domingo, 28 de febrero de 2010

El Potencial desaprovechado.


Hace poco me escribió R-Boy. En su momento me daba miedo explicar la R qué significaba (rasta) porque tenía la esperanza de que él eventualmente fuera parte de mi vida y por tanto, me daba un poco de pena que él supiera que yo escribía sobre él. Ahora que lo pienso es un acto un poco tonto y un poco inmaduro.

Pero ese no es el punto. Rasta-Boy ha sido probablemente el chico que más frustración me ha generado. Salimos poquísimas veces. Pero esas salidas bastaron para que yo sintiera un inmenso potencial entre los dos. Y muy pronto él se desapareció. Luego entendería que había decidido volver con la novia y que por cobarde no me dijo nada a mí. Sigue con la novia. Viven juntos. Y el potencial que hubo entre los dos se desperdició.

Y me genera frustración porque es muy difícil que a mí me guste alguien de verdad. Es increíblemente inusual que alguien realmente me parezca atractivo, inteligente y divertido. La verdad no sé porqué. Pero así es. Entonces cuando conozco a alguien que me gusta... me frustra profundamente que las circunstancias y la vida se interpongan.

Hace poco salí con alguien que me aburrió infinitamente. Y claro, ese no vuelve con la novia. Por el contrario ese sigue llamando de tanto en tanto. Con él, con quien no hay potencial de nada... la vida me lo deja en bandeja de plata.

Y hoy... hoy amanecí pensando en el último caso de Potencial desaprovechado. M. M fue un chico con el que me conecté. Quién me hizo reir y me dio mariposas en el estómago. Con quien cometí el error de pensar que existía el potencial de algo más. De volvernos a ver. Y él como buen mexicano hablo de planes futuros. Ver cierta película ochentera juntos. Y luego mandó un par de mensajes coquetos. Muy coquetos. Y yo reafirmé mi creencia en el potencial que había.

Y luego NADA. Silencio. Mensajes cortos y cortantes. Llamadas que se caen y nunca se devuelven. El potencial desaprovechado.

Y no hay nada que hacer. Probablemente M se reencontró con su ex-novia y volvió con ella. O simplemente tiene una dosis industrial de traumas y problemas emocionales como Pandro. O simplemente yo vi Potencial donde sólo había una noche.


martes, 23 de febrero de 2010

Día internacional de la lucha contra el cáncer.

Ayer fue el día internacional de la lucha contra el cáncer. Una prima puso esto en su status de Facebook:

Hoy es el Día Internacional contra el cáncer... En memoria de quienes perdieron la batalla contra el cáncer y para todos aquellos que siguen luchando para ganarla. Rezo para que se encuentre una cura para esta enfermedad. El 92% no copiará y pegará este texto, ¿verdad? Yo lo hice por los que amaba, por todos los que se fueron. Orgullosa de ser parte del 8%.


Por supuesto lo puse en mi status. Pero al ponerlo se me hizo ese nudo en mi garganta que se forma cada vez que pienso en los que se fueron el año pasado. Ante todo, el 2009 fue un año de profundas pérdidas emocionales. Mi tío, mi tía, mi abuelo. Gente maravillosa, valiosa y que le aportó a mi vida de formas indescriptibles.


Y mientras pegaba el status me pregunté cuándo tendré la coraza fuerte. ¿Cuándo dejará de doler tanto? El otro día iba en el carro de una amiga de la oficina, por algún motivo llegamos al tema de la muerte y ella compartió conmigo la historia de cuando su abuelo falleció. Fue una historia hermosa y yo agradecí profundamente que me la contara... pero en alguna parte de la historia dejé de oírla. Se formó el nudo en la garganta y yo sólo pude pensar en mi abuelo. Y yo sólo quería llorar. Cada vez que me doy cuenta que jamás volveré a verlo... siento que no puedo respirar.
Y sé que no ha pasado tanto tiempo. También sé que nunca dejaré de extrañarlos y que nunca dejará realmente de doler. Pero hoy acepto que me gustaría adelantar un poco el tiempo, al momento en que ya no me duela tanto. Al día en que pueda oir las historias de los otros y quedarme en ellas.








domingo, 21 de febrero de 2010

Historia 4: El señor Palin o el mal de vereda.


El mal de vereda es un concepto colombiano que se refiere al fenómeno que se presenta cuando una persona lleva sola un buen tiempo y se la pasa con la misma gente (como si viviera en una vereda / pueblo chico) Ante la imposibilildad de conocer gente nueva, termina andando con alguien que en condiciones normales jamás hubiera considerado siquiera aceptable ni se hubiera ajustado a sus exigencias diarias.

Y eso fue lo que me pasó con el Sr. Palin. Llevaba un largo tiempo de solteria. Y más que de solteria de no conocer a nadie. De pasarmela con los mismos y las mismas. Y en una fiesta me tomé más tragos de los aconsejables y terminé dándome besos con un niño de la maestria al que jamás había determinado antes. El chico era amigo de una de mis amigas y sólo le hablaba a ella. Para mí era el amigo de E y punto.

Nos dimos besos y yo me divertí. Y unos días después me invitó a cine. Y antes de que me diera cuenta estábamos saliendo. Al principio, como todos mis psicópatas, parecía normal. Dos carreras, inteligente y con un buen trabajo. Y claro, eso hacia que me gustara. Algún día tendré que empezar a salir con brutos a ver si la cosa mejora, porque los inteligentes son peligrosisimos.



Lentamente empecé a descubrir que este personaje es el hijo perdido de Sarah Palin. Un mexicano que si hubiera podido habría votado por Bush las dos veces. Uno que hubiera votado por McCain y que en México es Panista. Del ala más radical claramente. Lo primero que me molestó era su homofobia permanente. Para él, cualquier hombre que se mostrara como sensible o tuviera alguna característica distinta a la de los machos alfa, debía ser homosexual. Pero él jamás se referia a éstos como homosexuales o gays, les decía Jotos. Que en México es una expresión fuerte.

Yo estoy convencida de que las palabras crean realidades y que el denigrar verbalmente de manera permanente a cualquier grupo de población, esta mal. Así que terminabamos en eternas discusiones, donde yo terminaba histérica. Claramente el personaje estaba en contra del matrimonio gay "porque es contra la naturaleza, porque los jotos no pueden reproducirse y el matrimonio es para tener hijos". Y cuando yo argumenté alguna vez, que todos debemos tener los mismos derechos y no hay razón para que haya ciudadanos de segunda clase, me respondió: "ellos tienen derechos, no digo que no. Pueden tener derechos humanos, pero no deberían tener derechos civiles". Sarah Palin no lo hubiera dicho mejor.


Pero el mal de vereda era fuerte y en el fondo me gustaba tener a alguien que me llamara, mandara mensajitos y llevara a cine. Un fin de semana, nos encontramos en Cuernavaca y me llevó a disparar. Porque como buen republicano wannabe este personaje amaba disparar. Tenía colección de armas y hacia caceria. No voy a decir que no me divertí, porque me gusta hacer cosas distintas e intentar cosas nuevas. No repetiría la experiencia, pero fue divertido. Y en la medida en que sólo le disparamos a palomas de cerámica, no hubo ningún herido.

Los días pasaron y yo cada vez tenía más dudas. Pronto descubrí que según él la educación sexual en los colegios es lo peor que ha podido pasarle a la humanidad porque el sexo es pecado, que la teoría de la evolución es mentira porque Dios hizo al universo en 7 días y que el calentamiento global es una mentira que dicen los abortistas para que los ricos puedan mantener su status quo. (Jamás entendí esta última teoría y todavía estoy tratando de descifrarla.)

Un día salimos y yo andaba pucherosa. Acepto que hice todas las cosas de las mujeres que me molestan. Dije que no me pasaba nada cuando claramente me pasaba algo. Negué estar brava pero me dediqué a hacer mala cara un buen rato de la noche. El Sr. Palin decidió portarse bien y en vez de llevarme a la fiesta a la que estábamos invitados me llevó a su casa para que yo me relajara un poco. Una buena idea. Pero una vez en su casa procedió a mostrarme una de sus fotos favoritas: él frente a un venado muerto. Yo sólo pensé que estaba en la casa del asesino de la mamá de Bambi. Ante mi cara de angustia y pánico, este personaje decidió que lo mejor para animarme era sacar una de sus armas. De su closet sacó un revólver y cuando le dije que por favor no lo hiciera, que a mí no me gustaban las armas, me dijo que tranquila y procedió a dispararse varias veces. A mí casi se me para el corazón con cada uno de los tiros vacíos. Ignorando mi pánico, el Sr. Palin procedió a limpiar el revólver mientras me explicaba que ésta era una de sus actividades favoritas para relajarse. Yo no podía respirar. Le rogué que nos fueramos a la fiesta.

Necesitaba salir de esa casa.

Acepto con total vergüenza, que me tardé un poco más en comprender la realidad de lo nefasto del Sr. Palin. Incluso acepto que me dolió cuando dejamos de salir. Pero un par de días de soledad me permitieron ver lo bajo que había caído. Lo profundo que me había internado en la vereda. Y claro, lo mucho que se me había dañado el gusto.

Una vez logré ver eso, jamás volví a pensar en el Sr. Palin.

De M y el argentino.

Hace rato no escribo.

Desde siempre ese ha sido un mal indicador en mi vida. Si no escribo no estoy contenta. Pero no estoy deprimida. Simplemente estoy en "desgana emocional".

Últimamente paso todo el día frente al computador. Llegó a mi casa y no quiero escribir. Y los días pasan y es difícil obligarme a hacer las cosas que más quiero.

Así que hoy me siento de nuevo a escribir con la esperanza de reactivar esa parte de mí que es la que más me gusta.

Ayer salí con un argentino. Fuimos a tomar un café. Hablamos. Estuvo rico. Pero no me gusta. Porque como siempre es casi imposible que a mí alguien me guste. Este argentino es interesante, es inteligente y sabe quién es Modigliani. Pero algo no encaja. Algo no termina de entusiasmarme. Y en cambio él habla de mis ojos y me pide que no lo mire fijo porque se pone nervioso. Y eso... en vez de gustarme, me aburre. Me hace sentir que me está hablando lora, que está diciendo un discurso repetido mil veces antes. Así que no le creo y no lo siento sincero. Y mientras me habla una parte de mí sigue pensado en el chico M.

M salió de dónde menos lo esperaba y me gustó. Mucho. Y como ya dije, eso casi nunca pasa. A M quiero volverlo a ver. Por M reviso mi celular cada 10 minutos con la esperanza de que haya alguna noticia de él. Pero a diferencia del argentino, M no aparece. M primero mostró entusiasmo y luego nada. Como buen mexicano se desapareció. Y yo me frustro. Yo no entiendo. Y mientras pienso en él acepto ir a cine ccon el argentino. Y la niña boba que siempre ha existido en mí cree que soy una mala persona. Pero este fin de semana he decidido no hacerle caso a esa niña. E ir a cine. Y tratar de no pensar en M, tratar de no revisar el teléfono y tratar de creer en ese gran consuelo de tontos que nos decimos cuando las cosas no funcionan: por algo será.

Entonces mi banda sonora del fin de semana es Bonka con El Problemón. Y lo digo sin pena. Acepto que el tropipop hoy me ayuda a definir mi estado anímico.

"De qué me sirve quién no quiero que me quiera si quien quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera".



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Hoy Vianey Esquinca, escribió en su columna de Excélsior: "La piel delgada de los mexicanos sólo se da cuando las declaraciones provienen de extranjeros o mexicanos que viven en el extranjero, los de casa sí pueden actuar contra México como les venga en gana, porque total 'a mi perro sólo le pego yo'”. Creo que tiene toda la razón... y no puedo dejar de preguntarme si alguna vez llega el día en que uno como extranjero pueda opinar sobre este país en el que vive, en el que paga impuestos, trabaja y cree, sin recibir la común respuesta de: pues si no te gusta, vete a tu país.