viernes, 16 de julio de 2010

Otra despedida sin despedirme

Copia del mail que le mandé a mi mejor amigo esta mañana.

Esta mañana me desperté 20 minutos antes de que sonara el despertador. Algo muy raro en mi. Y me desperté con una sensación fea. Sonará tonto pero así lo siento.

Y cuando a las 730 am sonó el teléfono sin contestar supe que Tio Enrique se había muerto. El estaba muy viejito y muy enfermo. Un cáncer horrible que lo tuvo con dolor entrando y saliendo de clinicas muchos años. Y en ese sentido sé que fue lo mejor. Que ya no le duele ni esta cansado. Ni angustiado, porque como buen médico que era sabía exáctamente que le estaba pasando y cual era el panorama.

Así que el dolor de perderlo es grande... pero sé que es algo bueno.

Pero una vez más es lo mismo. Un entierro más al que no voy, un abrazo más que no doy ni recibo y es un evento más del que solo soy parte via telefonica. Y en estos días en que me he estado sintiendo tan sola... es muy difícil no cuestionar qué hago aquí, por qué sigo lejs de los que quiero. Por qué me mantengo aquí cuando siento que nada me ata?

Esta es otra despedida en la que no le dije adios. En la que no estuve. En la que no le pude decir que lo queria, que le agradecia todo lo que hizo por mi cuando más lo necesité...

Y otra vez tengo que seguir, sin detenerme porque no hay entierro, misa o funeraria a la que yo vaya a ir.

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