martes, 5 de julio de 2011

Un creo desesperado

Ayer fue un día de cambios intensos. Amanecí feliz, cosa muy extraña en lunes y terminé mi día cansada, frustrada y con un hueco que a veces me pregunto si alguna vez desaparecerá. Ya me iba a dormir cuando me encontré con un concierto de Fito Páez. Y al oír una versión hermosa de Creo, sentí como la letra me hería. Creo que aún tal vez piensas en mí.

Y es que ¿de qué me sirve creer? Ya no basta con solo creer. Yo necesito más. En lo único que puedo realmente apoyarme es en lo que sé. Y lo que sé es que tengo que agarrarme con toda mi fuerza de la diminuta tranquilidad que he vuelto a sentir. Tengo que aferrarme a la certeza de que al irse, él determinó que no era para mí, a la certeza de que merezco más y a la certeza de que estoy mucho mejor. Y mientras escribo estas palabras recuerdo esa canción de Charly García que tanto bien me hizo en un momento de la vida: No razonar, desaparecer, cuando tenías que estar, te echaste a correr. Lo que hiciste en mí, no tiene perdón y yo sé que me siento mucho más fuerte sin tu amor. Y aunque no ha llegado el día en que me sienta mejor sin su amor, ya llegó el día en que me siento mejor... Y eso es un GRAN paso.







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