martes, 30 de octubre de 2012

My Monkey Mind

Cuando estaba en Toronto una tarde me encontré con un libro llamado Monkey Mind, a Memoir of Anxiety. Lo empecé a leer y todavía me arrepiento de no haberlo comprado (solo estaba en hard copy y por tanto, fuera de mi presupuesto). 

La narración del autor acerca de cómo vive con su ansiedad me tocó profundamente porque aunque nunca ha sido un gran problema en la vida, la verdad es que soy una persona ansiosa. Particularmente de noche cuando intento dormirme y de repente todo se me alborota. Intento resolver el mundo y termino estresada por cosas que no puedo solucionar porque son las 3 de la mañana. Alguna vez incluso escribí sobre eso.

Últimamente así me he sentido. La ansiedad se trepa en mi cama y me hace mil preguntas para las cuales no tengo respuesta. Me encuentro preguntándome si estoy repitiendo los errores de mi pasado, si estoy viendo las cosas como son o cómo quiero que sean.

El otro día decía que al menos con Mr. M yo había podido descubrir que no somos el uno para el otro. Pero ahora estoy en el punto donde no quiero repetir errores y no puedo evitar preguntarme qué estoy dejando de ver. No quiero repetir la historia de ver cosas dónde no las hay, de no poner atención a lo importante y terminar encariñándome con quién no toca. 

Pero tampoco quiero volver al pasado, donde por pensar demasiado las cosas termino poniendo muros innecesarios y bloqueando posibilidades. 

Porque en este momento eso es lo que tengo... posibilidades. 

Sé cual es la respuesta ante toda la situación... dejar que las cosas se den. No pensar demasiado pero poner atención a los elementos. Estar muy pendiente de mí, de lo que siento e intuyo. Fluir

Si tan solo eso fuera fácil a las 3 de la mañana. 





miércoles, 24 de octubre de 2012

El Potencial desaprovechado Vol. 2

Hace más de dos años escribí una entrada sobre el potencial desaprovechado donde me quejaba de lo que pasa cuando conozco a alguien que me gusta, me parece chévere, la cosa parece fluir y de repente desaparece. Caen en esos hoyos negros que estoy segura abundan en esta ciudad. 



Dos años más tarde vuelvo a tener la misma sensación. Y vuelvo a acordarme de M que tan bonito me parecía y con quién se coqueteaba tan chévere. O del Rasta que aunque hoy pienso que no hubiera sido tan buena idea (muy hippie para mí) me generaba emoción y con quién teníamos una química increíble. 

Hoy siento la frustración por alguien distinto. Alguien que en el papel se ve increíble, con quién hubo química y con quién me reí. Pero que antes de que hubiera espacio para nada, desapareció en el horrible silencio de los mensajes no respondidos.

Ayer le decía a una gran amiga, que el problema no es que se desaparezca. Finalmente shit happens y no hay nada que hacer. Lo que me molesta y frustra, es la sensación de hubiera podido ser algo chévere. Incluso si al final resultaba que no lo era, como pasó con Mr. M, yo prefiero la certeza de que solo fue una chispa inicial sin un sustento en la realidad, a la sensación de if only. Al menos con Mr. M no tengo la más mínima duda de que las cosas fueron como debían ser, que no había opción entre los dos y que todo terminó como debía terminar. Pero en este caso... no dejo de preguntarme qué hubiera pasado si me llamaba, si nos volvieramos a ver, si... 

Pero no tiene sentido hacerme esas preguntas.

Supongo que puedo decirme a mí misma que la prueba de que el tipo no es para mí, es que finalmente se desapareció. Y para qué voy a querer a alguien que se desaparece?

Pero incluso cuando me digo eso... la sensación del could have been... ahí se me queda. Y me jode la cabeza. 




jueves, 18 de octubre de 2012

Necesito más amigos hombres

Durante mucho tiempo en mi vida yo tuve más amigos hombres que mujeres. Nunca fui la de tener un grupo de amigas que se ven por las tardes y chismosean. Hasta que lo tuve. Y fui muy feliz y aunque ya no hago esos planes (en parte porque ya no vivo en Colombia, en parte porque ya no somos las mismas y esos planes solo se dan muy de vez en cuando) las quiero con el alma. 

Pero creo que esas tardes de niñas, sumadas a que ahora tengo más amigas que amigos... me han dañado la perspectiva. Porque ahora, como a toda niña, se me da con una facilidad divina la interpretación, re-interpretación y sobre interpretación de la vida. Particularmente cuando estamos hablando de hombres. 

Si no me creen, aquí esta la entrada de Solterica donde lo muestra mucho mejor que yo. Y es que sí, a uno le llega un mensaje de texto y uno empieza el proceso de colado y destilado. Y para hacerlo uno va con sus amigas, a quiénes se les ocurren más formas de sobre interpretar y sobre dimensionar la cosa. 

Pero eso nunca sirve. 

Porque cuando el tipo quiere, lo deja clarísimo. No hay necesidad de interpretar la cosa. Lo invitan a uno a salir, mandan mensajes que no dejan dudas y le arman planes. Punto. 

El problema es que uno no quiere ver las cosas. Que la maldita esperanza que siempre existe hace que uno crea que el personaje se partió los 10 dedos y por eso no ha mandado mensaje, que está inconsciente en una clínica, que se quedó sin pila o que no tiene señal (bueno, esa en México a veces es válida... pero uno se mueve tres cuadras y la recobra). Y entonces uno se duerme pensando que a lo mejor al día siguiente si aparece. 

La forma en que uno logra no pensar en todas esas tonterías es teniendo un amigo. Ellos son claros y van al punto. Le dicen a uno que si el man no apareció fue porque uno no se lo dio y le dio pereza seguir en la cacería o porque es un idiota que no vale la pena. O porque simplemente no hay motivo y uno no debe desgastarse en el tema. 

Que usualmente es la opción que uno debería contemplar. 


martes, 16 de octubre de 2012

3 años

Una buena tarde hace 3 años y unas 3 semanas escribí lo que en su momento pareció un twitt inofensivo: "enviándole mi CV al universo". Pocos segundos después recibí un DM de quién en ese momento era una simple conocida preguntándome por qué estaba buscando trabajo si en teoría yo estaba en otro lugar. Tras mi respuesta me dijo que en su agencia estaban buscando a alguien. 

Tres semanas más tarde fue mi primer día en Guerra. Todavía me acuerdo del estrés de llegar tarde en mi primer día porque la autopista a Toluca estaba cerrada y el tráfico era imposible. Me acuerdo de preguntarme cómo haría para llegar todos los días a esta loma, que más lejos de mi casa no podía quedar. 

Llegué con las inseguridades de mi pasado, preguntándome si podría sobrevivir el mundo corporativo y cómo sería trabajar con mexicanos. Volver a trabajar en una oficina después de la vida de estudiante y freelancera tuvo sus retos, los cuales fueron aún más grandes por la enorme distancia que había entre mi casa y la oficina. Hoy veo en Google Maps que eran aproximadamente 20 kilómetros los que tenía que recorrer a diario, para lo cual tomaba bus, taxi, metro y transporte oficial de Guerra. Un mes más tarde ya estaba en la Condesa. 

Mi vida ha cambiado profundamente. Jamás había durado tanto tiempo en un trabajo y realmente puedo ver lo mucho que he aprendido. Ha sido una experiencia intensa, profunda y muy interesante. Disfruto plenamente de la variedad de temas, la posibilidad de que cada día sea distinto, las oportunidades para aprender de cosas que jamás me hubieran interesado y hasta los viajes a lugares inesperados

Hoy veo que pasé de la inseguridad de sentir que no podría vivir en el mundo corporativo a la sensación de que realmente lo he hecho muy bien. A punta de errores, reflexiones y muchísimo más trabajo del que jamás pensé que podría llegar, hoy siento que realmente he crecido profesionalmente. Y muy a lo cliché, ahora siento que me falta mucho más por aprender. Aunque ahora las áreas que necesito cubrir son distintas de las de hace 3 años, al igual que cuando empecé, hoy empiezo a buscar los caminos para aprender todo lo que me falta.

Claramente siempre habrá cosas que cambiaría y que preferiría que fueran distintas, pero eso es parte de lo que soy y si todo me pareciera perfecto e ideal, ya me hubiera aburrido hace rato. 

Y como yo soy yo, para mí lo más importante de toda esta experiencia ha sido la gente. Lo aprendido profesionalmente siempre servirá, pero la gente que ha estado, que me ha enseñado (a las buenas y a las malas... porque de eso sí que aprendí), que ha sido mi amiga y que en algunos casos, incluso llegó a convertirse en mi familia (sí, Mariana, hablo de ti), es lo que más valoro.  

En estos tres años he vivido algunas de las cosas más maravillosas y algunos de los peores días de mi vida. Y todo fue en el marco de esta oficina. 




domingo, 14 de octubre de 2012

On my own

Decidí no seguir en terapia. Tras un larguísimo año de muchas, muchas sesiones decidí que es hora de dejar de ir. 


Las últimas sesiones habían sido extrañas al descubrir que no había nada de lo que yo quisiera hablar. Cada día tengo más claro qué es lo que quiero, qué necesito y tengo mucho más presente qué debo hacer para estar bien, para dejar atrás tantas concepciones erróneas que tenía de mí cuando llegué a ese consultorio... que a mí me cuesta muchísimo que alguien me guste, que soy muy intensa para vivir en México, que nadie va a apreciarme por lo que realmente soy... tantos que. 

Ahora mi corazón ya no llora por Open-Boy. Además, entendí que cuando me siento sola, siento que lo extraño porque es más fácil sentir ese vacío con una forma específica que extrañar un abstracto. Y pude entender que gran parte de las razones por las cuales llegué al punto en el que estaba antes de conocerlo fue por el vacío que dejó mi abuelo cuando se murió. 

Aprendí a ponerme a mí primero y no dejar que hicieran conmigo lo que querían, incluso si eso significaba dar una batalla cada tres segundos con Mr. M quién nunca quiso oír mi voz, pero yo peleé intensamente por tener un lugar en la relación. 

Hoy la tarea es poner todo lo que aprendí de mí misma en la práctica. Darme mi lugar en el mundo y en las relaciones que tengo. Saber imponer los límites para que no pasen por encima mío pero sin que se conviertan en barreras que no dejan pasar. 

Me da susto no poder, pero confío en mí. Siento que es un buen momento en mi vida y que es hora de hacerlo sola sin la safety net que es la terapia. 

Y anoche... anoche di un primer paso al atraverme a decir lo que pienso y quiero... y eso siempre es bueno. No sé cuál será el resultado, si habrá un resultado pero al menos yo estoy tranquila con cómo hice las cosas. 


viernes, 5 de octubre de 2012

5 things

En este viernes de sueño, voy a tomarme 3 minutos para jugar a llenar una encuesta que aparece en el libro How to be an explorer of the world que me regaló Mariana.

Ahí va.

  1. What is your current favorite book? New York Trilogy de Paul Auster
  2. Who would you like to have dinner with? Mi yo de 70 años... a ver cómo va la vida hasta ese punto 
  3. What superhero power would you most like to have? La capacidad de teletransportarme... 
  4. What food would you eat everyday? Galletas! muchas y muchas galletas
  5. What is your favorite smell? Hoy voy a decir que el olor a casa limpia los martes cuando va la empleada

miércoles, 3 de octubre de 2012

Ese ex ya expiró...

Llevo varios días pensando en las fechas de expiración de los ex's. 

 
Y es que yo creo firmemente que con los ex's hay un momento donde pueden dejar de calificarse como ex novios. 

Pongamos a mi mamá como ejemplo. Uno de sus mejores amigos en la vida fue su primer novio. Por allá cuando ella tenía 17 años y estaba en el colegio. Desde entonces ha habido muchos novios, un esposo y años y años de que no pase nada entre ellos. Yo estoy convencida de que ya dejaron de ser ex's y que lo que define su relación es la amistad de cuarenta y tantos años. 

Pero para que la fecha de expiración funcione se requiere de algo muy básico: la relación tiene que haberse superado completamente. Claramente si el ex es ese personaje en el que uno sigue pensando, que le genera conflicto, en el que uno piensa cuando no tiene en quién pensar... pues el tipo no ha dejado de ser ex novio. Ni siquiera se trata de que uno siga muy enganchado, pero si el tipo sigue generando algún tipo de conflicto, la cosa no ha expirado. Sigue siendo ex novio y punto.

Pero hay un bonito momento en la vida en que uno no solo ya olvidó al ex novio, sino que ya realmente todo se desvaneció y no dan ganas de nada. Para mí, ahí ya el ex-noviazgo expiró. A veces eso significa que uno puede ser amigos y a veces significa que ya uno no tiene ningún tipo de contacto y vive tranquilo con el tema. 

La parte extraña surge cuando de repente, uno se da cuenta que ese ex-noviazgo que uno consideraba absolutamente expirado... no esta superado del otro lado. Y que cada uno estaba actuando bajo lógicas diferentes. Ahí entonces, como bien diría ese amigo de mi mamá, que carga con 4 matrimonios encima... ahí la cosa se pone complicada porque se le daña a uno el divorcio. 

Y ese sí no se puede arreglar.