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viernes, 2 de diciembre de 2011

Lo que había olvidado

Hoy estoy enferma. No sé que tengo, pero como siempre que estoy enferma, me siento sensible y vulnerable. Me acuerdo de Ángela, la psicóloga diciéndome que esto siempre pasaría y acepto que es cierto: cada vez que me enfermo, todo lo siento a flor de piel.

Y entonces se me ocurrió ver Grey's Anatomy. Lexie habla con la novia de un paciente y le explica que amarlo significa alejarse, dejarlo ir porque es la única forma de que él viva. Y de repente me acordé que eso fue amar a Open-Boy.

En todos estos meses de tristeza, dolor, frustración, silencio, ausencia y finalmente, aceptación... creo que en algún punto olvidé cómo fue amarlo. Olvidé que encontré a alguien a quién quise de forma tan profunda y tan real que supe que su felicidad solo podría suceder en contra de la mía y opté luchar por la de él... Porque en el fondo, lo amaba tanto que si él es feliz, eso es lo que importa.

Después de su partida, cuando solo me quedó su silencio, vi muchas cosas. Vi lo incorrecto que era él para mí, todo lo que le faltaba para ser la persona que yo quiero en mi vida; me llené de frustración ante sus decisiones y ante lo que yo percibo que pasa en su vida. Y olvidé que en el acto de amor más grande... yo comprendí que él tenía que irse, porque la manera en que él ve la vida y entiende la felicidad, solo le permitía alejarse si quería ser feliz. Y con esa comprensión, vino mi silencio, mi despedida sin pedirle nada, mi aceptación de que lo amaba lo suficiente para fomentar que él se fuera tras su felicidad...

Luego lo juzgué, luego sentí cuan equivocado esta. Pero eso no importa.

He seguido adelante, he llegado al momento en que hay días en que no me acuerdo que él un día fue parte de mi vida, he construido sobre todo lo que se derrumbó y ahora estoy bien. Y hoy, enferma, sensible y vulnerable, reconozco que también era importante recordar qué tan fuerte fue mi amor por él... porque fue eso lo que desencadenó todos los cambios que ha habido dentro de mí y que hoy hacen que yo este bien.

***And so I wish for him to be able to find his hapiness and wellbeing, just like I did the day I said goodbye to him.

viernes, 15 de octubre de 2010

10 años

Llevo varias semanas pensando en que lo que sucedió hace diez años. Por protección a mi propia intimidad prefiero no aclarar qué pasó. Creo que además, eso no importa. Importa que estos diez años han significado un cambio de vida. Hace diez años tuve que transformar la manera en que vivo, me relaciono, pienso y enfrento las cosas. Ha sido un proceso increíblemente largo. Un proceso donde he necesitado la ayuda de otros y el valor que hoy me enorgullece saber, tengo.

How did I know that someday - at college, in Europe, somewhere, anywhere - the
bell jar, with its stifling distortions, wouldn't descend again?
The Bell Jar, Sylvia Plath.


En estos diez años aprendí a conocerme y saber quién soy. Aprendí que lo más importante en la vida es ser responsable conmigo misma y mi tranquilidad. Así, he aprendido que hay cosas buenas para uno y cosas que hacen daño. De la mano de Ángela, aprendí como si fuera diabética a identificar estas últimas. También aprendí a no tener miedo de aceptar cuando las cosas no están bien, a alzar la mano, decirlo en voz alta, cambiar las cosas y tomar las medidas necesarias para
estar bien.

Al comienzo lo que sucedió era una parte muy importante de mi historia personal. Hoy ya no lo es. Ahora, cuando encuentro personas con quienes tengo una confianza muy grande y siento que son parte de mi vida de una manera significativa, les cuento. No porque sea relevante hoy ni sea algo en lo que piense constantemente. Pero es una parte de mi recorrido y fue determinante para
hacerme quién soy. Suena cursi pero en mi vida hay un antes y un después. Y ese antes no lo olvido.

I took a deep breath and listened to the old bray of my heart: I am, I am, I am.

The Bell Jar, Sylvia Plath.


Luego de lo que pasó, hace diez años tuve que reconstruirme. Y establecí metas, prioridades y objetivos. Creo que logré casi que todos ellos. Volví a disfrutar de estar sola, seguí en la universidad, me gradué, viajé, reconstruí mis amistades más valiosas y me enamoré. Hoy, diez años más tarde siento que estoy bien, he logrado encontrar la estabilidad en México y tengo proyectos y sueños a los que ya no les tengo miedo. He vuelto a escribir y a despertar la parte
creativa en mí. Tal vez sólo hay dos cosas que en este momento cambiaría: quisiera tener mayores posibilidades de ir más seguido a Colombia… y quiero encontrar a alguien a quién querer. Otra vez.

I need love. I need the thing that happens when your brain shuts off and your
heart turns on.
Prozac Nation, Elizabeth Wurtzel.


Hoy vivo. Porque puedo y porque quiero. Porque hoy y todos los días yo elijo hacerlo.