miércoles, 18 de julio de 2012

Obviedades que se me olvidan

Si algún día alguien hace una película de mi vida, una de las escenas que tienen que estar es esa donde yo tengo 18 años, me acaban de dar mi pase y mi abuelo me saca a manejar. Yo voy nerviosisima en el carro y él habla para distraerme. Me pregunta por la universidad, que yo estoy empezando, y le digo que a veces es difícil conocer gente. Entonces él empieza a hablar acerca de lo importante que es hacer amigos y como para lograrlo debo acercarme a las personas, "incluso puedes pedirles que te ayuden con materias donde no tienes dudas"... yo me río y él se pone serio por un momento y me dice que los amigos son determinantes en la vida.

Y sí. Esa es la gran respuesta. La gran solución a mis días de soledad y de tristeza. A los domingos cuando me pesa no tener a un alguien para ir a dar una vuelta. Tener amigos.

La cosa es que tantos años después, me sigue costando trabajo hacerlo. Y creo que es porque en mi cabeza hay muchas creencias acerca de lo difícil que es. Una parte es real, pero una parte soy yo misma convenciéndome que es más difícil de lo que realmente es. Para rematar esta ese gusto que tengo por la independencia que logra que yo haga muchas cosas por mi cuenta (ir a cine, ir a comer, viajar, etc) sin bloquearme por la excusa de "es que no tengo con quien ir". Y eso esta bien, no me quedo llorando en mi casa que quiero ir a cine pero me da miedo ir sola... pero me voy sola y no hablo con nadie y no hago amigos. Entonces tampoco me ayudo. 

Así que lo que me toca es hacer más las cosas que me gustan. Y buscar espacios para conocer gente. Así como hice con el curso de escritura que tanto bien me ha hecho y que para bien o para mal, fue el espacio para conocer a Mr. M. Así como cuando abrí la puerta en twitter y conocí a los que en su momento fueron buenos amigos. Así como tantas otras veces. Yo sé cómo funcionan las cosas. 

Tan solo es cuestión de hacerlas.


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