jueves, 16 de agosto de 2012

La sorpresa y el shock...

Hoy mientras volvía de la oficina, oí mi podcast favorito This American Life de NPR. De repente contaron que David Rackoff, uno de los colaboradores, había muerto. Aparentemente de una enfermedad grave. Ira Glass comentó que no era una sorpresa que hubiera fallecido, but somehow there was the schock that he is gone

We knew that his dead was coming, for months he's been saying he wouldn't live past August, so none of this is any surprise. But as anybody knows who has been through this situation, even when you know its coming it's still somehow a shock when it actually happens. It's a shock that he is gone. 

Y yo me quedé pensando cuan cierto es esto. 

Recientemente se murió la abuela de Adri. Abuelita tenía 105 años, así que se podría decir que su muerte no fue una sorpresa. Pero igual esta el shock de saber que ya no esta. 

Y es que ese es el gran problema de la muerte. Incluso cuando son muertes que uno sabe que están en camino, ya sea por vejez o por enfermedad... uno no puede dejar de sorprenderse con el hecho de que la vida propia, ahora es sin esa otra persona. 

Y mientras escribo estas palabras empiezo a comprender porqué para Mr. M (sí... de nuevo ronda mi cerebro.. qué le hacemos, aparentemente aún estoy haciendo la autopsia como diría Gabidearest) la muerte era un tema tan poco profundo y tan ajeno. Era algo que me generaba una gran confusión... ¿cómo era que me decía que él no armaba tanto drama con el tema? En su momento yo lo atribuí al hecho de que nadie realmente cercano se le había muerto. 

Pero ahora... ahora pienso que el tema va más allá de lo circunstancial. Y vuelve a ser la gran diferencia... para mí las personas siempre van a ser increíblemente importantes. Para él no. Y en esa medida... las muertes de las personas que quiero y son importantes para mí, siempre van a alterar mi vida, siempre van a dejar un hueco. 

Así por ejemplo, la ida de Abuelita me generó una gran tristeza y no pude evitar preguntarme cómo será la próxima vez que vaya a la casa Gómez y encuentre que ella ya no esta. Ella que siempre sonreía, la que cuando en la fiesta de sus 100 años le pregunté que cómo estaba me dijo "pues aparentemente he vivido muchísimo, mijita", la que en año nuevo siempre se tomaba más vinos de los que un médico consideraría prudente (pero si después de los 100 uno no se puede tomar los vinos que quiera... entonces cuándo?), la que agarraba mi mano cuando Adri le recordaba que yo era Li, su amiga de siempre. 

Ella ya no va a estar... y hoy no puedo dejar de sentir the shock, that she is gone. 

*** y no... hoy no voy a escribir cómo la muerte de mi abuelo fue la sorpresa más grande, porque hoy no quiero sentir esa tristeza. Así que me voy a poner un tapón emocional y me iré a dormir. 


GEORGE: "I... I don't know how to exist in a world where my dad doesn't."
CRISTINA: "Yeah, that never really changes."


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