Esa parece ser la gran pregunta de los que me conocen. Empecé el año con metas claras y un proyecto personal definido con plazos específicos. Y de repente, la vida cambió y ya no se trató de lo que yo quería, sino de lo que yo necesito.
Y lo que necesito es estabilidad. Tener un lugar donde sentirme en casa. Tras años de muertes, ausencias, derrotas y aquel harakiri-emocional, es momento de respirar y disfrutar de la calma. De darme espacio para estar bien y terminar de descubrir quién soy después de tanta cosa.
Pero con la decisión de aceptar que lo que necesito es distinto de lo que quiero y de entonces hacer lo que es mejor para mí, viene la pregunta de ¿y ahora? A veces me parece que desde que estoy en el colegio he pensado la vida en términos del siguiente proyecto, del siguiente viaje: graduarme, terminar la universidad, irme de Colombia, hacer la especialización, ahorrar lo suficiente para irme a Europa, encontrar maestria, ahorrar para viajar en México, irme el verano a Washington, conseguir trabajo para no volver a Colombia, implementar el proyecto personal...
Y ahora... ahora todo esta bien pero no sé cuál es el siguiente paso. Como siempre me cuesta trabajo pensar en el futuro y saber dónde estaré ni haciendo qué en los próximos años. Sé que hay gente que vive así y vive bien. Pero a mí me gusta tener un viaje en mente, un proyecto que me anime en los días de aburrición y rutina. Y ahorita... ahorita simplemente no sé. Así que seguiré dejando que las cosas fluyan y tal vez uno de estos días encuentre el siguiente muro que quiero escalar.
Y lo que necesito es estabilidad. Tener un lugar donde sentirme en casa. Tras años de muertes, ausencias, derrotas y aquel harakiri-emocional, es momento de respirar y disfrutar de la calma. De darme espacio para estar bien y terminar de descubrir quién soy después de tanta cosa.
Pero con la decisión de aceptar que lo que necesito es distinto de lo que quiero y de entonces hacer lo que es mejor para mí, viene la pregunta de ¿y ahora? A veces me parece que desde que estoy en el colegio he pensado la vida en términos del siguiente proyecto, del siguiente viaje: graduarme, terminar la universidad, irme de Colombia, hacer la especialización, ahorrar lo suficiente para irme a Europa, encontrar maestria, ahorrar para viajar en México, irme el verano a Washington, conseguir trabajo para no volver a Colombia, implementar el proyecto personal...
Y ahora... ahora todo esta bien pero no sé cuál es el siguiente paso. Como siempre me cuesta trabajo pensar en el futuro y saber dónde estaré ni haciendo qué en los próximos años. Sé que hay gente que vive así y vive bien. Pero a mí me gusta tener un viaje en mente, un proyecto que me anime en los días de aburrición y rutina. Y ahorita... ahorita simplemente no sé. Así que seguiré dejando que las cosas fluyan y tal vez uno de estos días encuentre el siguiente muro que quiero escalar.
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