miércoles, 13 de julio de 2011

Blandita

Cuando Pollo esta en esa mezcla entre tristeza, nostalgia, rabia y malparidez dice que esta Blandito. Es una buena forma de decir que esta vulnerable y que el mundo le esta generando conflicto.

Yo hoy estoy blandita. Ayer fui a la primera cita con la psicóloga y sali blandita. Con muchas ideas y sentimientos atravesados en el pecho. Con la sensación de que tal vez estoy repitiendo la historia familiar de relaciones disfuncionales, codependencias a la vuelta de la esquina, hombres que se van y parejas que no funcionan. Durante la cita, de repente fue muy evidente que mis cuatro abuelos se separaron, que mis papás hicieron lo mismo y que cuando lo pienso, la única relación adulta estable que conozco son los papás de mi mejor amiga. Pero no quiero simplemente culpar a mi pasado. Yo he tomado mis propias decisiones y bien o mal, he hecho mi propia vida.

La psicóloga dijo lo mismo que el acupunturista: que debo ser feliz porque amé y dejar que el amor transforme mi vida. Sin embargo, me cuesta mucho trabajo aceptar un amor por alguien que no esta y a quién estoy tratando de olvidar. Lentamente he empezado a comprender que Open-Boy llegó a recordarme que yo puedo amar y así reabrir mi corazón.

Así que este es el nuevo objetivo, el cual aún no sé cómo alcanzar: dejar que el amor me cambie, me haga bien y me sirva para tener una mejor vida. No cerrar más mi corazón.

***
Hoy el acupunturista me envío este correo:

Porque creo que el amor solo cambia de lugar, porque creo que esta experiencia no tiene que ver solo con esa persona, es tu experiencia, es tu apertura al amor... tiene el poder de abrir tu corazón irremediablemente... mucho mas allá de alguien o de algo...

Disfrútalo

Transcrito de EL PROFETA de Gibran Khalil Gibran

El amor.

Cuando el amor os llame, seguidlo por más abrupto y escarpado que sea su camino.

Si os cubre con sus alas, obedecedle, aunque os hiera la espada que oculta su plumaje.

Cuando el amor os hable, tened fe en él, aunque su vos destruya vuestros sueños y los disipe cual viento del Norte que asola el jardín.

Porque tal como os corona, así os crucifica; y tal como trabaja para haceros crecer, así os instruye y extirpa el mal que hay en vosotros; y tal como sube hasta la copa más alta del árbol de vuestra vida para abrazar sus ramas suaves que se mecen ante la faz del sol, así baja a sus raíces pegadas al suelo, sacudiéndolas en el silencio de la Tierra.

El amor os estrecha a su corazón como a mieses del Sud; os trilla en su era para descubrir vuestra desnudez; os abalea para libertaros de vuestras cáscaras y pajas; os muele para volveros cual copos de nieve; os amasa con sus lágrimas para ablandar vuestra dureza; para luego ofrendaros al fuego sacro y hacer de vosotros el pan sagrado que servirá como un presente sobre la mesa de Dios.

Todo esto hace el Amor con vosotros, porque quiere que vosotros alcancéis a conocer y ahondar los secretos de vuestros corazones; para que así podáis volver, con estas luces, una parte del corazón de la Vida. Empero si teméis, prefiriendo vivir tranquilos y gozosos con el amor, vale más para vosotros que cubráis vuestra desnudez y salir de la era del amor al mundo lejano, donde podréis reír, pero no con toda vuestra risa, y donde os será dado llorar, pero nunca con todo lo que hay de lágrimas en vuestros ojos.

Todo lo que puede dar el amor es entregarse a sí mismo; y no toma nada que no sea de sí mismo.

El amor no posee nada y no admite ser poseído; porque el Amor se conforma con el Amor mismo.

Mas cuando amas no digas: Dios está en mi corazón. Dí mas bien: yo estoy en el corazón de Dios.

No te hagas la ilusión de que puedes dominar los caminos del Amor. No; porque cuando el amor te encuentre digno de su gracia, se adueñará él mismo de tus caminos.

El amor no tiene más anhelos que si propia perfección. Más cuando amas, y siendo tu voluntad tener deseos propios, que éstos sean así: Que sean un arroyuelo que circule, alegrando con sus murmullos los oídos de la noche.

Que tu real conocimiento del Amor te hiera en el corazón, que tu sangre mane abundantemente, y que seas en ellos conforme y feliz.

Que abandones tu lecho, al rayar el alba, con corazón alado y vibrante; y así habrás cumplido tu deber, ganando otro día mas de Amor.

Que descanses a la hora del mediodía, sugiriendo, e infundiendo en tu alma la vehemencia del Amor.

Que vuelvas a tu casa a la hora vespertina, agradecido y grato.

Y así dormirás balbuceando y repitiendo en el fondo de tu corazón tu oración y cantos por Aquel que amas. Y sobre tus labios quedarán impresos los salmos y las plegarias de la Gracia y la alabanza.


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