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viernes, 3 de junio de 2016

Déjalo ir...

Mi memoria es una cosa rara. Me cuesta mucho aprenderme nombres pero sé exactamente qué tenía puesto en mi primer date (jeans, camiseta blanca, saco azul y un collar con un dije azul noventerísimo), el día que salí por primera vez con el Ex (saco gris que picaba y que compré en Naf Naf y jeans) y la noche que me di los primeros besos con Open-Boy (vestidito azul que luego boté porque no fui capaz de volverlo a usar porque me daba tristeza). Y no solo me acuerdo de cosas  que pasaron en momentos importantes, también sé que las primeras películas que renté cuando Blockbuster llegó a Colombia fueron Mujercitas y Belle Époque. 

Hay cosas que por algún motivo se quedan grabadas en mi mente y no hay forma de dejarlas ir. Y realmente no me parece grave que mi cerebro este lleno de datos inútiles como que mi cuaderno de sociales en décimo era de los Auténticos Decadentes no porque me gustara la banda sino porque me pareció que era una buena definición del tema. Lo que me parece grave es que hay sensaciones, sentimientos, momentos y dolores que no puedo olvidar, que simplemente no puedo dejar ir. 

Y entonces los recuerdos se convierten en el arma para no dejar ir las cosas. Están ahí, permanentemente, mostrándome la ausencia como una constante. En este momento no se trata solo de ese amigo que ya no es y que tanto me pesa, se trata también de un rechazo que viví hace poco y que simplemente no sé cómo superarlo. 

Dentro de las cosas que me joden a mi la vida es la sensación de rechazo. Cuando supe que esto había pasado pero no pude saber los motivos, entré en un conflicto horrible. He analizado una y otra vez todo lo que pasó buscando las señales de por qué ya no quieren que yo esté. Y sé que probablemente nunca lo vaya a entender y que, al igual que con ese ex amigo, nada vaya a cambiar si de repente encuentro las razones verdaderas de lo que pasó... pero el no saber me mata. 

Al final lo que he aprendido es que como en todo el tiempo ayuda a que la incertidumbre no pese... Y llegara el día en que solo me queden los recuerdos sin un sentimiento amarrado a ellos. 


viernes, 13 de mayo de 2016

La tradicional lista de deseos de cumpleaños

Tras mi entrada de la semana pasada, he estado pensando mucho en qué debería escribir ahora. Han sido días buenos y muy felices. Así que creo que desde este lugar es momento de hacer mi lista de deseos de cumpleaños: 
  • La constancia de volver a escribir. Más cuentos, más historias, más entradas y muchas más páginas de Las Dos Hermanas. El valor de escribir esa otra historia que ronda en mi cabeza. 
  • Muchos más viajes. Conocer lugares nuevos. Y broncearme un poco, ya estoy transparente. 
  • Muchas muchas horas de sueño. Muchas. 
  • La capacidad de reconocer la felicidad y no tenerle miedo. Callar de una buena vez a mi monja interior que de verdad lo único que hace es joderme la vida: "y ahora que ganaste la última batalla, ¿qué vas a hacer con el terreno que conquistaste? y si ahora empezamos a joder por algo que ni nos interesa?"
  • El paseo al nevado de Toluca que sigo esperando. 
  • Que Ginebra deje de botar tanto pelo. 
  • No tener que volver en mucho, MUCHO tiempo al dentista. 
  • Cuidarme más, comer bien, estar con mis amigos que me llenan el corazón y darme los espacios para mí. Leer más. Volver a hacer yoga. Reírme mucho. 
  • Que los dueños de mi depa por fin se animen a arreglar la humedad de la sala (qué adulta soy... realmente deseo eso)
  • Más clientes que me reten y me permitan aprender mucho. 
  • Experiencias que me saquen de mi zona de confort y que me hagan sentir viva. 
  • Proyectos nuevos. 
  • Que se arreglen todos mis líos hormonales. De una buena vez. 
  • Muchas mañanas en Shakespeare. Más domingos felices, cenas inesperadas, todo el cine y el placer del desayuno en la cama. Ante todo, que sigamos siendo muy felices. 
  • Días buenos para Adri (y para todos los que quiero, obvio, pero hoy sí que lo deseo para ella)
  • La capacidad de mantener mi temperatura estable toda la noche y no andar quitándome y poniéndome cobijas todo el tiempo. 
  • Soltar. Soltar a los que me hicieron daño, a los que con sus inseguridades han entorpecido mi vida, a los que no quieren mi bienestar pero que están cerca porque me cuesta ponerles distancia. 
  • Muchas horas de arrunche. 
  • Unos audífonos nuevos para el iPhone. Y ya que estamos en esto, un nuevo iPhone. 
  • Y bueno, como siempre... vestidos bonitos para seguir caminando.  


lunes, 24 de noviembre de 2014

Consecuencias

Me acuerdo de la noche que mi mamá me dijo que ella era Papá Noel. Estábamos en Girardot, ella sentada al borde de la piscina y yo nadando en esta. Seguramente ya había oído rumores porque de frente y sin anestesia le pregunté si Papá Noel realmente existía (nunca creí en el Niño Dios, me parecía -me parece- totalmente ilógico que un bebé ande repartiendo regalos por el mundo, al menos el otro tiene toda la logística armada con su trineo y los renos). Ella me respondió que ella era la que me daba esos regalos. Yo me di la vuelta y nadé un rato. No me acuerdo qué sentí. Solo lo que hice. 

Pero asumo que esa fue de las primeras veces en que tuve que lidiar con el darme cuenta que había creído en algo que era falso. Que había sido engañada. Asumo que mi mamá luego me dio alguna buena explicación y por eso no me acuerdo con trauma del tema. 

Pero hoy sí me siento engañada. Hoy sí tengo que lidiar con el trauma de darme cuenta que he creído en algo que era falso. 

Y duele. Duele saberme engañada. Duele preguntarme por qué no me di cuenta, si es que no vi las señales o no las quise ver. Duele pasar las noches revisando lo que ha pasado en estos años, tratando de entender cómo fue que me engañaron por tanto tiempo. 

La cosa es que eso me lo esperaba. El over-thinking es mi característica más poderosa y claramente yo iba a pasar días analizando el pasado para intentar entender algo que no voy a entender nunca. 

Lo que no me esperaba -y que me he debido esperar- es que esta situación me ha hecho desconfiar de los que quiero. Sin que me diera cuenta, en estas últimas semanas, cuando me han dicho que me quieren, que soy importante para ellos, que me extrañan... una parte de mí ha sentido que no es cierto. Que lo dicen por compromiso y no porque sea realidad.  

Y hoy tuve que pasar mi hora entera de terapia entendiendo que tengo una especie de estrés post traumático y que me está costando confiar porque me di contra el mundo. Pero durísimo. Y de una forma que jamás creí posible. 

Pero no quiero. No quiero desconfiar. En la misma medida en que no quiero jamás volver a sentir que he sido engañada por alguien en quién confiaba ciegamente, no quiero preguntarme si es cierto cada vez que me digan que me quieren. Quiero creer en las palabras que me dice el Sr. Gelatina porque él no me ha dado ningún motivo para desconfiar. Quiero confiar en lo que he construido con él y con el resto de los que quiero. No quiero comparar lo que creo de mi gente contra esa realidad espantosa donde por cinco años creí en quién no debía. 


lunes, 5 de mayo de 2014

Y entonces te das cuenta...

Sin que supiera muy bien a qué horas, se decidió que me iría a Los Ángeles a un curso. Viaje exprés de 2 días, uno de vacaciones para conocer la ciudad. Suena normal y a algo que pasa muy seguido en mi vida, pero esta vez era algo más. Era ir a Los Ángeles. 

Su ciudad. 

Y ya sé que es de las ciudades más grandes del mundo, donde es imposible encontrarse con alguien sin planearlo y que era ilógico pasar las noches desvelándome por qué pasaría si lo viera. Pero fue justo después de la muerte de GGM que tanto me hizo pensarlo y volvemos a que al universo le gusta reírse haciendo que me pase lo imposible. Si viviendo en otro país, trabajando en una industria no relacionada con la suya y en una empresa sin vínculos con Colombia, terminé dándole un curso al Ex, ¿por qué no me voy a encontrar con Open-Boy en la mitad de la calle?



Y aún cuando lograba convencerme que no iba a encontrármelo, no podía quitarme el miedo de sentirlo en cada milímetro que recorriera de LA. Aún recuerdo sus palabras "I see you everywhere, and I never know when a piece of you is waiting around a corner for me". Conozco bien esas minas emocionales, durante mucho tiempo estuvieron por todo el DF, encontré una en Toronto y hasta llegaron a Cartagena. Estaba segura que habría muchas en el lugar donde él vive. 

Pero me equivoqué. 

Resulta que cuando me di cuenta que durante el viaje, pensé en el que debo pensar. Una grabación, la iglesia mormona y hasta sudaderas de Mi pequeño pony me hicieron pensar en el Sr. Gelatina. Y eso esta bien, eso es lo que pasa cuando uno esta enamorado, las cosas chiquitas e insignificantes le recuerdan a uno a la otra persona. 

Así, aún cuando caminé calles que tal vez Open-Boy ha recorrido y tomé té en un café que seguramente él conoce, yo pensé fue en el Sr. Gelatina y mi corazón lo extrañó fue a él. Claro, luego de varios días de miedos irracionales, tenía en mi cabeza que estaba en la ciudad donde vive Open-Boy pero lo tuve porque fue fantástico descubrir que ya no sentía su ausencia. Ya no me dolía el hueco. 

Todavía me duele el "pudo haber sido" y me hubiera gustado poder al menos tomarme un café con él y saber en qué va su historia. Al final él siempre será la persona que me amó cuando creía que eso nunca sucedería, el que me cambió la vida... él siempre será importante en mi historia... pero soy feliz de que por fin es un recuerdo que no duele. 




martes, 30 de abril de 2013

Dos años y el silencio

Te despiertas y antes de abrir los ojos ya sabes que será un día donde su recuerdo pesará. Los días han pasado y de repente, hoy se cumplen dos años desde la noche que lo conociste. Tomorrow you'll be worlds away and yet with you my world has started. Aún te acuerdas qué te pusiste, la sensación cuando él abrió la puerta y lo viste por primera vez, el roce con su brazo cuando tomaron mezcal. Caminar de regreso a tu casa tratando de decirte que no te gustaba. La vida ha pasado, tú has cambiado pero hoy sientes que aún hay cosas que no han cambiado lo suficiente. Hoy no puedes no extrañarlo, no querer sentir su mano entre la tuya o su cuerpo cerca cuando duermes. Te tratas de decir que es lo mejor pero hoy no se siente así. Quieres tener furia por durar tanto tiempo extrañando a alguien, quieres que te enfurezca que dos años más tarde te despiertes con su ausencia pesando en tu vida. Pero no es así, hoy solo sientes tristeza de la vida que no fue. Hoy oyes las canciones que decían lo que tú sentías. If he asked, I’d be his. Haces tu vida y finges que todo está bien. Eres buena en eso, ya no eres la que llora inconsolable frente a la compu. Esos días han quedado atrás. Hoy eres la que tiene el corazón triste pero puede sonreír, dar las gracias por el té que ha comprado, mandar mails de trabajo y hasta hacer chistes tontos sobre por qué olvidó el cargador en la casa. Pero todo se siente distante. Esta esa que bromea y la que tiene todos los recuerdos alborotados. Hoy todas las preguntas que no te permites hacer en tu vida normal, gritan en tu interior. ¿Cómo estará? ¿se acordará que hoy es hoy? ¿también le pesará? ¿será feliz? ¿pensará en mi? ¿habrá cambiado? Hace unas semanas cuando caminabas por la playa con Possibility-boy te diste oportunidad de hacer lo que nunca haces, preguntar en voz alta a alguien que tiene la respuesta, por él. Le dijiste que te dolía no haber recibido nunca aquel correo donde él te dice que es feliz. Possibility-boy respondió que él está bien y que tal vez si no te ha escrito es porque él solo es feliz si no se acuerda de ti, solo está bien si no deja que haya nada de ti en su vida. Tú pensaste que sería fantástico poder hacer eso. Pero esa no eres tú. Y sabes que estás mejor, que cada vez son menos las noches en que te sueñas con él y amaneces con el alma triste; cada vez eres más valiente a la hora de enfrentar las minas emocionales, pero aún no eres capaz de ir a ciertos lugares y entonces prefieres dejarlos tan solo como recuerdos… Y aunque cada vez su ausencia pesa menos, nunca se desvanece del todo. Ahí está. Sabes que jamás volverás a verlo pero hay noches donde no puedes evitar soñar con eso. Y claro, cuando hay diminutas posibilidades de ir a su ciudad, te dan ataques de ansiedad de tan solo pensarlo. Por más de que te digas que la probabilidad de encontrártelo en la calle es casi nula, una parte de ti quisiera ir un día caminando y verlo. Así sea de lejos, así sea por un instante… tal vez entonces sabrías que él realmente está bien, que estos dos años donde no han estado, esta vida completa que te espera de vivir sin él… todo lo que no fueron, vale la pena. Que el amor que le diste dejándolo ir, valió la pena. 

domingo, 15 de julio de 2012

Mis incoherencias

Ayer amanecí pensando que la terapia se había pagado solita el viernes.

Hoy no estoy tan convencida.

Definitivamente lo mío es la incoherencia. Veamos.

El viernes vinieron mis amigas de la maestria y yo me emborraché como adolescente. Grité, canté, me reí y tengo un par de vacíos en la historia de la noche. Pasé dichosa. Y de manera inevitable (porque eso es lo que pasa cuando uno se emborracha como adolescente), en algún momento  pensé en Mr. M. Pensé que sería bueno decirle algo. Twittearle dado que borré su teléfono y demás modos de comunicación. Pero entonces me di cuenta que no tenía nada que decirle. Incluso en ese estado de mareo alcoholizado supe que él no es lo que quiero y que qué pereza hacer el oso buscando a alguien que no quiero. Así que no le escribí, me tomé un shot más y seguí emborrachándome tranquilamente. 



Y ayer amanecí pensando que la terapia es una maravilla y que qué emoción lograr darme cuenta de esas cosas incluso cuando estoy en tan deplorable estado de beodez.

Pero yo soy yo. Y la incoherencia es lo mío. Y hoy amanecí con un hueco. Con ganas de su compañía, de salir un rato con él. 

Pero vamos a hacer el ejercicio de la racionalización a ver si vuelvo a ese punto donde no le veo sentido a buscar al que no quiero. ¿Realmente quiero hablar con Mr. M? ¿Para contarle que mi tía esta enferma y que él no pueda mostrar empatía al respecto porque no sabe hacerlo? O ¿para salir a comer y pasear un rato? Ah pero es que es domingo y los domingos were off-limits o se ponía detestable. Mejor armo plan por mi cuenta.

Pues sí, la racionalización sirve. Al final vuelvo a lo que ya sé. Que yo si quiero compañía y quiero a alguien. Pero que ese alguien, no es Mr. M.

lunes, 2 de julio de 2012

Del horóscopo, lo que no soy y lo que sí soy

A mí me gusta leer el horóscopo. No es que crea en él, pero me divierte. Desde hace años, los viernes para mí son Viernes de Horóscopo donde leo en voz alta el signo de todo el que me lo pide.  Entonces hoy, en este lunes de mucho sueño, leí el de la revista Semana. Y esto fue lo que encontré:

Sálgale adelante a la mala energía, sacúdase y quítese de encima ese peso. Usted ha tomado una decisión y debe ser consecuente. Cada movimiento que usted dé, tiene un efecto en cadena. 

Y pues sí. Eso es lo que necesito hacer. Sacudirme, recordar que la decisión también fue mía y que ya toca es para adelante. 

La cosa es que hoy amanecí con hueco. Con unas ganas terribles de hablar con él de política, de discutir las elecciones y analizar el futuro. Pero no se puede. No tiene sentido.  Se tomó una decisión y realmente me siento tranquila con ella. 

Ayer mientras caminaba hacia mi restaurante de comida india favorito, pensaba en lo imposible que fue lograr que él fuera conmigo. Siento que él solo quiso ver lo que no soy: no soy melómana como él, no creo en la gastronomía por encima de todas las cosas, no como cosas que floten o naden, me gustan las series girlies y para rematar, después de la tercera temporada, Mad Men me aburrió. 

Y así no vió lo que sí soy: la que necesita una banda sonora permanentemente y siempre esta lista para expandir su universo musical (siempre y cuando no me traigan música llanera... ahí esta mi límite), la que esta dispuesta a cuanta nueva actividad le propongan, desde ir a comer comida molecular hasta pasear por Tepito, la que ama Gilmore Girls & Comp. pero también adora ver películas de explosiones y eso que llaman "buen cine", y soy esa misma que amó de manera intensa The West Wing. La que siempre encuentra qué comer a pesar de que sé que mis gustos son limitados. La que le encanta acompañar a la gente a sus planes y estaba lista a conocer su mundo. 

La cosa es que él no estaba dispuesto a conocer el mío y no tenía el menor interés de pasear conmigo por los pueblos perdidos del mundo, a dormir tanto en hoteles de 5 estrellas como de menos de un  dolar, ir a Colombia porque yo soy de allí (aún me resuena la frase de... pues es que si hubiera buenos conciertos sí me darían ganas de conocer tu país) ni saber por qué me gustan las cosas que me gustan. 

Así que ni hablar de política ni procesos post-electorales con él.  Tan solo hora de hacerle caso a mi horóscopo. Dejar atrás la mala energía, sacudirme, quitarme el pasado de encima y dar un paso adelante. 

viernes, 29 de junio de 2012

One week Volumen 2

Ayer leí mi entrada One Week. Que diferencia entre esa primera semana y esta primera semana. Alguna vez conoci a alguien que decía "edificios más altos se han caído" y si... la verdad es que todo se resume en que edificios más altos se han caído en mi vida y sé que este ni a duplex llegó. Y eso, me genera una tranquilidad que nunca había tenido.

Pero como en todo hay subidas y bajadas. Hay momentos donde me acuerdo y me pesa. Donde me da rabia que las cosas no continuaran fluyendo. Ya no sé si es que él se mostró como algo que no era o si cómo sugirió mi psicóloga, aunque se mostró como realmente es la presión de sus líos sin resolverse lo hizo poner una máscara que logró que los dos nos desencantaramos. Eso no importa. Lo que fue en las últimas semanas es lo que iba a seguir siendo y lo único que podía ser. Y los dealbreakers solo iban a seguir haciendo ruido.... Pero de tanto en tanto, lo extraño.

Y entonces me pesa sentir que él no me piensa. Que él no me extraña. Y sé que da lo mismo. Si me extraña o no. Pero me duele sentir que ese que se abrió, que me mostró lo que había en su interior y que me quiso... hoy ni se acuerda.

Eso suele pesar más cuando recuerdo lo bonito. Acepto que pasa menos seguido de lo que hubiera creído. A veces como hoy, es en medio de una comida, donde la gente habla de cosas sin importancia y algo me recuerda un buen momento con él, cuando me sonreía con cariño o buscaba mi mirada en medio de la conversación de grupo. 

No debo ir ahí. Me debo quedar donde he estado tranquila. Donde sé y siento que lo mejor fue desprendernos y aceptar que en realidad juntos no podíamos.


martes, 26 de junio de 2012

Blandita once again

El domingo fui a recoger mis cosas a la casa de Mr. M. Fui sin saber qué encontraría. Una pequeñisima parte de mí tenía la esperanza de encontrar una nota, un libro, un último mensaje de él. Pero eso lo hubiera hecho el primer Mr. M, ese del que yo me empecé a enamorar. El verdadero Mr. M, se limitó a dejar con su portero la bolsa con ropa que yo dejé la última vez que me quedé en su apartamento. 

Yo en cambio necesité dejar algo de mí. "Terminar bonito" como bien recordó Pollo. Así que le dejé una nota, escrita en un papel del libro que me regaló cuando fue a Los Ángeles y que además de decir el cliché de "te deseo lo mejor" le aclaraba que tenía razón. You were right. Para ser más específicos. 

Y es que he was right. No funcionábamos como pareja, no íbamos a lograrlo y era mejor terminar las cosas en ese momento. 

Pero hoy me doy cuenta que el cariño incomoda. Porque por más que yo sepa que todo es mejor, que yo ya había empezado a desencantarme del que él es realmente... Extraño tenerlo cerca. Y hoy cuando el Tweetdeck me hizo una mala pasada al mostrar un twitt de él (vuelvo a odiar la tecnología) se me espichó el corazón y me dieron ganas de meterme debajo de mi cama. 

Uno debería tener derecho a las vacaciones emocionales. Porque yo lo que necesito es unos días en la playa o en Bogotá, o caminando por algún pueblo desconocido de México. Anywhere but here. Ando grinch, neurótica, blandita y con la sensación de que si me molestan de más voy a entrar en un ataque histérico del que no podré recuperarme de manera honorable.


viernes, 22 de junio de 2012

C'est fini

¿Qué es lo que estoy sintiendo?

Hoy he pasado de un sentimiento al otro. Extrañamente en mí... no he llorado. 

Tengo tristeza de sentir que pudimos haber sido algo grande... Me duele sentir que él se mostró como alguien que en realidad no era. Y aunque sé que no lo hizo para herirme, esto también me genera rabia. Pollo me preguntó si fue una sorpresa que terminaramos. La verdad no. Y aunque ayer fue una conversación extremadamente triste donde me dijeron algunas de las cosas más dolorosas que haya oído... tuve que aceptar que eran ciertas. Que somos muy distintos, que vemos la vida de forma diferente, que cada día aparece un nuevo muro entre nosotros y que para qué seguir dándonos contra las paredes. 

Él ve ciertos muros que para mí no son graves. Pero yo me había negado a ver los que para mí sí son complicados... que a él no le gusta viajar, que un fin de semana de paseo no es motivo de felicidad, que no contempla su vida por fuera de esta ciudad... Que no habla y que se abruma y termina explotando sin decir nada. Que dejó de ser (o nunca fue) el niño que a la semana y media me dijo que me quería, que me llamaba a decirme que le hacia falta y que quería compartir su mundo conmigo, para convertirse en ese que es distante, que no dice las cosas, ese con quien la vida se convirtió en un drama, donde yo me sentía insegura, needy y confundida.

So of course I miss you and miss you bad 
But I also felt this way when I was still with you

Y entonces hoy me desperté sabiendo que vuelvo a lo mismo de siempre. Sola. A lo largo del día me he dado cuenta que  me pesa profundamente perder la compañía, el tener planes para los fines de semana y ese a quién contarle mi día. ¿Cómo es que eso es lo que más me pesa? Eso que tan poco tiene que ver con lo que él es como persona. ¿Lo quiero a él o la compañía que él me daba? ¿Por eso no estoy tan triste? 

¿Al final el tema es que me dio en el ego porque yo lo quise más de lo que él me quiso a mí? Porque no voy a negar que me duele saber que probablemente él tiene menos sentimientos que yo respecto a esta situación. Que él no tiene el hueco en el estómago que tengo yo. Y entonces me acuerdo de esa entrada de Solterica donde dice

Siempre que termino con un tipo y empiezo mi proceso de esperar a que el sistema procese la solicitud de baja, me siento un poco estúpida de ver que para el otro fue una cuestión de 30 segundos. Más que estúpida me hace sentir psicótica. Me pregunto si no habrá sido todo un delirio mío, si la relación estaba solo en mi imaginación y si en realidad esas conversaciones que creí haber tenido con el tipo las tuve con las voces de mi cabeza esquizofrénica, o esos recuerdos son parte de la alucinación.  Si no, ¿cómo más se puede explicar que el tipo que hace dos semanas era supuestamente feliz conmigo ahora se porte como si acá no hubiera pasado nada?

Y sí. Eso es un poco lo que siento. Que al final, le vale huevo. Y que por qué a mí no. Porque aunque este tranquila, aunque me pregunte si lo que voy a extrañar es la compañía y no a la persona, aunque mi cabeza me diga que maybe it was for the best... no voy a negar que lo quiero y que me duele perderlo. Y que me hubiera gustado que todo fuera diferente, que nuestros muros no fueran tan pesados y que el hombre del que yo empecé a enamorarme... siguiera por ahí, cerca de mí. 

martes, 20 de marzo de 2012

Y entonces uno extraña...

Encontrar casa fue un proceso largo y frustrante. Hacer llamadas, ver sitios horribles, oír una y otra vez que no quieren vivir con gatos... Pero el día que encontré casa, cuando dije que sí, pagué el estudio y me aseguraron que ya lo tenían bloqueado para mí... en ese momento extrañé a tener a alguien... Alguien como Open-Boy.

No necesité a nadie para que me acompañara a buscar casa, no necesité a nadie en específico que oyera mi frustración, para eso conté con mi mamá y mis amigos... pero en el instante en que sentí que había encontrado un lugar que me hacia feliz... ahí quise volver a tener cerca a Open-Boy. Quise poder contarle, compartir mi emoción. Y de repente el corazón fue agridulce.

Y sé que en el fondo, no lo extraño a él. Extraño la idea de él. Extraño tener a alguien para compartir mis cosas. Como le dije el otro día a Pollo en un correo, extraño tener un compañero para contarle los cambios que estoy viviendo. Pero como es muy difícil extrañar en abstracto, mi cerebro convierte el anhelo de una pareja en nostalgia de Open-Boy. Y al hacerlo, su ausencia vuelve a pesarme, el dolor por su silencio regresa. No puedo evitar preguntarme cómo esta, si esta bien, si es feliz, si logró lo que quería. Y luego me pregunto lo que menos debería preguntarme... si me extraña, si de repente él también pisa minas emocionales que lo dejan pensando en mí y con el corazón adolorido, si a veces siente que el tiempo no ha pasado y que extrañarme es parte normal de la vida.

Pero debo dejar de hacer esto. Debo quedarme con las cosas buenas, con la felicidad de los cambios positivos. Adaptándome a ellos. Y dando el espacio para que cuando sea momento, alguien más entre en mi vida.


jueves, 3 de noviembre de 2011

Posibles respuestas

He seguido con los para qué rondando mi cabeza. Tratando con todo mi corazón de no pensar en por qué de la nada aparece otro personaje que no solo me recuerda al que me esfuerzo en dejar atrás, sino que además, consolida el patrón de encontrar hombres que me encantan, con quienes me conecto pero que por supuesto, no viven aquí y son imposibles.

Entonces me concentro en para qué. Para qué apareció Possibility-boy.

Aún no lo tengo del todo claro, estoy en la mitad de la historia y no puedo ver the big picture...

Pero hoy me aventuro a pensar que es para crear nuevos recuerdos.

Y hoy, eso se siente increíblemente bien.

martes, 1 de noviembre de 2011

Confundida...

Tras meses de sentir que estaba avanzando en mi proceso, de volver a respirar tranquila y dejar de recordarlo a cada instante… he retrocedido y me vuelvo a encontrar en ese lugar donde las canciones duelen en el alma y no puedo evitar llorar en los buses mientras oigo esas frases que tanto daño hacen.

And all our hearts were breaking
There was music all around
And the walls were always shaking
'Cause our love was the sound
Our love was the sound


Revivir conversaciones y sensaciones me está haciendo daño. Y no sé si es porque quiero ver que todo se parece o si en realidad… todo se parece. Tampoco sé si lo que debería hacer es salir corriendo y negarme a repetir lo vivido. Las palabras de mi psicóloga resuenan en mi cabeza… busca los para qué y no los por qué. Pero no es fácil… menos cuando tampoco tengo la respuesta al para qué. Para qué encontré a alguien que veo como algo similar? Acaso es la vida dándome chance de hacer las cosas distintas? Y si es así… ¿qué es lo que debo hacer distinto? Hoy solo tengo dudas en mi cabeza.


Y sé que no es justo comparar. Que debo ver las cosas de manera individual. Que debo intentar que mi pasado no determine mi presente. Que lo que pasó antes, no defina lo que está pasando ahora. Son personas distintas, momentos distintos y sobre todo… yo soy diferente. Ayer le escribí a mi mejor amiga hablándole de cómo el dolor cambia a las personas… a mí me ha cambiado, tanto dolor, tanto amor, tanta frustración, le dieron un vuelco a lo que soy, a lo que quiero y a lo que creo que es posible.



Trato de pensar en todo lo que he aprendido en estos meses, en todo lo que he descubierto acerca de mí. Y no sé cómo ponerlo en práctica. Lo único que tengo claro es que la tristeza del mes de mayo y los días que le siguieron, sirvieron para abrir de nuevo mi corazón y enseñarme que así es cómo lo quiero tener. Hoy me siento tentada a cerrarlo y no dejar que nada se acerque. Pero no lo voy a hacer. Seré cuidadosa, pero no me cerraré.


Is this the sound of our demise
Or is it just the opposite?
I love you and I miss you
What else is there to say?
It takes a hell of a lot more to complete this
Far more, far more to recreate

lunes, 24 de octubre de 2011

La innombrable o perder/perder

Aunque ni yo misma lo crea, lentamente he aprendido a cuidarme emocionalmente. Y eso en mi caso, significa no hacer preguntas para cosas cuya respuesta no estoy preparada.

Pero it's a learning process. Y una cosa es no hacer preguntas cuando el tema no sale y otra que le cuenten a uno sobre el personaje y yo tenga el autocontrol para no preguntar.

Hoy no lo tuve. Tattoo-boy decidió contarme sobre Open-Boy. Fue así como descubrí, que en otra ciudad, lejos de aquí, en un lugar que en mi vida he visitado, soy "la que no puede ser nombrada". Y que él esta bien, que ellos están mejor.

Y saber eso es un perder/perder. Por eso no lo había preguntado. Porque sabía que sin importar la respuesta... lo que me dijeran iba a doler. Si me decían que él esta mal, que las cosas siguen negras, me dolería saberlo, porque yo quiero que él este bien y sea feliz. Pero si me decían que esta bien y que es feliz... me dolería también, porque así yo sepa racionalmente que con él las cosas jamás hubieran funcionado, que yo necesito a alguien que sepa lo que quiere y que él no tiene las habilidades emocionales para estar conmigo... duele saber que él siguió adelante con su vida y hoy es feliz.

Y entonces vuelve la rabia conmigo misma de seguir sintiendo. Me da rabia saber que los meses han pasado, yo estoy bien, he vuelto a sonreir, logré conectarme (así fuera por un pequeño espacio en el tiempo) con alguien más y mi vida ha cambiado, pero de tanto en tanto, piso una de las minas emocionales y quedo con ganas de irme a llorar a mi casa.

La furia y el dolor ya no son tan fuertes como antes... ya no lloro frente a esta computadora sin consuelo, ya no siento que no puedo respirar y que su ausencia enmarca toda mi vida.

Pero hoy... hoy volví a sentir la tristeza de saber que no seremos. Que solo fuimos.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Géminis after all

Y ahora que el silencio ha regresado y se ha hecho más intenso, ahora que la emoción de ir a Colombia pasó, que los abrazos y el cariño que allí me dieron ya no están, ahora que el sol se fue... regresa el hueco de su ausencia.

Y entonces me siento dos. Soy la que está convencida de que él, a la larga no iba a ser bueno para mí, que necesito a alguien que quiera estar conmigo y con nadie más. Quiero un amor intenso, profundo y real como lo fue con él, pero un amor donde no haya espacio ni deseo para nadie más. Un amor que me cuide y me proteja, al tiempo que me hace crecer y ser la mejor versión de mi misma.

“I'm looking for love. Real love. Ridiculous, inconvenient, consuming, can't-live-without-each-other love.”


Pero también soy la que aún lo extraña. La que aún siente el dolor del "what could have been" y la que aunque permanece en silencio, aún lo piensa y recuerda. La que va a cine y ve la película y se siente identificada, sale con un nudo en la garganta y solo quiere seguir adelante para por fin llegar al punto donde la ausencia no me duela.


miércoles, 27 de julio de 2011

Perspectiva...

"Only the heartaches have given me sight"

Hace rato encontré esta frase en una canción de Joshua Radin y se me clavó en el corazón. Siento que es precisamente eso lo que ha sucedido en estos meses. El dolor se ha convertido en perspectiva. Lo que pasó me ha obligado a pensar en quién soy, qué estoy haciendo en la vida y sobre todo, qué quiero yo.

El proceso en la terapia ha implicado enfrentar muchas cosas de mí. He empezado a aceptar que hay ausencias que aún pesan en mi alma a pesar de que han pasado años desde que se fueron. El dolor de las muertes del 2009 sigue moldeando mi vida. Por primera vez me he atrevido a aceptar que la muerte de mi abuelo rompió mi sentido de seguridad y protección. Y ahora empiezo a ver las consecuencias de su partida. Lentamente empiezo a entender que soy mi crítica más dura y que a veces debo darme chance de sentir y ser. Comprendo que dejé que los otros definieran lo que no me gusta de mí y que oí a los que no debía porque a veces me da pánico aceptar lo que soy.

Y cada día que pasa soy conciente de que no hay motivos para darme por vencida, que no puedo rendirme aún. El amor puede llegar a mi vida. El amor llegó a mi vida. Ahora es cuestión de darme la oportunidad de aprender de lo que pasó y abrirme a lo que el futuro pueda traer.

sábado, 16 de julio de 2011

¿Para quién canto yo entonces?

¿Por qué escribo aquí? ¿Por qué he decidido abrir mi alma en este blog? ¿Acaso no me arriesgo mucho al mostrarme al mundo?

Yo siempre he tenido diarios. Desde que era una niña. Libretas de colores que llené con mis pensamientos, sentimientos y dudas. Pasé de las tristezas porque me había peleado con mis amigas en el recreo a los dolores de terminar una relación de pareja. Pienso mejor cuando escribo, es mi manera de reflexionar, sentir y analizar las cosas. Y un buen día, hace mucho, un amigo me obligó a abrir un blog. Allí hablaba de mis experiencias en México y publicaba mis crónicas de viaje. Pronto sentí la necesidad de escribir algo más íntimo, más personal. Algo para mí y no para el mundo. Dejé la libreta y abrí este espacio.

Tras casi tres años, el blog cada día es más importante para mí. Cuando lo abrí no pensaba en si alguien me leería y hoy tiendo a olvidar que la gente lo hace. No escribo para nadie. Yo no canto para nadie, canto para mí. Este es mi espacio para sentir, pensar, desahogarme y poner las cosas en perspectiva.

Y cuando la tormenta de Open-Boy sucedió en mi vida, este fue el espacio para vaciar mi tristeza. La escritura me ha permitido soltar mi dolor, frustración, rabia, su ausencia y sus silencios. Use mis palabras, las de otros, letras de canciones, imágenes y todo lo que se me atravesó para sacar mis sentimientos. En el proceso he tenido que oir cómo algunos no están de acuerdo.... "te abres mucho", "te expones demasiado"... bueno, por fin he decidido dejar de cerrar mi corazón, de negarme a sentir. Pero también me rehuso a acomodarme en la tristeza y quedarme allí. Y la única manera que yo conozco para sentir lo que siento y soltarlo, es escribiendo. Este es el espacio donde me siento cómoda y segura para hacerlo.

Así que continuaré cantando. Hasta que el dolor pase y yo tenga otras historias para contar.




miércoles, 13 de julio de 2011

Blandita

Cuando Pollo esta en esa mezcla entre tristeza, nostalgia, rabia y malparidez dice que esta Blandito. Es una buena forma de decir que esta vulnerable y que el mundo le esta generando conflicto.

Yo hoy estoy blandita. Ayer fui a la primera cita con la psicóloga y sali blandita. Con muchas ideas y sentimientos atravesados en el pecho. Con la sensación de que tal vez estoy repitiendo la historia familiar de relaciones disfuncionales, codependencias a la vuelta de la esquina, hombres que se van y parejas que no funcionan. Durante la cita, de repente fue muy evidente que mis cuatro abuelos se separaron, que mis papás hicieron lo mismo y que cuando lo pienso, la única relación adulta estable que conozco son los papás de mi mejor amiga. Pero no quiero simplemente culpar a mi pasado. Yo he tomado mis propias decisiones y bien o mal, he hecho mi propia vida.

La psicóloga dijo lo mismo que el acupunturista: que debo ser feliz porque amé y dejar que el amor transforme mi vida. Sin embargo, me cuesta mucho trabajo aceptar un amor por alguien que no esta y a quién estoy tratando de olvidar. Lentamente he empezado a comprender que Open-Boy llegó a recordarme que yo puedo amar y así reabrir mi corazón.

Así que este es el nuevo objetivo, el cual aún no sé cómo alcanzar: dejar que el amor me cambie, me haga bien y me sirva para tener una mejor vida. No cerrar más mi corazón.

***
Hoy el acupunturista me envío este correo:

Porque creo que el amor solo cambia de lugar, porque creo que esta experiencia no tiene que ver solo con esa persona, es tu experiencia, es tu apertura al amor... tiene el poder de abrir tu corazón irremediablemente... mucho mas allá de alguien o de algo...

Disfrútalo

Transcrito de EL PROFETA de Gibran Khalil Gibran

El amor.

Cuando el amor os llame, seguidlo por más abrupto y escarpado que sea su camino.

Si os cubre con sus alas, obedecedle, aunque os hiera la espada que oculta su plumaje.

Cuando el amor os hable, tened fe en él, aunque su vos destruya vuestros sueños y los disipe cual viento del Norte que asola el jardín.

Porque tal como os corona, así os crucifica; y tal como trabaja para haceros crecer, así os instruye y extirpa el mal que hay en vosotros; y tal como sube hasta la copa más alta del árbol de vuestra vida para abrazar sus ramas suaves que se mecen ante la faz del sol, así baja a sus raíces pegadas al suelo, sacudiéndolas en el silencio de la Tierra.

El amor os estrecha a su corazón como a mieses del Sud; os trilla en su era para descubrir vuestra desnudez; os abalea para libertaros de vuestras cáscaras y pajas; os muele para volveros cual copos de nieve; os amasa con sus lágrimas para ablandar vuestra dureza; para luego ofrendaros al fuego sacro y hacer de vosotros el pan sagrado que servirá como un presente sobre la mesa de Dios.

Todo esto hace el Amor con vosotros, porque quiere que vosotros alcancéis a conocer y ahondar los secretos de vuestros corazones; para que así podáis volver, con estas luces, una parte del corazón de la Vida. Empero si teméis, prefiriendo vivir tranquilos y gozosos con el amor, vale más para vosotros que cubráis vuestra desnudez y salir de la era del amor al mundo lejano, donde podréis reír, pero no con toda vuestra risa, y donde os será dado llorar, pero nunca con todo lo que hay de lágrimas en vuestros ojos.

Todo lo que puede dar el amor es entregarse a sí mismo; y no toma nada que no sea de sí mismo.

El amor no posee nada y no admite ser poseído; porque el Amor se conforma con el Amor mismo.

Mas cuando amas no digas: Dios está en mi corazón. Dí mas bien: yo estoy en el corazón de Dios.

No te hagas la ilusión de que puedes dominar los caminos del Amor. No; porque cuando el amor te encuentre digno de su gracia, se adueñará él mismo de tus caminos.

El amor no tiene más anhelos que si propia perfección. Más cuando amas, y siendo tu voluntad tener deseos propios, que éstos sean así: Que sean un arroyuelo que circule, alegrando con sus murmullos los oídos de la noche.

Que tu real conocimiento del Amor te hiera en el corazón, que tu sangre mane abundantemente, y que seas en ellos conforme y feliz.

Que abandones tu lecho, al rayar el alba, con corazón alado y vibrante; y así habrás cumplido tu deber, ganando otro día mas de Amor.

Que descanses a la hora del mediodía, sugiriendo, e infundiendo en tu alma la vehemencia del Amor.

Que vuelvas a tu casa a la hora vespertina, agradecido y grato.

Y así dormirás balbuceando y repitiendo en el fondo de tu corazón tu oración y cantos por Aquel que amas. Y sobre tus labios quedarán impresos los salmos y las plegarias de la Gracia y la alabanza.


sábado, 9 de julio de 2011

Decisiones

Hoy regresé al acupunturista. La llegada de Ginebra ha traido de nuevo mis alergias y me paso los días estornudando, sonándome y con los ojos hinchados. Y yo ya estoy harta de tener mis ojos hinchados. Dos meses de llorar intensamente son suficientes como para ahora ejercitar mis párpados a causa de la gata.

Y en cuanto la sesión empezó, el acupunturista con unas pocas palabras logró que yo hablara de mi dolor, del proceso que estoy realizando y de la rabia que siento. Él se limitó a oírme y luego a felicitarme... Según él, es maravilloso que yo por fin haya dejado que alguien rompiera todas las barreras que pongo, que yo me atraviera a saltar al vacío y arriesgarme a amar. Luego me dijo que soy intolerante al amor, que probablemente por eso soy alérgica a Ginebra, quiero su cariño, pero lo rechazo. Yo no sé si realmente lo que me dijo es cierto, quiero pensar que no. Pero lo que es cierto, esque efectivamente me cuesta mucho abrirme a las personas, dejarlas acercarse a lo que soy realmente y Open-Boy derrumbó todas las barreras que yo tenía, pasé de no atreverme a sostener su mirada por miedo a que me viera de verdad, a ser amada por lo que soy.

Luego el acupunturista señaló la importancia de hacer bien este proceso, de aceptar lo que pasó como un evento que puede cambiar mi vida, lo que soy y cómo vivo. No es suficiente con estar haciendo bien las cosas, escribiendo, yendo al gimnasio, trabajando, going thorough the motions como ya he dicho... es necesario abrirme al aprendizaje que el amor que sentí por Open-boy generó en mi vida. Encontrarlo, amarlo y perderlo, tienen que servirme para crecer, aprender y vivir mi vida de una mejor manera. Hasta ahora, gran parte de mi rabia es producto del sentir que él no esta cumpliendo con su parte del trato, que él no esta siendo feliz.... pero no se me había ocurrido pensar en qué estoy sacando yo de lo que viví. Todo lo pensé en términos de él: quién sería yo en su historia? la niña que le hizo ver lo importante que es ser feliz, etc. Cómo quedaría yo tranquila? dejándolo ir para que tenga lo que él considera es su felicidad... y yo? qué voy aprender yo de esta historia?

Con todo esto en mi cabeza, llegué a despedir a mis tías. Volví a sentirme querida y parte de mi familia. Las abrace y agradecí su visita. Y entonces, mi tía, la que vive aquí, me habló de lo maravilloso que ha sido iniciar un proceso de terapia con una psicóloga maravillosa que para mayor alegría es de formación sistémica. Le pedí el teléfono y el lunes llamaré a pedir cita. Ya no quiero simplemente estar mejor, quiero salir de esto habiendo aprendido, crecido y madurado, para así ser realmente feliz. Si su parte del trato alguna vez fue ser feliz... yo debo hacer lo mismo. Buscar y ejercer mi propia felicidad.



viernes, 8 de julio de 2011

Vidas paralelas

Como todo el mundo, tengo distintos tipos de amigos. Los que uno ve todos los días, los que saben cada detalle y minucia, los que apenas son conocidos y los que aunque no están siempre cerca, con quienes el contacto es esporádico, son amigos de verdad. Gente que está y a la que quiero con el corazón.

En esa categoría esta CQP, a quien no veo hace años pero que tiene la maravillosa capacidad de aparecer cuando más la necesito. Además, es alguien con quien comparto la eterna lucha por estar bien, por aprender a amar y vivir de manera sana. Ayer tuvimos una conversación donde coincidimos nuevamente en los procesos de soltar, dejar ir y reorganizar nuestras vidas. Y me compartió su blog donde encontré palabras que me dieron ánimo, que me hicieron sentir que no estoy sola, que otros caminan caminos parecidos al mío y sobre todo... me recordaron que debo creer que hay buenas cosas en el futuro, que tal vez el motivo por el cual Open-Boy apareció en mi vida, fue para mostrarme que el amor es posible y que así no sea con él, eso no significa que más adelante, no haya alguien para mí:

"I did find real love, I am finishing my masters and I have faced my fears and done things I always wanted to do. Granted, not everything lasts, especially love, but having felt it, having being loved so profoundly and completely showed me that the future is not so gloomy, that I am deserving of everything I dream of, that one day I will become a mother and a wife, that I will find the job I want and that I will fully enjoy my life"

Tengo que creer que encontraré cosas buenas, alcanzaré mis sueños, lograré mis objetivos y continuaré estando bien.

Y mientras el resto de las cosas buenas y el amor regresa a mi vida, le dejo a mi querida CQP la canción que me ha ayudado a reconstruirme, a sanar mis heridas y volver a sonreir, por esa maravillosa idea:

And She fights for her life