sábado, 9 de noviembre de 2013

El peso de la distancia

Hoy es día de locha, de ver tele, leer un rato y consentir a Ginebra. Y claro, de perder el tiempo en internet. 

Y mientras hacía eso encontré la foto de una amiga. La ya consabida foto de la mano con el anillo de compromiso. Mi amiga lleva años con el novio así que era algo que se esperaba que pasara. Lo que yo no esperaba era enterarme así. Mi amiga es alguien a quién quiero mucho pero a la que no veo hace años y con quién cometí una cagada de la que todavía me arrepiento. Así que no esperaba que me contara. La cosa es el novio. 

El novio durante muchos años fue mi mejor amigo. V. Algunos de mis recuerdos más felices están asociados a él. Algunas de las cosas más divertidas que he hecho en mi vida, las hice con él. Lo conozco desde que tengo 16 años. Pero con él la relación ha cambiado. Desde hace mucho nos alejemos. Él dejó de estar en mi vida en un momento en el que yo realmente lo necesitaba y algo se nos rompió. Pero ahí fuimos intentando recomponer las cosas y logramos lo suficiente para que yo lo considere alguien muy importante en mi vida. 

Hace unos meses vino, se quedó en mi casa y yo sentí que nos acercábamos. Pero hoy me enteré por Facebook que se casa. Así que tal vez no somos tan cercanos. Y hoy siento que es culpa de la distancia física que yo solita he puesto. Sé que hubo muchas cosas, que hubo discusiones, que él es él y él puso una enorme distancia. 

Pero hoy... una parte de mi se pregunta qué hubiera pasado si yo hubiera seguido en Bogotá. Si a fuerza de tener los mismos amigos nos hubiéramos seguido topando. A lo mejor hubiéramos vuelto a estar cerca, a realmente arreglar nuestra amistad. V era alguien a quién yo acompañaba a comprar ropa interior y condones en un momento de la vida... y hoy... hoy es alguien que esta muy lejos. 

Y me duele. Creo que siendo muy sincera conmigo misma, el peso de la distancia duele mucho más hoy porque hoy tengo esa duda de qué estoy haciendo con mi vida. Para dónde voy y qué quiero. Esa terrible sensación de que no estoy en el camino correcto para lograr lo que quiero. Y que después de 6 años, no estoy tan segura de qué es lo que tengo en México. Sí, tengo los logros profesionales; el haber hecho una vida... algunas amistades (algunas muy profundas); haber superado cosas muy difíciles, que a veces me parece solo he vivido porque estaba aquí... y un montón de gelatina que de nada me sirve. 

Entonces hoy me pregunto qué he ganado yéndome, dejando la vida que tenía, los amigos que más quería... he perdido amigos, he puesto distancia, he dejado de ir a cosas que realmente eran importantes... y hoy, hoy no siento que lo que hoy tengo a cambio, sea suficiente. 

Y a lo mejor siento todo eso porque es un día de hormonas, porque estoy cansada, porque llevo meses de trabajo intenso, de no ir a mis clases de escritura y no hacer las cosas bien. 

Pero a lo mejor no es solo eso.

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