Hace muchos años, una mujer que detesto me dijo tratando de hacerme sentir mal (y claro, lo logró) "hay tan tierna, yo todavía me acuerdo de la época en que uno se daba besos y creía que ya tenía novio"... al día de hoy cuando me acuerdo todavía me da furia. pero se referia a una buena época.
ahora las cosas son distintas. mucho más complejas. los besos, el sexo, la compañía, nada garantiza una relación. nada la clarifica. ahora salimos en citas. pero ni siquiera eso es claro. no sé si es un choque cultural o que nadie me lo ha definido bien, pero todavía no sé cuando una salida es un date. Mi mejor amiga, bien lo dice: "para ti era un date, para él sólo un almuerzo". y con ese mantra hemos vivido por años.
Entonces cómo se sabe? ya los hombres no se declaran, las salidas a cenar y luego cine, no siempre son dates y uno nunca sabe a ciencia cierta en qué esta. Y esto para mí es un problema doble.
Por un lado ODIO la incertidumbre. Odio no saber qué esta pasando, si va a pasar o si todo esta en mi cabeza. Y en este país es aún más difícil ya que aquí los hombres piden el teléfono pero nunca llaman, arman planes que nunca se realizan y yo no logro seguirles el paso. me angustio. me quedo esperando y me odio por quedarme esperando. y cuando por fin se me arma un callo en el corazón y resuelvo no creerles nunca, aparece uno que cumple su palabra y con tres mensajes logra que yo espere otros tres.
Y por el otro, yo no sirvo para las conversaciones emocionales. las detesto. odio el "y esto para dónde va?". me angustian de una forma increíble. pero sin esas conversaciones uno nunca sabe en dónde esta parado porque las salidas no siempre son dates y los besos, el sexo, la intimidad y la continuidad no garantizan noviazgos.
y entonces????
viernes, 10 de octubre de 2008
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