrazó, oyó, habló y me puso a pensar. Dijo cosas que yo ya sabía. Yo sé que es hora de dejar la tristeza atrás, de enterrar su ausencia y decirle adiós. Y lo obvio para decir a continuación es la excusa: "sin embargo, es muy difícil". Y sí. Es claro que es muy difícil dejarlo atrás. Aceptar que se fue y que eligió no estar conmigo.

Sé que en la medida de lo posible estoy haciendo bien las cosas por fuera. Esto significa que en términos prácticos, he seguido con mi vida: voy al trabajo, hago chistes, voy al gimnasio, oigo mis podcasts, voy al mercado, escribo por encima de todas las cosas y cumplo con lo que debo. Pero por dentro el proceso ha sido más lento, profundamente más triste y, debo aceptar, mucho más patético. Sigo esperando que él responda aquel último correo así ya no haya nada más que decir entre nosotros, sigo viendo con tristeza su perfil en Facebook con la esperanza de encontrar un mensaje en clave para mí, sigo cerrando los ojos y reviviendo esos días de felicidad tan intensa. Y ante todo, sigo siendo impotente ante la esperanza. Mi corazón no deja de soñar con escenarios donde algún día, de la nada, él aparece frente a mí, con su corazón resuelto y la decisión de estar conmigo. Pero no puedo seguir así. Tengo que alinear lo interno con lo externo. Tengo que frenar la esperanza y soltarlo. Dejarlo ir.

Hoy leí algo que podría ser esto: "Protégete y confia en ti, porque al fin y al cabo, todas las personas quieren algo de ti o quieren que hagas algo por ellos, o quizá quieren hacerte ser algo que no eres. Tu única responsabilidad eres tu mismo". Y entonces recordé cuánto tiempo pasé hablándole de lo importante que era su felicidad y bienestar. Con un amor desinteresado, que no sabía podía sentir, acepté que para él eso significaba irse. Y ahora, es momento de dejar de pensar en él, en su felicidad y en las decisiones que pudo y podría tomar, pero que no pasarán. Ahora, toca recordar que lo que importa es protegerme a mí misma, confiar en mí y reconocer que mi única responsabilidad soy yo misma. Y para volver a estar bien, debo dejarlo ir. Necesito entonces dejar de tener esperanza. Debo ser disciplinada y obligarme a no soñar, a no anhelar, a controlar la historia que mi cerebro quiere escribir acerca de nosotros, esa donde él regresa, me abraza y todo deja de sentirse gris. No puedo hacerlo más.

Espero lograrlo pronto.



jueves, 2 de junio de 2011

One week

It's been one week since you looked at me.
Al igual que la canción de Bare Naked Ladies, ha pasado ya una semana. Y que mala semana ha sido. Pero al menos estoy mejor. Y me gusta tener una prueba empírica de que me siento mejor. O al menos, no me siento peor. Finalmente ese día clasifica en el Top 10 de malos días en México.

Esas últimas horas siguen rondando mi cabeza. Recuerdo todo y quiero no recordar nada. La nota que me dejo la escondí en una caja, pero da lo mismo, de tanto en tanto recuerdo exáctamente cada una de esas palabras y entonces siento de nuevo que no puedo respirar. Y mientras estoy aquí, trabajando, puedo devolverme a mi cuarto, a ese último abrazo, donde los dos llorábamos, donde yo ya estaba arreglada para ir a trabajar aún cuando eso parecía un mal chiste. Aún siento lo difícil que fue despegarme e ir a fingir que nada pasaba.

Y desde entonces llevo una semana de tratar de volver a mi realidad, de ir a clase, salir, trabajar, trabajar y trabajar. Asumir los retos nuevos y agradecerle al universo que me obligue a estar concentrada cuando yo lo único que quiero es meterme entre mi cama, no pensar y sacar este dolor que sigue en mí.

Y esta semana ha sido la semana de recordar que cuando yo termino me convierto en esa niña insegura que esta convencida de que él ya no la piensa. Siento que él regresó, encontró la vida que quería y se dio cuenta que lo que vivimos en realidad no era tan grande. Sin embargo, y a diferencia de otras terminadas, esta vez hay un pedazo de mí que cree que eso no es cierto. Yo sé lo que vivimos y sé lo que signifiqué. Sé que siempre seré una parte importante de su historia... tan sólo quisiera ser una parte más permanente.

Con vergüenza acepto que si no lo he podido sacar de Facebook es porque en el fondo espero que uno de estos días ponga algo que yo pueda interpretar como un mensaje para mí. Sé que no va a pasar, sé que su silencio es todo lo que puedo esperar de él. Pero la esperanza es difícil de vencer.

No hay nada más que hacer. Ya sé cómo es esto. Yo seguiré soñando aún cuando no deba. Seguiré estando triste hasta que ya no haya más tristeza en mí. Y seguiré, porque como ya dije, no hay otra opción.


viernes, 27 de mayo de 2011

Going through the motions

Y entonces suena el despertador. Y tu no quieres abrir los ojos. Sigues exhausta y la idea de empezar otro día parece ridícula. Pero no hay nada que hacer. Abres los ojos y confirmas que el otro lado de la cama esta vacío, y cuando te das cuenta que seguirá estando vacío no puedes evitar llorar. Te atragantas las lágrimas y te levantas, haces el desayuno haciendo un esfuerzo monumental por evitar recordar como hace tan solo dos días, le estabas preparando exáctamente el mismo desayuno. Piensas que es momento de cambiar de menú pero el refrigerador esta vacío y solo hay la opción de siempre. Prendes la tele para anesteciarte y tratas de concentrarte en la serie gringa que tantas veces has visto. Te bañas y te vistes y de repente te encuentras soñando con la posibilidad de encontrarte un día en Los Ángeles, ir a una librería y topártelo mientras revisas la sección de libros de niños. Te permites un momento para soñar con lo que sería abrazarlo y luego recuerdas que no tienes derecho a esa esperanza, que no va a pasar, que la decisión esta tomada y que no hay nada que puedas hacer, así que le subes el volumen a la tele, te terminas de vestir y sales de tu casa. Evitas recordar los chistes que hizo sobre tu puerta y te montas en la bici. Pedaleas y recorres el camino de siempre, te sorprendes de que todo sigue igual, que el ejercicio se siente igual pero es como si tu no estuvieras realmente ahí. Te subes en un bus lleno de gente y pones un podcast, mala idea: Ira Glass habla de parejas que iniciaron su camino cuando alguno estaba con otra persona, menciona como esas parejas usan frases como "overcome obstacles" y "bumpy road to happiness", revisas y te das cuenta que el nombre del episodio es Infidelity. Te secas una lágrimas y pasas a oir How Con-Artists work y te concentras en aprender sobre engaños, timos y fraudes. Llegas a la oficina, hablas de trabajo, envías correos y haces llamadas. Te esfuerzas con cada parte de tu ser para concentrarte y hacer bien las cosas. Por simplemente no sentir. Oyes una y otra vez Keep Breathing, tratando de sentirte mejor. No sirve. Abres el Facebook sin estar segura de que es una buena idea, aparece su foto y su status diciendo que ya llegó. Por un momento sientes que no puedes respirar, pides ayuda para aprender a sacar a alguien de tu NewsFeed. Lo escondes y sabes que eventualmente lo mejor será bloquearlo. Pero sabes que aún no estás lista. Te vas a tu perfil y piensas que deberías destaggearte de la foto en la que sales con él. Recuerdas el momento de la foto y de como para ese momento de la noche ya te había dado el primer beso. Sonríes y lloras al mismo tiempo. Regresas a las cosas de trabajo. Recuerdas que no has pagado tu celular, imprimes la factura, vas a Telcel y al regreso decides parar por un té. Entras al Cielito y recuerdas la frase de Carrie: "After a break-up, certain street, locations, even times of day are off-limits. The city becomes a deserted battlefield, loaded with emotional landmines. You have to be very careful where you step or you could be blown to pieces" Te esfuerzas por no mirar la silla donde el miércoles estaba sentado esperándote. Por no ver el lugar donde te abrazo mientras conocía a tu amiga y en voz baja te decía que te amaba. Agarras tu té y sales corriendo mientras decides que no volverás a ir sola a ese lugar. No puedes evitar recordar la sensación de su mano consintiendo la tuya, más lágrimas caen. Regresas a la oficina y tratas de ocultar tu tristeza, de fingir que solo es cansancio lo que tienes. Decides que al medio día irás a cine, a ver si por dos horas puedes volver a anesteciarte y olvidarte que ya se fue. Y sigues, porque no hay nada más que hacer, porque es lo único que se puede hacer. Seguir.

sábado, 9 de octubre de 2010

Here we go again

El tema del cyber-stalking es que hace que uno se entere de cosas cuando no las espera. Como hoy... que es un sábado normal, donde trabajé toda la tarde y decidí antes de ir a arreglarme ver un rato Facebook para distraerme. Y sin saber muy bien cómo terminé en la página del Ex. Y veo que alguien en su wall le pone: "Me contaron que se casa, lo felicito", etc.

Algunas personas tal vez me juzguen por el hecho de que esa noticia todavía me genera impresión. Hasta yo misma me juzgo un poquito por eso. Pero la verdad es que el Ex fue alguien muy importante en mi vida y a una parte de mí siempre le ha dolido ver que él no encuentra lo que quiere. Otra parte de mí sigue siendo la loba herida que siempre he sido y simplemente se enfurrusca cuando lee que se va a casar.

Esta vez trataré de ser the bigger person and the grown up, y desear que esta vez lo logre y que la niña con la que se va a casar lo quiera con el corazón. Lo haga feliz y le permita estar en paz consigo mismo después de tanto tiempo de luchar por ello.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Que para lo de la loba herida

De acuerdo con el novio-número-dos, la loba herida es aquella mujer que esta dolida porque alguien que ya no le interesa está con alguien más. Suena tonto y no sé si a los hombres les pase. Pero a nosotras nos pasa. Y mucho.

Y es lo que me pasa con Tattoo-boy. Desde que las cosas empezaron a darse con él, yo tenía clarisimo que no es el chico para mí. Aunque es inteligente y divertido y tiene cosas buenas. No es para mí. Somos totalmente distintos en términos de rutinas, gustos y actividades. Él es niño fiesta y yo soy niña hoy-es-martes-me-tengo-que-ir-a-dormir-mañana-trabajo. Y aunque a mí las niñas de la oficina me tildan de alternativa, en su mundo yo soy una yuppie, fresa, que usa ropa corporativa. Me miran raro cuando hablo de cumplir horario y no entienden que yo no pueda simplemente no levantarme a trabajar porque estoy cruda.

Pero con todo y eso, salíamos. Tengo la idea de que él en un momento se acercó a mí. Y yo no me dejé. Y el timing no nos ayudó. Teníamos algo chévere. A veces ibamos por un trago, a veces a cenar, de vez en cuando a cine. Y a veces pasaban cosas y a veces no. Y aunque eso me confundía, en el fondo nunca quise saber realmente qué quería él. Porque como bien he aprendido, uno no pregunta lo que no quiere saber. Así suene feo, era un plan B divertido.

Yo sabía que él salía con otras niñas. Hubo esa niña que le escribía cosas en su Wall de Facebook y que me generaba estrés porque me parecía needy, clingy y medio detestable. Pero él seguía apareciendo y yo seguía sabiendo que él no es para mí, como diría la canción de Fanny Lú.

Y entonces el viernes, en un momento de sentirme frustrada, decidí entrar un minuto a Facebook a olvidarme del mundo y me encontré en mí newsfeed una foto suya con el comentario: Tengo novia en el DF. Arghhh vida hp. Loba herida al 100. Y hoy decidí hacer mi actividad favorita, el cyber-stalking y encontré una entrada en su blog donde le cuenta al mundo que tiene novia. "So I have a girlfriend!!! Her name is XXX and she’s totally cool. I haven’t had a girlfriend since like sept of 2006 or something". Luego cuenta que no sabe muy bien cómo funcionará la cosa pero que esta contento.

Y yo de nuevo me ericé con mi alma de loba herida. Que si, que no era para mí, que jamás me lo tomé en serio, que si hubiera querido hubiera hecho alguito más, pero no importa. Me molestó. Hoy me molestó un poco menos que el viernes, pero creo que es el cansancio extremo en el que ando que ya no me deja ni sentir rabia.

Esta bien. Al menos no es con la niñita detestable.

martes, 25 de mayo de 2010

La felicidad y las relaciones

Hace algún tiempo oí en uno de mis podcasts sobre un estudio acerca de la Felicidad. Su director, George E. Vaillant, quiso explorar este tema y ver qué hace que una persona sea o no feliz. Para eso, realizó uno de los estudios longitudinales (Já! no he olvidado mis clases de metodología) en la historia. Durante más de 70 años, estudió a un grupo de 268 hombres que a finales de los años 30 ingresaron a Harvard. Así los ha estudiado mientras ellos estudiaban, se graduaban, casaban, divorciaban, eran padres, trabajaban, etc.

Alguna vez lo entrevistaron y le hicieron la pregunta obvia: ¿Qué había encontrado gracias a su estudio? y la respuesta es maravillosa:

“That the only thing that really matters in life are your relationships to other people.”

Hoy cuando pienso en los momentos de mayor tristeza y depresión de mi vida, me doy cuenta que han sido los momentos en donde menos personas cercanas tenía. Hace 10 años, cuando fui tan profundamente infeliz, me había alejado de mis amigos, a duras penas le hablaba a mi papá, la relación con mi mamá era pésima, las cosas con mi novio eran un desastre y mi familia era un grupo de extraños amistosos. Y fue ahí donde caí en la depresión y donde toqué fondo con los problemas y circunstancias de mi adolescencia.

Gracias a ese momento aprendí que era básico mantener a mis amigos cerca y no permitirme jamás cambiarlos por un noviazgo. Cuando empecé a salir con el Ex, lo primero que hice fue aclararle que mis amigos estaban primero, ya que durarían más que él. Y tal como lo predije, el Ex pronto fue Ex y mis amigos ahí siguieron.

Pero la familia no era tan importante para mí. No era una relación determinante.... Hasta que me vine a México y los extrañé. Y hasta que pasaron tantas muertes en el 2009 y me di cuenta que mi familia es una red de apoyo increíblemente fuerte, que me da ánimo de seguir adelante y que no deja que yo me rinda.

Leo y releo la frase y pienso en cuanta razón tiene. Y entonces pienso en los amigos que he perdido. Además de la muerte, las pérdidas de mis amigos, son las cosas que más me duelen en la vida. Algunos de los que perdí los recuperé en la distancia y ahora la relación se limita a ser algo cordial a través de Facebook. Otros no han vuelto. Al día siguiente de mi cumpleaños, me llegó un correo felicitándome de quién en un momento de mi vida fue mi mejor amigo. Sentí algo horrible cuando me di cuenta que ni siquiera había notado que él no me había escrito. Y sé que es normal que las relaciones cambien, que la gente se aleje y se acerque durante la vida. Pero fue feo darme cuenta que una de las relaciones que tanto había significado, ya no es nada.

Y la verdad es que al vivir lejos muchas relaciones se pierden. Relaciones que dependían de la cercanía física y de una rutina de eventos compartidos. Creo ser buena en darle continuidad a mis relaciones, pero es muy triste cuando me doy cuenta que en algunas de las que más me importaban, fracasé. A eso debo sumarle, que este año cometí un gran error con un amigo al que quería mucho. No creo haberlo perdido del todo, pero sé que ya no es lo mismo. Así que si pudiera cuantificarlo diría que estoy en un déficit de 1.5 amigos. 1.5 relaciones que aportaban a mi vida y hacian que fuera más feliz.

Esto no quiere decir que no haya ganado gente en estos años en México. Y hoy tengo algunos amigos que no tenía cuando ese 1.5 amigos estaba en mi vida... pero con ellos dos la relación era mucho más profunda y valiosa que los otros que he encontrado desde entonces.

Entonces habrá que fortalecer las relaciones que tengo...

***
Un gran artículo sobre ese estudio:
http://www.theatlantic.com/magazine/archive/2009/06/what-makes-us-happy/7439/1/

domingo, 9 de mayo de 2010

Gente como uno...

El año pasado cuando todo parecía indicar que volvería a Colombia, mi psicóloga me ayudó a aceptar la situación diciéndome que volver significaba la oportunidad de encontrar gente similar a mi. Me convenció que no pasaría mis días viendo a mis amigas casarme, yendo a showers y conociendo bebes.

El tiempo ha pasado y yo me quedé un rato más por aquí. Y ahora pienso que he debido seguir su consejo sin importar el país en dónde este. A veces me atoro en el mundo en el que me muevo, donde todo parece indicar que sólo hay una forma de vivir la vida. Trabajar en oficina, con horario fijo, novio fijo, matrimonio. Bodas grandes. bebes pronto.

Y no es que yo no quiera casarme. Anhelo una pareja profundamente. Y eventualmente me gustaría tener hijos. Y lo del trabajo con horario fijo no es exáctamente ajeno en mi vida. PERO yo quiero otras cosas. Yo quiero seguir viajando, prefiero irme a vivir con alguien a casarme, no sueño con una boda enorme y un cura autorizándome a vivir con la persona que quiero. Y creo que todavía me falta mucho para pensar en reproducirme.

Tal vez sean mis commitment issues hablando por mí. Pero esa es la forma en que hoy veo la vida. Me cansa abrir el Facebook y encontrar que una más de mis amigas esta comprometida, embarazada o casada.

Y entonces ayer salí con mi ex-roomie. Que también es soltera. Que es mayor que yo y no esta buscando casarse. Que se va ir a vivir a Canadá en unos pocos días. Y recordé que hay gente como yo. Que no todo el mundo esta en el mismo canal. Que simplemente es cuestión de buscar a esos que tienen intereses como yo y donde no voy a sentirme tan extraterrestre.

La pregunta ahora claro es: ¿y dónde los encuentro?

viernes, 7 de mayo de 2010

El silencio de Tattoo-boy

Tattoo-boy es uno de esos chicos que no he podido definir. Primero fue mi amigo. Y era chévere. Era un amigo con el cual pasar el rato, salir a veces y tomarme unos tragos. No es mi estilo y por tanto, era fácil verlo sólo como un amigo.

Y una noche, al despedirse me besó. Y su beso me gustó. Pero me generó conflicto porque yo no lo veía como nada distinto a mi amigo para salir de vez en cuando. Pero volvimos a salir y volvió a besarme y volvió a gustarme. Y antes de que me diera cuenta empezó a ganar terreno. Y en la medida en que ganaba terreno me daba cuenta que las etiquetas que le había puesto inicialmente, no lo definían completamente. Yo veía a Tattoo-boy como un niño dedicado a la fiesta, que toma mucho y que no se salía de ese esquema. Y de repente me di cuenta que sabía quién era Michel Foucault y que escribía y que era más que el niño fiesta que yo veía. Y empezaron a llegar mensajes coquetos. Y yo empecé a pensar en él más de lo que esperaba.

Y entonces se fue de vacaciones. Y muchas cosas pasaron. Cosas de las que no estoy lista para escribir aquí, pero digamos que fueron cosas que me paniquearon un poco. Por su parte, estoy segura que no pensó mucho en mí durante sus vacaciones ya que precisamente estaba de vacaciones. Pero volvió y el mood cambió. Ya no nos vimos tanto, ya no hubo mensajes. Inicialmente puse distancia. Pero luego traté de volver a la normalidad. Lo invité a comer esta semana de incapacidad y me dijo que no. Le mandé un mensaje de texto el cual no respondió. Su silencio se hizo grande.

Mientras tanto en su página de Facebook una niña le deja mensajes en el wall y le hace caritas. Y yo empiezo a creer que algo sucede ahí. Y siento algo parecido a los celos.

No sé si es capricho, si es el sentir que mi arroz en bajo se enfrió o la furia del rechazo. No sé si es el sentir que nuevamente si hubiera hablado a tiempo las cosas podrían ser diferentes. Y escribo esto y sé que jamás creí que las cosas pudieran ser serias con él. Y cuando lo pienso y soy honesta conmigo misma, lo que verdaderamente me molesta es que perdí a mi amigo para salir.

*** Decisión: intentaré hablar con él. ¿Qué es lo peor que puede pasar?

martes, 23 de febrero de 2010

Día internacional de la lucha contra el cáncer.

Ayer fue el día internacional de la lucha contra el cáncer. Una prima puso esto en su status de Facebook:

Hoy es el Día Internacional contra el cáncer... En memoria de quienes perdieron la batalla contra el cáncer y para todos aquellos que siguen luchando para ganarla. Rezo para que se encuentre una cura para esta enfermedad. El 92% no copiará y pegará este texto, ¿verdad? Yo lo hice por los que amaba, por todos los que se fueron. Orgullosa de ser parte del 8%.


Por supuesto lo puse en mi status. Pero al ponerlo se me hizo ese nudo en mi garganta que se forma cada vez que pienso en los que se fueron el año pasado. Ante todo, el 2009 fue un año de profundas pérdidas emocionales. Mi tío, mi tía, mi abuelo. Gente maravillosa, valiosa y que le aportó a mi vida de formas indescriptibles.


Y mientras pegaba el status me pregunté cuándo tendré la coraza fuerte. ¿Cuándo dejará de doler tanto? El otro día iba en el carro de una amiga de la oficina, por algún motivo llegamos al tema de la muerte y ella compartió conmigo la historia de cuando su abuelo falleció. Fue una historia hermosa y yo agradecí profundamente que me la contara... pero en alguna parte de la historia dejé de oírla. Se formó el nudo en la garganta y yo sólo pude pensar en mi abuelo. Y yo sólo quería llorar. Cada vez que me doy cuenta que jamás volveré a verlo... siento que no puedo respirar.
Y sé que no ha pasado tanto tiempo. También sé que nunca dejaré de extrañarlos y que nunca dejará realmente de doler. Pero hoy acepto que me gustaría adelantar un poco el tiempo, al momento en que ya no me duela tanto. Al día en que pueda oir las historias de los otros y quedarme en ellas.