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viernes, 2 de marzo de 2012

"Las ataduras están en tu cabeza"

Llevo varios días sin dormir bien. Una vez tomé la decisión de mudarme empecé contenta a buscar casa. Encontré una maravillosa, que se adaptaba perfecto a mis necesidades, me recibían con Ginebra, era amplia y muy muy bonita. Y me dijeron que no.

De ahí, todo ha sido en caída libre.

Ver letreros engañosos, ir a departamentos diminutos (y caros), oír una y otra vez que no quieren vivir con un gato (algún día escribiré en contra de la gente que no quiere a los gatos pero hoy no es el día), ver sitios que podrían ser pero que al final no salen, hacerme a la idea de irme de la Condesa y ni por esas encontrar algo que me guste.

Parte del conflicto es que no quiero un sitio para mí sola aunque es lo que más sentido hace y lo que realmente me dan ganas. Cuando pienso en vivir sola, entro en el dilema de no querer comprar las cosas necesarias para una casa y querer disfrutar de mi independencia y no tener a nadie jodiendome la vida. La idea de la casa sola implica gastos y comprar cosas que me hacen sentir que me amarro.

Y no es que no este contenta. Pero la idea de amarrarme me cuesta mucho. Anoche encontré un sitio que suena muy bien pero que es un apto vacío. Habría que comprar nevera, algo de cocina, contratar internet, etc. Y yo siento que me amarro. Y no me gusta. Me genera repelus.

Entonces esta mañana hablé con la bonita Gabidearest quién luego de oirme mi confusión mental, mi no me quiero amarrar pero quiero vivir sola, pero pero pero, en una sola frase me tranquilizó:

"Las ataduras están en tu cabeza"

Y si. Las ataduras están en mi cabeza. Las cosas se venden el día que tengan que venderse, los contratos se traspasan o se cancelan. Comprar un par de cosas no significa que los planes cambien o que yo renuncie a mis sueños como señaló el Sol. Al final como dice mi mamá:

Es invertir en mi felicidad.


Y en esa es en la que tanto he estado trabajando.

sábado, 2 de abril de 2011

Aprendiendo a dejar ir

Una de las cosas detestables de mudarse es que es necesario empacar todo. Estos son los momentos en que quisiera tener la habilidad de teletransportar mi vida. Algunos han comentado que cuál es el problema si me voy a pocas cuadras. Pero ¿cual es la diferencia entre una cuadra y 200? Al final del día, las cosas no se mueven solitas aunque yo intente convencerlas que no van muy lejos. Y toca empacar exáctamente igual.

Así que entre ayer y hoy me he dedicado a empacar. En cajas y bolsas de basura está casi todo lo que tengo. Debo dejar lo necesario para vivir los siguientes 15 días (por cuestiones de logística tocaba empacar hoy a pesar de que me mudo en dos semanas). Y durante este ejercicio tocó tomar la decisión de botar muchas cosas, ya que me paso a un sitio mucho más chico donde no tendré el espacio para toda mi basura.

En mi familia existen dos tipos de personas... las que acumulan y las que botan. Cuando mi abuela se murió encontraron toda clase de objetos inútiles, desde las notas de colegio de 4 hijos hasta los dientes de leche de esos mismos niños (evidentemente, era imposible saber cuál pertenecía a cual y a mí me pareció algo absolutamente creepy). Mi mamá es del mismo estilo, estoy segura que el día que se muera enocntraré mis dientes de leche, mis notas de colegio y las cartas que le escribí a papá noel. Por el otro lado, esta mi tía que bota todo; cuando mis primos eran niños vivían en pánico de que tirara sus juguetes y muñecos con la excusa de "hace dos semanas no juegas con esto". Eran tan drásticas sus actividades de limpieza que cuando iniciaba una mi abuelo solía decir que mejor se escondía antes de que lo botara a él.

Y yo... yo soy hija de mi mamá. Yo guardo todo, en alguna parte de Colombia están algunos de mis cuadernos del colegio, un yeso que tuve y que todos mis amigos fimaron, regalos de niños cuyo nombre no recuerdo, etc. México no ha sido la excepción y he logrado acumular una inmensa cantidad de cosas que no necesito pero de las cuales no me puedo desprender en paz.

Pero ando queriendo dejar atrás muchas cosas. Ando queriendo desprenderme y abrirme a cosas nuevas. Por esto, logré llenar 3 bolsas de basura completas. Hice un ejercicio de reflexión ¿qué realmente me servirá en el futuro? ¿qué realmente quiero recordar? ¿qué es realmente importante mantener? y así fueron saliendo desde fotocopias de la maestria que jamás leí (si no las leí en su momento, no veo cuándo en el futuro me voy a dar el espacio de hacerlo), entradas a cine, a teatro y flyers que me dieron en Nueva York, las rosas que estoy casi segura (pero no 100%) que tattoo-boy me dio en una noche de tragos, las postales de the beatles que llevo paseando por el mundo 4 años, el sweater rojo que compré hace como 8 años y que he usado menos de 5 veces en total, la camiseta blanca que no he usado ni una vez desde que llegué pero que me gustaba tanto antes, etc. Y debo reconocer que al menos el 75% de las cosas que boté me generaron el conflicto de... ¿será una buena idea? ¿me arrepentiré?

Al final, simplemente entendí... si no los he usado, si ya no tienen sentido, si nunca fueron realmente importantes... es hora de que se vayan. Y tal vez así debería ser todo en la vida.

***

Un último pensamiento.... desde que decidí mudarme he dudado en algunas ocasiones si tomé la decisión correcta, finalmente este es un apartamento hermoso en una ubicación inmejorable para mis necesidades. Pero hoy cuando la roomie desagradable llegó, no saludó, hizo mala cara y procedió a encerrarse en su cuarto con varios amigos a fumar marihuana y hacer ruido, recordé que definitivamente, lo mejor es irme a un lugar donde yo sea feliz.

sábado, 19 de marzo de 2011

Nervios!

¿Cuánto vale la tranquilidad?

En mi caso aparentemente cuesta 200 pesos (20 dólares) y la reducción extrema de mi closet.

He decidido mudarme.

El cuento es que desde hace un tiempo dejé de entenderme con mi roommate nueva. Cuando llegó pensé que sería alguien muy chévere, la china es inteligente, ha viajado y su decoración me encnata. El problema es que tenemos vidas opuestas. Ella no trabaja, no tiene horario y en cambio le encanta la fiesta. Y yo trabajo, tengo horario y aunque me gusta ir de fiesta, no me entusiasma cuando es en jueves en mi casa. Así que hemos tenido distintas discusiones que culminaron en una pelea hartisima el lunes.

Así que decidí mudarme. Y la decisión no me tiene 100% contenta porque esta casa me encanta, me gusta mi balcón, el sol que entra por la ventana, tener un closet ENORME y un amplio espacio. Pero nada de eso vale cuando la mayoría de las noches de despiertan, hay discusiones hartas y tensión en el ambiente.

Empecé a buscar y encontré un sitio que me encantó. Es más chico, viviría con un hombre (por primera vez tendré un roomie masculino) y mi cuarto es mucho más pequeño. Pero la casa esta muy bonita, nos entendimos súper bien con el personaje y fue un lugar al que yo llegué y en donde me quise quedar. Y eso es lo importante.

Así que le dije sí y ahora solo tengo que resolver cuándo me mudaré. Tengo nervios del cambio pero creo que será algo bueno para mí. Y siendo aún más honesta.... más allá de todas las cosas... siento que es hora de un cambio.

sábado, 31 de julio de 2010

Sobre las ventajas de tener roomies Parte 2 y un hasta aquí llegamos.

Vivo en un departamento de 4 habitaciones. Dos de ellas ocupadas por las roomies originales quiénes idearon el plan de vivir juntas y rentar los otros cuartos. En el otro cuarto, han vivido 3 niñas desde que yo llegué. La ex-roomie, la otra roomie y la nueva roomie. La ex-roomie pronto se convirtió en una gran amiga y compañera de increíbles, como la exploración a Xilitla. La otra roomie fue una niña con la que a duras penas conviví y que nunca terminó de caerme del todo bien. Y ahora hay una nueva roomie. Que viene con otra energía y que me cae increíblemente bien. Que nos ha recordado a las roomies, que convivir es una gran idea. Que es mejor salir a la sala que estar cada una encerrada entre su cuarto.

Este fin de semana estaba cansada. Ayer llegué a mi casa con ganas de meterme entre mi cama y dormir horas y horas. Y luego de relajarme un buen rato, salí para encontrar en la sala a la nueva roomie, su novio y un amigo. Jugando RummyQ, tal vez el único juego que a mi familia le gustaba durante mi infancia. Así que terminé jugando feliz con ellos, recordando las jugadas que aprendí a hacer y riéndome feliz.

Hoy, Belly-dancing, otra de las roomies, cocinó y me invitó a comer con una amiga de ella. Y por la noche hubo un segundo round de RummyQ. Lo fantástico de la convivencia es que pude pasar la tarde echada en mi cama, sin hablar con nadie, durmiendo televisión. Y cuando quise socializar, fue cuestión de solo abrir la puerta. Maravilloso.

Y es que hoy no tenía tantas ganas de socializar. Por eso valoré tanto mi espacio de soledad en la tarde. Resulta, y aquí entra la segunda parte del título de esta divagada, que hoy era la última oportunidad que le iba a dar a novio-número-dos. Desde que llegó sólo lo he podido ver una vez en aquel almuerzo mítico. Nunca más se ha podido. Cuando llegó me llamó. Pero nunca más lo ha vuelto a hacer. Siempre soy yo. Y la que le dice que nos veamos, siempre soy yo.

El otro día lo llamé a decirle que nos vieramos y me dijo que no. Luego se colgó la llamada y la conversación murió. Asumí que se había quedado sin batería, pero nunca hubo un oye lo siento. Esta semana lo llamé a saludarlo y acordamos que haríamos algo este fin de semana. Luego le marqué un día para confirmar porque se estaba armando algo para hoy... no contestó. Le dejé un mensaje que nunca respondió. Ayer lo llamé y no contestó. Hoy fue lo mismo.

Ya sé que es muy triste que lo haya intentado tantas veces. Honestamente con él no me importa qué piense de mí. Si quiere creer que soy intensa, triste y/o patética, que lo haga. Ya hay demasiada historia como para que me afecte. Y si lo intenté tantas veces es porque por un lado es alguien a quien siempre voy a querer... y por el otro, es alguien de la casa, alguien de Colombia a quién no hay que explicarle los chistes, los dichos... y además, es de las personas que en algún momento de la vida llegó a conocerme tal cual como soy. Así que era fantástica la idea de tenerlo cerca en este lugar que habito.

Pero no le interesó. Pollo dice que él me tiene miedo y siempre va a tenerlo. Y la verdad es que él es alguien más práctico a nivel emocional que yo. No se desgasta. Y hoy en día tiene su vida armada, su novia con la que vive y su rollo echo. A lo mejor mi presencia en su estancia en México no le aporta nada.

Pero yo hubiera querido que eso fuera distinto. Finalmente con él ya no hay rollo amoroso, lo veo y ya no produce ni dolor, ni emoción mariposa ni nada. Es ver a un viejo amigo, cuyo recuerdo quiero profundamente. Y eso es algo que no tengo en mi vida diaria. Pero en la medida en que no lo tengo... no voy a desgastarme más intentándo tenerlo. Me dedicaré a continuar haciendo mis cosas, en este esfuerzo por estar bien emocional, física y profesionalmente.



sábado, 19 de junio de 2010

Bye bye Abercrombie

Había decido hablar con Abercrombie. Seguir el consejo de la ex-roomie y preguntarle qué onda. Porque sus mensajes son confusos. No nos vemos tanto pero aparece casi todos los días. Me mensajea en exceso y al volver de sus vacaciones me llamó apenas llegó. Es lindo y dulce. Pero es imposible verlo. Y me excluye de planes sociales a los que yo asumo podría ir con alguien (i.e una fiesta, la inaguración del departamento de un amigo).

Así que pensando que tal vez era cuestión de tímidez o de definición iba a hablar con él. Ayer lo llamé y él, como siempre, estaba trabajando. Quedamos en que si salía temprano me llamaba para vernos y si no, ibamos hoy a almorzar. Mandó un mensaje tarde diciendo que acababa de salir de trabajar que nos viéramos hoy.

Y hoy llamó a decir que tenía muchas cosas que hacer que nos viéramos otro día de la próxima semana. Le dije que ok, que como quisiera. Pero para mí, fue el punto de quiebre. No tiene ningún sentido seguir ahí cuando no hay nada.

Pero estoy triste. Me duele. Abercrombie me gustó desde que lo vi. Pensé que nos conectábamos y me reía con él cosa que no pasa fácilmente. Y cada vez que una de estas cosas pasa... yo vuelvo a recordar que estoy sola, que extraño sentirme enamorada, que hace demasiado que nadie se enamora de mi y que me cansa no tener a alguien.

domingo, 9 de mayo de 2010

Gente como uno...

El año pasado cuando todo parecía indicar que volvería a Colombia, mi psicóloga me ayudó a aceptar la situación diciéndome que volver significaba la oportunidad de encontrar gente similar a mi. Me convenció que no pasaría mis días viendo a mis amigas casarme, yendo a showers y conociendo bebes.

El tiempo ha pasado y yo me quedé un rato más por aquí. Y ahora pienso que he debido seguir su consejo sin importar el país en dónde este. A veces me atoro en el mundo en el que me muevo, donde todo parece indicar que sólo hay una forma de vivir la vida. Trabajar en oficina, con horario fijo, novio fijo, matrimonio. Bodas grandes. bebes pronto.

Y no es que yo no quiera casarme. Anhelo una pareja profundamente. Y eventualmente me gustaría tener hijos. Y lo del trabajo con horario fijo no es exáctamente ajeno en mi vida. PERO yo quiero otras cosas. Yo quiero seguir viajando, prefiero irme a vivir con alguien a casarme, no sueño con una boda enorme y un cura autorizándome a vivir con la persona que quiero. Y creo que todavía me falta mucho para pensar en reproducirme.

Tal vez sean mis commitment issues hablando por mí. Pero esa es la forma en que hoy veo la vida. Me cansa abrir el Facebook y encontrar que una más de mis amigas esta comprometida, embarazada o casada.

Y entonces ayer salí con mi ex-roomie. Que también es soltera. Que es mayor que yo y no esta buscando casarse. Que se va ir a vivir a Canadá en unos pocos días. Y recordé que hay gente como yo. Que no todo el mundo esta en el mismo canal. Que simplemente es cuestión de buscar a esos que tienen intereses como yo y donde no voy a sentirme tan extraterrestre.

La pregunta ahora claro es: ¿y dónde los encuentro?

domingo, 29 de noviembre de 2009

Las ventajas de tener rommies

Uno de mis miedos a la hora de mudarme era volver a vivir con gente, sabía que era necesario pero igual me daba algo de susto vivir rodeada de gente, compartir el baño, etc.

Hoy debo decir que hasta ahora estoy feliz de hacerlo. Ayer luego de pasar mi día completo haciendo mi tesis, (hasta las 10:30 pm muchas gracias), llegué a mi casa, exhausta y con ganas de apagar mi cerebro. Antes esto hubiera significado entrar sola a mi casa, comer algo sola y ver una película sola en mi casa. Esto no me molesta para nada y a veces es más que necesario. Pero ayer... ayer llegué y en la sala había gente, veían una película, me ofrecieron vino y pizza. Acepté sólo el vino (ya había cenado) y reí viendo una película tonta. Cambio la frase: reímos. Lo cual es absolutamente fantástico.

Y hoy llegué y no había luz, y aunque mi primera intención fue salir corriendo a un cine, terminé conversando con dos de mis rommies, mientras una de ellas preparaba su cena a oscuras.

Y hoy, eso me hace feliz. Y este año ha tenido tantas cosas tan feas que cuadno me siento así... hay que escribirlo aquí.